A medida que el clima del mundo continúa cambiando, las comunidades biológicamente diversas pueden ser más capaces de adaptarse a los desafíos ambientales
DICYT – Si bien la importancia de la biodiversidad en la adaptación a los cambios ambientales es patente, una nueva investigación realizada por biólogos de la Universidad de Brown (Estados Unidos) que estudia los efectos de la turbulencia de las olas en las criaturas marinas, muestra una imagen más clara de por qué las comunidades biológicamente diversas tienen más probabilidades de prosperar.
“Últimamente, ha habido mucho apoyo mediático para mantener la biodiversidad”, asegura el principal autor del estudio, Robert Lamb. “Pero rara vez se explica por qué eso es tan importante. Esta investigación ayuda a mostrar por qué la diversidad realmente importa: una comunidad más diversa es más resistente a las condiciones ambientales que cambian rápidamente”.
El coautor Jon Witman, profesor de biología en Brown, agregó que la investigación les ayudará a comprender “cómo comunidades marinas enteras, no solo componentes individuales, se verán afectadas por el aumento del estrés ambiental en esta era de cambio climático”.
El estudio, publicado en ‘Ecology’, también enfatizó en la importancia de la movilidad de la fauna en su capacidad de recuperación. Trabajando en las Islas Galápagos, los biólogos estudiaron los movimientos de las olas, realizaron experimentos bajo el agua y utilizaron censos de vida marina para evaluar los efectos de las turbulencias de las olas en los erizos de mar y los peces que se alimentan de algas.
Los investigadores descubrieron que los erizos no podían alimentarse en áreas con olas intensas y, por lo tanto, preferían lugares protegidos. En contraste, los peces dominaron en áreas más turbulentas. A diferencia de los erizos, muchas especies de peces son altamente móviles, lo que les permite lanzarse al fondo marino para alimentarse de algas entre olas y retirarse rápidamente cuando las condiciones se vuelven peligrosas.
Otra parte del estudio comparó la biomasa de algas en áreas expuestas a las olas versus áreas protegidas por las olas, y descubrió que la turbulencia de las mareas mejora el crecimiento de las algas, probablemente porque el movimiento del agua promueve la entrega de nutrientes.
Por último, los investigadores modelaron los efectos de la biodiversidad analizando la fuerza de las olas junto con las capacidades de alimentación de varios peces. En otras palabras, predijeron hasta qué punto las tasas de alimentación caerían si diferentes especies desaparecieran del ecosistema. Descubrieron que la biodiversidad era más importante para los ecosistemas en áreas que cambiaban rápidamente.
Lamb asegura que los hallazgos son particularmente importantes para considerar en el contexto del cambio climático. “Debemos mantener comunidades diversas a través de la gestión de nuestras pesquerías y áreas marinas protegidas”, dijo. “Los ecosistemas diversos y saludables serán más resistentes a los cambios que indudablemente ocurrirán”.
En el futuro, el equipo de investigación continuará su trabajo en las Islas Galápagos. Actualmente están realizando análisis químicos para evaluar cómo se ven afectadas las dietas de los peces cuando las aguas superficiales se calientan durante las condiciones de El Niño.
Referencia
Lamb, R. W., Smith, F., & Witman, J. D. (2019). Consumer mobility predicts impacts of herbivory across an environmental stress gradient. Ecology.