Investigación busca rescatar los tres mil años de historia de la Pampa del Tamarugal y sus tesoros arqueológicos

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  • Zona clave del pasado nortino de Chile

La historia de esta área rica en vestigios históricos, que se remontan hasta casi el año 1.000 antes de Cristo, es el foco de un proyecto impulsado por investigadores de la Universidad de Chile que buscan rescatar el amplio patrimonio material y cultural de la zona. En el marco de este trabajo, el equipo inició la construcción de un mapa patrimonial junto a la comunidad de Huara, el municipio de esta localidad de la Región de Tarapacá y el Consejo de Monumentos Nacionales.

El Gigante de Tarapacá o Tunupa es el mayor geoglifo antropomorfo del mundo. Esta figura se encuentra en el Cerro Unita, colina localizada en medio de la Pampa del Tamarugal.

El Gigante de Tarapacá o “Tunupa” es el mayor geoglifo antropomorfo del mundo. Esta figura se encuentra en el Cerro Unita, colina localizada en medio de la Pampa del Tamarugal.

Más de 4 mil sitios arqueológicos han sido descubiertos en el marco de este proyecto liderado por el académico de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, Mauricio Uribe.

Más de 4 mil sitios arqueológicos han sido descubiertos en el marco de este proyecto liderado por el académico de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, Mauricio Uribe.

Estos lugares conservan abundantes restos de la actividad humana que se ha extendido por cerca de tres mil años en la zona, desde el 900 antes de Cristo.

Estos lugares conservan abundantes restos de la actividad humana que se ha extendido por cerca de tres mil años en la zona, desde el 900 antes de Cristo.

El pasado 10 y 11 de mayo el equipo ejecutor de este proyecto y la Municipalidad de Huara realizaron un taller de arqueología para los habitantes de Huara y comunidades de la zona.

El pasado 10 y 11 de mayo el equipo ejecutor de este proyecto y la Municipalidad de Huara realizaron un taller de arqueología para los habitantes de Huara y comunidades de la zona.

La actividad entregó formación teórica y práctica para la identificación, comprensión y resguardo del patrimonio histórico de Huara, que va desde el pasado preincaico hasta la época de las salitreras.

La actividad entregó formación teórica y práctica para la identificación, comprensión y resguardo del patrimonio histórico de Huara, que va desde el pasado preincaico hasta la época de las salitreras.

La georreferenciación de sitios mediante GPS, métodos de prospección y los aspectos legales asociados a la protección del patrimonio fueron parte de este taller dirigido a la comunidad local.

La georreferenciación de sitios mediante GPS, métodos de prospección y los aspectos legales asociados a la protección del patrimonio fueron parte de este taller dirigido a la comunidad local.

La instancia permitió además dar inicio a la construcción del primer mapa y catastro colectivo del pueblo de Huara y sus alrededores.

La instancia permitió además dar inicio a la construcción del primer mapa y catastro colectivo del pueblo de Huara y sus alrededores.

El “Gigante de Tarapacá” es uno de los mayores emblemas del valioso patrimonio arqueológico que caracteriza a Huara (“estrella” en aymara), una localidad ubicada a unos 78 km de Iquique, al interior de la Región de Tarapacá. Este enorme geoglifo de 119 metros de altura y 3 mil metros cuadrados de superficie (el más grande con una representación humana en el mundo) es parte de los tesoros heredados por las culturas precolombinas en esta zona.

La búsqueda, identificación, registro y protección de estas piezas arqueológicas es uno de los ejes de un proyecto impulsado por un equipo de investigadores de la Universidad de Chile que busca comprender y rescatar el pasado del área conocida como Pampa Iluga, uno de los centros ceremoniales y de cultivo más extensos del Norte Grande en el período preincaico.

Más de 4 mil sitios arqueológicos han sido descubiertos en el marco de este proyecto liderado por el académico de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, Mauricio Uribe, quien también se desempeña como consejero del Consejo de Monumentos Nacionales. Estos lugares conservan abundantes restos de la actividad humana que se ha extendido por cerca de tres mil años en la zona, tales como cerámicas, herramientas, morteros, puntas de flecha, productos agrícolas como el maíz. En ellos también es posible encontrar numerosos “túmulos”, que son montículos que pueden alcanzar hasta cuatro metros de altura y habrían sido emulaciones del Cerro Unita, la simbólica colina isla en medio de la pampa que alberga al Gigante de Tarapacá y otros geoglifos. Muchos de estos túmulos se levantan además sobre antiguos entierros humanos.

