¿Imaginaron alguna vez, tener clases en medio de un bosque? En Dinamarca, esto ya es un hecho al que se conoce como escuelas bosque. En los años ’50, los daneses tuvieron la idea de convertir los espacios naturales en aulas, dando lugar así, a un modelo educativo en que el vínculo entre los alumnos y la naturaleza es la puerta a un aprendizaje basado en la curiosidad, la exploración, y el desarrollo de una conciencia medioambiental.
En principio, esta propuesta se orientaba a los niños en edad de pre jardín y jardín de infantes de Dinamarca, no obstante, en ciertos casos se ha extendido a los primeros años de la educación primaria. Actualmente, las «forest schools» son también una realidad en países como Alemania, España, suecia y Noruega.
Las condiciones climáticas no son obstáculo para su funcionamiento, puesto que –siempre y cuando no se trate de circunstancias extremas- los niños y educadores están preparados para adaptarse a los desafíos que pueda acarrear el clima; es más, en las bosquescuelas sostienen que “No existe mal clima sino ropa inadecuada”.
Algunas ventajas de las escuelas bosque:
–Autoconfianza y mejores destrezas motoras:
En una jornada típica en estas escuelas, los alumnos acostumbran a trepar arboles, desplazarse por distintos tipos de terrenos, manipular cuchillos o hachas y hacer fuego como parte de sus actividades cotidianas. Dichas prácticas, supervisadas por maestros, colaboran en el desarrollo del valor personal y optimizan la inteligencia motora de los infantes.
–Fijación del aprendizaje y mayor concentración:
Los alumnos realizan un aprendizaje más sólido de los conocimientos teóricos adquiridos en las asignaturas, al poder volcarlos y/o observarlos en acción en el contexto natural. Por otro lado, el asombro y la curiosidad que despierta la naturaleza en los chicos, ayuda a mejorar su capacidad de concentración.
-Hábitos más saludables:
Tener un bosque como salón de clases, ayuda a valorar la importancia del ejercicio físico y de las actividades al aire libre, construyendo, de este modo, hábitos saludables desde la infancia.
-Cuidado del medio ambiente y comprensión de las ciencias:
El continuo contacto con la naturaleza, les permite a los niños obtener un conocimiento de primera mano sobre el medio ambiente. De esta manera, presentan una mejor predisposición en la comprensión de la ciencia y naturaleza, además de fijar su compromiso con el ambiente.
El enfoque Danés de usar el aire libre como parte de la pedagogía en la primera infancia, tiene sus raíces en el trabajo de Froebel, quien inspiró a los pedagogos daneses a iniciar un sistema de jardín de infancia que incluía entornos naturales y oportunidades para que los niños pequeños se desarrollaran y aprendieran al aire libre. A partir de esto, se desarrolló un enfoque de aprendizaje y desarrollo más centrado en el niño, lo que llevó a creencias más humanistas en torno al cuidado y la educación de los niños.
La pedagogía danesa actual ve la crianza de los niños y las relaciones entre el joven, la familia y la sociedad de una manera democrática y humanista; por ejemplo, una encuesta realizada en 2009 por el Consejo de Copenhague enumeró los valores que los padres y los pedagogos consideran más importantes para que los niños aprendan en entornos de la primera infancia como autoestima, independencia, consideración por los demás y tolerancia. También consideran que las experiencias importantes que los niños deben tener en estos entornos son aquellas que son de y en la naturaleza, con animales, y que involucran paz y tranquilidad.
Fuentes:
https://www.inspimundo.com
https://www.skoven-i-skolen.dk