¿Qué significa Soka, cómo nace, dónde se implementa, cuál es su objetivo y cómo aporta al desarrollo profesional de los profesores?
En japonés, So-Ka significa “creación de valor”. Según se explica en el medio The Conversation, Tsunesaburo Makiguchi utilizó este término en su obra La pedagogía del sistema de creación de valor, en la cual planteaba la posibilidad de generar un sistema de enseñanza que tuviera como meta “crear valor”, convirtiendo la felicidad en el propósito central de la educación.
¿El objetivo? Fomentar la felicidad de estudiantes que son capaces de mantener relaciones armoniosas con su entorno y contribuir a sus comunidades. En gran medida, Makiguchi se inspiró en la filosofía budista de Nichiren Dishonini para desarrollar este modelo. Dicha filosofía hablaba de la unión entre los problemas cotidianos y la sociedad. Además afirmaba que todas las personas podían enfrentar dichos problemas o desafíos haciendo uso de la creatividad e influyendo de forma positiva en las comunidades.
Más adelante, el educador, editor y empresario, Josei Toda, continuó la obra de Makiguchi creando una asociación llamada Soka Gakkai. Actualmente la asociación continúa y la preside Daisaku Ikeda, un filósofo budista, educador, autor, poeta y facilitador de diálogos de paz quien le ha dado a la asociación un sello más internacional. Ikeda es también el fundador del actual sistema educativo Soka.
La principales características de Soka son:
- Facilitar el intercambio de experiencias por medio del diálogo.
- Fomentar una cultura de paz y reflexión acerca de los derechos humanos.
- Sensibilizar y generar conciencia sobre la importancia de coexistir con la naturaleza.
- Potenciar el aprendizaje de idiomas y la lectura.
- Desarrollar el intelecto, haciendo énfasis en que el conocimiento en sí mismo no puede generar valor si no está guiado por la sabiduría.
- En relación al punto anterior, el desarrollo del intelecto en el modelo Soka, también tiene que tener un sentido de propósito, responsabilidad y sobre todo, debe estar ligado al deseo de contribuir al bienestar de la humanidad.
- Generar relaciones de amistad significativas y duraderas.
Soka y los profesores
En The Conversation, Alejandro Iborra Cuéllar, profesor de psicología evolutiva y educación, y director del Instituto Universitario Mixto de Investigación de Educación y Desarrollo Daisaku Ikeda (IEDDAI) de la universidad de Alcalá, explica que el modelo de educación Soka es muy relevante para el desarrollo de los profesores. En Soka se plantea que si los docentes no crecen, los estudiantes tampoco pueden hacerlo. Por eso, una de las actividades que implementan los docentes es revisar a diario sus propias prácticas (junto a sus compañeros). De esta forma crean una red de aliento en la que se apoyan los unos a los otros para afrontar desafíos y situaciones adversas, mejorando así sus prácticas.
“Un buen ejemplo de su filosofía de trabajo es su idea de que los profesores están demasiado ocupados. En japonés esto se expresa con dos ideogramas que significan “corazón” y “olvidar”. Los maestros sin tiempo son los maestros que han olvidado su corazón”, explica Alejandro en el artículo. “Estar ocupado facilita olvidarse de lo más importante, enfatizar lo urgente y dejar a un lado lo importante. Los profesores más jóvenes sufren más porque no comparten su experiencia con otros docentes y no pueden beneficiarse de la experiencia de los profesores más experimentados. De ahí la importancia de esas reuniones mensuales de aliento mutuo, en las que también las familias están invitadas, favoreciendo el diálogo entre profesores y familias”, agrega. De la mano con esto, Soka fomenta la idea de que el profesor trabaja en dos escenarios: el aula y la comunidad.
Soka en el mundo
Este sistema forma a estudiantes desde la educación infantil hasta la educación superior. Específicamente se implementa en jardines, escuelas y universidades de ciudades de Japón como Sapporo, Osaka, Kyoto y Tokio. También en Aliso Viejo en California, y en otros rincones del mundo como Singapur, Malasia, Hong Kong, Brasil y Corea del Sur. Recientemente, el modelo también llegó a España, específicamente a la Universidad de Alcalá, donde desarrollaron el instituto IEDDAI) que dirige Iborra. Según cuenta el profesor, la Educación Soka se integró a la universidad a través de una asignatura llamada Educación para la Felicidad, diseñada especialmente para los profesores de Educación Infantil y Educación Primaria, y surgió como respuesta a un vacío en los espacios de reflexión interdisciplinar acerca del sentido de la educación.
La educación, dice Iborra, debería favorecer experiencias con sentido, un sentido que no es individual y que fomenta la conexión con la comunidad y el desarrollo del potencial de cada persona. A eso responde Soka, a una educación que busca cambios sociales desde el diálogo, la paz, y las interacciones saludables entre las comunidades.