Como el principal responsable del CIEAM, el doctor en Biología Evolutiva Hugo Benítez espera incrementar la capacidad científica de la universidad y equilibrar el número de mujeres y hombres dedicados a la investigación.
“No somos una isla, nuestros investigadores pueden trabajar tanto en equipo como para las facultades”. De esta manera, el nuevo director del Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Maule (CIEAM), Hugo Benítez, describió una de las metas que asumirá dentro de su gestión de tres años. “El centro ha funcionado durante mucho tiempo como una isla -puntualizó-, cuando en realidad todos somos académicos de una misma casa de estudios”.
El Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Maule, dependiente de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado de la UCM, tiene como objetivo incrementar las capacidades científicas del plantel, generando respuestas a problemáticas de interés regional, nacional e internacional.
“El CIEAM cuenta con 35 académicas y académicos con diferentes líneas de investigación, que van desde las Ciencias Naturales y Biológicas hasta las Ciencias de la Educación. Dada esta variedad de líneas, la idea es organizar núcleos que puedan trabajar de forma independiente, postular a proyectos que den vida a la universidad y producir mejor investigación para la región del Maule”, enfatizó el también doctor en Biología Evolutiva.
Benítez, quien posee una robusta experiencia en ecología y evolución, principalmente en morfometría geométrica, y ha dictado numerosos cursos en el extranjero en representación de la UCM, sostuvo que el centro debe enfocarse asimismo en entregar docencia de postgrado. “Tenemos un FODA pendiente para analizar nuestras debilidades y fortalezas y conocernos como equipo”, señaló.
Investigación y equidad de género
En sintonía con la recién anunciada Política Integral del Equidad de Género y Diversidad del plantel, el nuevo director del CIEAM dijo que promoverá el equilibrio entre el número de mujeres y hombres dedicados a la investigación.
“Partimos abordando las brechas el año pasado, cuando nos unimos a un programa de postgrado de la VRIP para investigadoras que fue exitoso y que nos permitió contratar a dos nuevas investigadoras. Este programa se va a mantener, para ir dotando de equidad a cada uno de los núcleos que conformaremos”, anunció.
La citada normativa no solo trata materias asociadas a la violencia de género en el ámbito de la educación superior, sino que además busca la transversalización de esta perspectiva en todo el quehacer universitario.
“Es una deuda pendiente; las líneas de ingeniería tienen pocas mujeres y las de salud, más. Intentaremos favorecer el equilibrio”, afirmó.