Los hallazgos arqueológicos realizados en este enorme centro de cultivo ubicado en plena Pampa del Tamarugal incluso han dado una resignificación al emblemático Gigante de Tarapacá o “Tunupa”, como lo denominan las comunidades locales. “El Cerro Unita siempre fue visto como algo aislado en este espacio. Pero cuando descubrimos este sitio entendimos mejor la relevancia y sacralidad del Gigante de Tarapacá. Tradicionalmente se consideró, por su lugar, ubicación y aislamiento, simplemente como un punto de referencia para los viajes, traslados y circulación entre el interior y la costa. Hoy día nos parece mucho más evidente que también tiene que ver con la intensa actividad agrícola y ceremonial de esta área”, señaló el profesor Uribe.

Muchos de estos sitios en la actualidad han sufrido la intervención del hombre y la acción de saqueos o “huaqueos”. Es así como la Aduana y el Consejo de Monumentos Nacionales el pasado viernes 10 de mayo presentaron la incautación de múltiples piezas arqueológicas traficadas. El Gigante de Tarapacá y otros geoglifos del Cerro Unita no han estado exentos de daños por esta actividad, principalmente a través de la modificación directa de las figuras, la instalación de otras nuevas y la circulación de vehículos en sus cercanías.

A juicio del profesor Uribe, falta una adecuada acción patrimonial en términos de la conservación y de la difusión asociada a nivel país. “El Cerro Unita ha sido paradigmático en eso, con una serie de denuncias respecto a accesos indebidos, intervención e incluso daño en el sitio. Esto no solamente implica cerrar un sitio para cobrar entrada, comprende también seguir investigándolo o implementar medidas de mantención. En todo eso no hay legislación, no hay normativa, no hay una práctica y, por lo tanto, existe una deuda enorme”.

Alejandra Vidal, arqueóloga de la Universidad de Chile, consejera del Consejo de Monumentos Nacionales y una de las coinvestigadoras de este estudio, destacó la riqueza patrimonial de este lugar. “Particularmente Huara tiene más de 22 monumentos nacionales declarados que son muy diversos. Están los registros de las salitreras presentes hasta los años ’30 a ’40 y la historia de las ocupaciones costeras de Pisagua. Pero también hay toda una historia arqueológica mucho más temprana asociada a los primeros grupos humanos que se asientan en la zona en el período arcaico y luego una etapa de ocupación aldeana en la Pampa del Tamarugal en el período conocido como formativo, hacia el 900 antes de Cristo”, detalló.

Mapa patrimonial comunitario de Huara

En el marco de este proyecto, el pasado 10 y 11 de mayo el equipo, integrado también por investigadores de la Universidad Católica del Norte, de la Universidad Católica y de la Universidad de Tarapacá, junto a la Municipalidad de Huara realizaron un taller de arqueología para los habitantes de Huara y comunidades de la zona. La actividad dio inicio a la construcción del primer mapa y catastro colectivo del pueblo de Huara y sus alrededores, registros y documentos que serán sistematizados y entregados al Departamento de Cultura del Municipio y al Consejo de Monumentos Nacionales de Tarapacá.

La georreferenciación de sitios mediante GPS, métodos de prospección, así como la capacitación en técnicas de registro e instrumentos y los aspectos legales asociados a la protección del patrimonio fueron parte de este taller dirigido a la comunidad local, que contempló la formación teórica y práctica para la identificación, comprensión y resguardo del patrimonio histórico de la zona, que va desde el pasado remoto preincaico hasta la época de la Guerra del Pacífico y de las salitreras.

La iniciativa de integrar la perspectiva local y transmitir el conocimiento y ejercicio del trabajo arqueológico es fundamental para Francisca Urrutia, antropóloga de la Universidad de Chile y coinvestigadora del proyecto. “Las comunidades son los mejores aliados en la protección de estos lugares. Cuando una comunidad siente ese lugar con cariño, además de apreciarlo desde el conocimiento, hay un afecto, y eso permite empoderarnos conjuntamente en este diálogo que redunda en la protección y preservación del patrimonio no como algo estanco, sino como algo vivo y que se debe proteger además de vivirlo”, señaló.

Sandra Mercado, encargada de Cultura y Patrimonio de la Municipalidad de Huara, planteó la importancia que tendrá este mapa y catastro para conocer y proteger el patrimonio local. “Entendimos conceptos de arqueología y antropología, pero también es un proceso que reconoce un conocimiento de la comunidad sobre su propio patrimonio. Esto es un espacio de retroalimentación entre a perspectiva científica de los arqueólogos y la mirada de los habitantes de la zona, que enriquece el proceso del conocimiento”, afirmó respecto a la trascendencia del proyecto.

 

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