Generan un modelo más preciso para predecir la muerte por calor en la naturaleza

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Mosca de la fruta
Utilizando a la mosca de la fruta, un equipo de científicos ha observado que un calentamiento relativamente bajo puede causar una mortalidad sustancial y el colapso de la población.

AAAS/DICYT Un modelo matemático que da mejor cuenta del efecto de la temperatura a partir de la duración de la exposición está ayudando a los científicos a comprender mejor cómo el calentamiento climático futuro afectará a la supervivencia de las poblaciones naturales de Drosophila, un género de moscas pequeñas también lladas moscas de la fruta.

En lugar de las temperaturas críticas, que este trabajo destaca como predictores poco fiables de la mortalidad por calor, el modelo explica los efectos dinámicos y acumulativos de las condiciones de calentamiento.

De acuerdo con los autores, este enfoque es fácilmente aplicable a otros ectotermos de pequeño tamaño cuya supervivencia se puede medir adecuadamente en entornos de laboratorio. En general, los límites de temperatura críticos derivados de experimentos de laboratorio -que informan sobre el punto hasta el cual puede calentarse un organismo y durante cuánto tiempo antes de causarle la muerte- se utilizan para estimar la mortalidad por temperatura de las poblaciones naturales. Sin embargo, en el entorno natural altamente variable, predecir la muerte por calor es más complejo.

Los límites críticos ignoran en gran medida los efectos acumulativos del estrés térmico en la supervivencia de un animal y cómo esta varía con la temperatura y el tiempo. Sobre la base de investigaciones anteriores, Enrico Rezende y sus colegas desarrollaron un modelo dinámico capaz de predecir la mortalidad de la mosca de la fruta a temperaturas y tiempos de exposición variables utilizando una serie de mediciones de laboratorio de tolerancia al calor a temperatura fija.

Según Rezende et al., las predicciones teóricas basadas en modelos de temperaturas letales para 11 especies diferentes de Drosophila en diferentes condiciones de calentamiento fueron casi idénticas a los hallazgos empíricos. Es decir, el modelo predijo correctamente tiempos de muerte similares para las moscas en condiciones de calor del mundo real donde las temperaturas aumentaron.

“La correspondencia entre las predicciones de mortalidad y las observaciones de campo sugiere que este modelo captura fenómenos del mundo real. Y, quizás lo más importante, el modelo sugiere que unas temperaturas de campo relativamente bajas pueden causar una mortalidad sustancial y el colapso de la población”, escriben Raymond Huey y Michael Kearney en un artículo de Perspective relacionado.

En el trabajo han colaborado el Centro de Ecología Alicada y Sostenibilidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de Budapest (Hungría), el Centro de Investigación Ecológica de Hungría y la Universidad Autónoma de Barcelona (España).

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