La orina del ganado produce más gases de efecto invernadero cuando cae en tierras degradadas

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Cuando la orina de la vaca cae en tierra degradada, libera mucho más óxido nitroso – un poderoso gas de efecto invernadero – que si la absorbieran pastos saludables.

CIAT/DICYT Las capacidades excepcionales del ganado para alterar el clima se deben principalmente al metano, el cual libera hacia la atmósfera durante su rutina digestiva diaria. La orina del ganado es un factor menos conocido que atenta contra el clima, produce óxido nitroso (N2O), el cual tiene un poder de calentamiento mucho mayor que el del dióxido de carbono (CO2), la principal causa que contribuye al calentamiento global. Un estudio realizado por el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y sus socios demuestra que estas emisiones de N2O se pueden refrenar significativamente mediante pasturas saludables para la producción pecuaria.

Verónica Ruiz, coautora del estudio basado en Nicaragua, lleva a cabo investigación en pasturas. Crédito: UNAN Managua/Farem Estelí.

Para el estudio, los investigadores colectaron orina de ganado en sitios de investigación en cinco países de América Latina y el Caribe (ALC), entre ellos Nicaragua. Estas muestras de 500 mililitros se vertieron en campos pecuarios emparejados clasificados como degradados o saludables, lo cual se determinó mediante la cobertura de vegetación. En seis de los siete sitios de prueba, las pasturas degradadas emitieron significativamente más N2O – algunas veces hasta tres veces más. Los resultados fueron publicados el 29 de enero en Scientific Reports, una revista científica de acceso abierto, por la casa editorial de Nature.

Los resultados agudizan la urgencia para los acuerdos globales de restauración de tierras, incluidos la Iniciativa 20×20, que busca restaurar 20 millones de hectáreas de tierra en América Latina hacia el año 2020 como un primer paso importante hacia metas de restauración incluso más ambiciosas.

Los cálculos varían, pero Chirinda estima, de manera conservadora, que existen 150 millones de hectáreas de tierras degradadas en América Latina. Tan solo en Brasil, hay unas 80 millones de hectáreas de tierras de pasturas degradadas.

Sistema silvopastoril en el departamento del Cauca en el suroccidente colombiano. Crédito: CIAT/Neil Palmer.

La tierra para producción pecuaria en estado degradado se caracteriza generalmente por el sobrepastoreo, la compactación del suelo, la pérdida de material orgánico y bajos niveles de nutrientes y carbono en el suelo. La restauración de tierras a gran escala con pastos forrajeros mejorados, pastoreo rotacional y la adición de arbustos y árboles (agricultura silvopastoril) podría mitigar significativamente los efectos negativos del clima causados por la degradación. Además de reducir las emisiones de N2O, los paisajes restaurados generalmente contienen más carbono, tienen suelos más saludables y ganado más robusto y productivo.

Los curiosos resultados del único sitio de prueba que no concordaron con los resultados del estudio – en Taluma, Colombia – se pueden atribuir a una serie de factores que ameritan investigaciones adicionales. Las emisiones de N2O allí fueron de lejos las más bajas en cualquiera de los sitios de prueba y fueron las mismas tanto en pasturas degradadas como en saludables. La orina de ganado usada en el experimento tenía el menor contenido de nitrógeno comparado con los otros sitios de investigación, lo que probablemente contribuyó a los resultados. El pasto forrajero usado allí, Brachiaria humidicola, además posee una capacidad especialmente alta para la inhibición de la nitrificación, lo cual significa que evita que el nitrógeno se convierta en N2O.

El poder de los datos de lugares extensos

El estudio es una victoria para la ciencia bien diseñada y con un presupuesto modesto. El proyecto inició con una sesión de capacitación de una semana en la sede principal del CIAT en Cali, Colombia, en donde un equipo de estudiantes de doctorado de los países adicionales participantes – Argentina, Brasil, Nicaragua y Trinidad y Tobago – ayudó a diseñar el plan de investigación y estandarizó la metodología del estudio.

Los estudiantes regresaron a sus países de origen y llevaron a cabo el experimento para coincidir con las temporadas de lluvia de sus zonas, para asegurar condiciones climáticas similares en todos los sitios de estudio. (La excepción fue Taluma, que fue muestreada durante un período caracterizado por bajas precipitaciones, lo que constituye además otra posible razón para que las emisiones de N2O fueran bajas allí). “El poder está en el número de puntos de datos de todos los distintos países”, afirmó Chirinda.

Mejores cálculos de los gases de efecto invernadero del ganado

Investigadores aseguran que el estudio es un paso útil hacia la creación de un panorama más detallado del alcance de las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la ganadería en ALC.

“Dado que el trabajo sobre emisiones de la producción pecuaria en la región no es común, este estudio genera al menos una pieza de información que hace falta en los cálculos teóricos de los gases de efecto invernadero en la región de ALC”, aseguró Miguel Andrés Arango, coautor y científico de Agrosavia, Colombia, la mayor organización de investigación agropecuaria de la nación.

“Poder calcular el impacto real de la producción pecuaria nos permitirá proponer prácticas potenciales para reducir las emisiones”, afirmó Arango. “Ya va siendo hora de que conozcamos los factores de las emisiones para nuestros sistemas agropecuarios”.

Referencia

Chirinda, N., Loaiza, S., Arenas, L., Ruiz, V., Faverín, C., Alvarez, C., … & Trujillo, C. (2019). Adequate vegetative cover decreases nitrous oxide emissions from cattle urine deposited in grazed pastures under rainy season conditions.

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