El calor y la sequía disminuyen el crecimiento de los árboles tropicales

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Árboles tropicales./Gentileza investigador.
Así lo demuestra un estudio publicado en Nature Geoscience en el que participaron investigadores e investigadoras del CONICET

CONICET/DICYT Más de cien científicos y científicas de diferentes países llegaron a la conclusión de que los bosques tropicales crecen menos en años más secos y calurosos y que esto se intensifica en regiones más áridas o cálidas.

Para este estudio, en el que participaron investigadores e investigadoras del CONICET, se analizaron catorce mil series de datos de anillos de crecimiento de árboles procedentes de trescientos cincuenta sitios distribuidos en treinta países tropicales y subtropicales.

“Más de un tercio de los bosques del mundo representan ecosistemas primarios, de los cuales el 56 por ciento corresponden a biomas tropicales y subtropicales. Estos bosques tienen un papel esencial en el mantenimiento global de la biodiversidad, riqueza genética, producción de alimentos y una amplia gama de valores económicos, sociales, culturales y de servicios ambientales. Además, almacenan cantidades masivas de carbono capturado de la atmósfera, por lo que cumplen un rol primordial en la mitigación del cambio climático”, dice Fidel Roig, investigador del CONICET en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA, CONICET-UNCUYO-Gob. Mza.) e integrante del equipo de investigación.

La investigación presenta la primera imagen pantropical sobre cómo reacciona el crecimiento de los árboles tropicales a las fluctuaciones climáticas y permite comprender los procesos de captación de carbono por parte de la vegetación de los trópicos a nivel mundial.

“Los resultados indican que las respuestas más fuertes del crecimiento al clima ocurren durante la estación seca, sugiriendo que la disponibilidad y la demanda de agua en esta estación son impulsores de primer orden de la variabilidad interanual del crecimiento de los árboles tropicales”, detalla el científico.

El estudio evidencia que el efecto negativo en el crecimiento, inducido por temperaturas máximas durante la estación seca, es más fuerte en los sitios más cálidos, más áridos o que experimentan una mayor variabilidad de precipitaciones, y que los efectos positivos de la precipitación en la estación seca son más fuertes en los sitios más secos.

“Esta investigación, pionera a escala pantropical y multidecadal, proporciona un contexto para futuras investigaciones sobre las consecuencias de drásticas reducciones del crecimiento inducidas por la intensificación de sequías en sitios tropicales más áridos. Además, y de acuerdo a los pronósticos de calentamiento global, se esperan aumentos de 0,5 grados centígrados por década en la temperatura para las regiones consideradas en este estudio, resultando probablemente en un fuerte déficit hídrico para la mayoría de las regiones e incrementos en la frecuencia y condiciones más extremas durante las estaciones secas y cálidas de los trópicos, provocando efectos cascada en la reducción del crecimiento, salud y riesgo de muerte de los bosques. Esto aceleraría las tasas de liberación de dióxido de carbono a la atmósfera con lo que se produciría un indeseable aumento del efecto invernadero y una consecuente retroalimentación del impacto sobre los biomas tropicales”, concluye Roig.

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