Por Carolina Pérez
La Hora del Planeta es una acción ambiental iniciada por la organización internacional World Wide Fund for Nature (WWF) que invita a apagar las luces durante una hora, como una forma de concientización sobre el cambio climático y la necesidad de cuidar el planeta. La hora de apagar las luces, parte a las 20.30 horas hasta las 21.30 del último sábado de marzo. La primera vez que se llevó a cabo fue en Sydney, Australia en 2007, y desde entonces se ha convertido en un evento global que se realiza cada año.
El objetivo detrás de La Hora del Planeta es simple pero poderoso: apagar las luces durante una hora, acción que simboliza la necesidad de tomar medidas concretas para proteger el planeta y reducir nuestra huella de carbono. Sin embargo, más allá de ese gesto simbólico, la iniciativa busca crear conciencia sobre la importancia de proteger el medio ambiente y fomentar un cambio de comportamiento hacia prácticas más sostenibles.
Para algunos críticos es inútil, y argumentan que La Hora del Planeta es un despropósito, ya que sólo dura una hora y no tiene un impacto real en el cambio climático. Esta crítica puede llegar a ser un enfoque demasiado simplista y reduccionista, ya que la Hora del Planeta es mucho más que un simple acto simbólico; es una oportunidad para que las personas tomen conciencia y se comprometan con la causa ambiental.
Al participar en La Hora del Planeta, las personas pueden reflexionar sobre su propio consumo de energía y cómo pueden reducirlo en su vida cotidiana. También pueden pensar en cómo pueden apoyar políticas y prácticas más sostenibles a nivel local, nacional e internacional, haciendo un llamado a toda la sociedad y sus instituciones. Veamos esta iniciativa como una oportunidad para que las empresas y los líderes políticos muestren su compromiso con el medio ambiente y adopten medidas más sostenibles.
Siendo realistas, La Hora del Planeta es solo una parte de una serie de cambios que buscan crear conciencia sobre el cambio climático y la necesidad imperiosa de tomar medidas concretas para proteger las condiciones de habitabilidad y conservación de los ecosistemas del planeta. Muchas organizaciones y comunidades están trabajando en iniciativas sostenibles y están haciendo cambios significativos en su forma de vida, cada persona puede tomar decisiones, por ejemplo, siendo mucho más críticos al momento de elegir qué consumir, en medio de un modelo que continuamente nos impulsa a comprar cosas que no necesitamos realmente, o que su vida útil es demasiado corta o dependiente de la actualización constante de la tecnología. En el último caso, al menos podemos hacernos cargo de disponer aparatos electrónicos a empresas que los reutilizan o reciclan.
En conclusión, La Hora del Planeta es una iniciativa que aunque parezca insuficiente, es importante, porque nos recuerda la necesidad de tomar medidas y cuestionar la manera en que nos estamos relacionando con la industria, la tecnología, los medios naturales y como sociedad. Invitamos a participar como una oportunidad para que las personas se comprometan con la causa ambiental y reflexionen sobre su propio impacto en el medio ambiente. Si bien es solo un pequeño gesto, es un paso importante hacia un futuro más sostenible.
