Global Fishing Watch: “El 75% de los barcos pesqueros industriales del mundo no está siendo monitoreado públicamente”

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A través de datos satelitales hoy es posible seguir la ruta de más de 80 mil embarcaciones que operan alrededor del mundo y determinar posibles actividades ilegales.

Hasta 2016, era prácticamente imposible conocer la actividad de las flotas pesqueras industriales que operan alrededor del mundo y, por lo tanto, se ignoraba el nivel de pesca ilegal, no declarada y/o no reportada, además de otras actividades ilegales que ocurren en la alta mar. 

Detectando esa gran brecha de información, fue que la organización de conservación marina Oceana, SkyTruth y Google se unieron para crear una plataforma pública, bautizada como Global Fishing Watch (GFW), que permitiera a cualquier persona, desde cualquier parte del mundo, monitorear y seguir las actividades de los buques pesqueros comerciales más grandes del planeta casi en tiempo real.

Mónica Espinoza, directora de GFW para Latinoamérica. Créditos fotografía “Global Fishing Watch”.

Hoy, GFW es una organización internacional independiente, sin fines de lucro y cuyo trabajo ha permitido mejorar la gobernanza de los océanos a través de una mayor transparencia de la actividad humana en el mar, proveyendo datos para la investigación científica y la rendición de cuentas, que ha permitido mejorar la gestión de los recursos marinos a nivel mundial.

Actualmente, es posible seguir la actividad de más de 80 mil embarcaciones en todo el mundo. En esta entrevista para Ecociencias, la directora de GFW para Latinoamérica, Mónica Espinoza, detalla los principales logros de la organización en casi ocho años de vida, además de los desafíos que se avecinan. 

¿En qué consiste el trabajo de GFW?

En GFW generamos nuevo conocimiento utilizando tecnología satelital de punta para convertir big data en información para los tomadores de decisiones, investigadores y la sociedad civil, entre otros. Compartimos esta información públicamente y de forma gratuita para acelerar la ciencia e impulsar políticas y prácticas más justas y sostenibles que recompensen el buen comportamiento y protejan la biodiversidad, los recursos pesqueros y los medios de subsistencia de quienes dependen del mar.

Actualmente, la organización cuenta con aproximadamente 90 personas trabajando alrededor del mundo, creando tecnología e impulsando cambios positivos en la manera en que se gestionan los recursos marinos mediante la colaboración con distintos gobiernos.

A nivel general, ¿cuáles han sido los hallazgos más relevantes de la plataforma de GFW?

Hace solo una década, era imposible construir una imagen precisa de la actividad humana en el mar a nivel mundial, pero gracias a los avances en tecnología satelital, la computación en nube y el aprendizaje automático, lo hemos hecho una realidad. En GFW hemos revolucionado la capacidad de monitorear la pesca comercial, el transbordo en el mar, el transporte marítimo, el desarrollo de infraestructura e, incluso, el trabajo forzoso a bordo de los buques.

Nuestro mapa mostró por primera vez en 2016 la localización y actividad de las mayores flotas industriales de pesca del mundo. Empezamos rastreando cerca de 60 mil embarcaciones que eran responsables de la mayoría de la pesca global, y actualmente somos capaces de mostrar la actividad de más de 80 mil. Para el 2030, nuestra plataforma será capaz de monitorear el 100% de las embarcaciones de pesca industrial, el 100% de la estructura fija en el mar, y al menos 100 mil botes de pesca artesanal.

Nuestros datos y herramientas han sido aprovechados por investigadores alrededor del mundo para detectar casos de pesca ilegal, uno de los más relevantes fueron 900 barcos de bandera china que fueron detectados por nuestros analistas pescando en aguas de Corea del Norte entre 2017 y 2018.

Muchos países utilizan nuestra tecnología para apoyar sus patrullajes marinos y, en varios casos, hasta investigaciones judiciales en contra de embarcaciones sospechosas de llevar a cabo actividades ilegales. Otros, aprovechan los datos y herramientas para elaborar planes de manejo y designar áreas marinas protegidas. El potencial de los datos abiertos para administrar el océano es enorme.

¿Qué tipo de información es posible recabar a través de la plataforma de GFW?

En nuestro mapa, cualquier persona con acceso a internet puede seguir la trayectoria de una embarcación, verificar su actividad o eventos como encuentros con otros barcos, eventos a la deriva y visitas a puerto, además de conocer el historial e identidad del buque. Se puede monitorear el comportamiento de flotas enteras e incluso verificar la actividad en áreas marinas protegidas.

Utilizamos los datos de seguimiento del Sistema de Identificación Automática (AIS) disponibles públicamente, y los integramos con la información adquirida a través de los Sistemas de Monitoreo de Embarcaciones (VMS), los que son operados por los gobiernos comprometidos con la transparencia y que están disponibles a través de acuerdos establecidos. 

Nuestra plataforma también se alimenta con imágenes satelitales de diversos tipos y con registros públicos de embarcaciones. Al combinar todas estas fuentes de información podemos ofrecer una imagen clara y precisa de lo que ocurre en el mar, como la ubicación de una embarcación, su historial, su arte de pesca y su actividad. Pero, además, hemos desarrollado herramientas para mostrar datos oceanográficos como salinidad, temperatura de la superficie, nivel de clorofila entre otros.

¿Por qué es importante la información que se puede extraer de la plataforma de GFW?

Por mucho tiempo la actividad humana en el mar ha sido difícil de monitorear, entender y dar un seguimiento adecuado, particularmente en la actividad pesquera. La falta de transparencia e información de esta actividad dificulta la toma de decisiones para una gestión efectiva de los recursos marinos y la protección del océano. Mejor información científica se traduce en mejores políticas, regulaciones efectivas y controles eficientes. Es muy difícil gestionar lo que se desconoce. En definitiva, contar con información adecuada y confiable es la única manera de que como sociedad podamos garantizar la sostenibilidad y salud de los océanos, su biodiversidad y nuestra propia subsistencia. 

¿Cuáles son los principales desafíos en cuanto a la protección de los océanos identificados a través de las herramientas de GFW?

Un desafío enorme es, sin duda, la falta de transparencia y de información clara y confiable. Nuestro más reciente estudio mostró que el 75% de los barcos pesqueros industriales del mundo no está siendo monitoreado públicamente, es decir, su control es muy difícil y esto facilita la pesca ilegal, no declarada y no regulada. Y de aquellos que sí se pueden monitorear, hemos observado, sobre la base de los datos, diferentes niveles de cumplimiento, por lo que se necesita reforzar el trabajo en el monitoreo y fiscalización.

Para proteger los océanos necesitamos entender qué está pasando en ellos y en esa tarea nuestras herramientas tienen mucho que aportar. Por otro lado, con base a la experiencia en la región, existe el desafío de tener los medios (buque de patrullaje, gasolina, capitán, entre otros) para patrullar las extensas zonas económicas exclusivas de los países, además de saber hacia dónde dirigir esos esfuerzos una vez que se está patrullando. 

Aparte de la implementación y el monitoreo, también hemos identificado que la falta de información es una barrera para el diseño, establecimiento y gestión de áreas marinas protegidas que sean eficaces en su misión de proteger la biodiversidad marina.

Hace algunos años la información obtenida a través de GFW sobre la flota china operando alrededor de las islas Galápagos fue una noticia muy comentada en Chile, ¿por qué es tan relevante el seguimiento a estas embarcaciones? 

Empezamos a analizar el comportamiento de la flota de larga distancia que captura calamar en el Pacífico Sudeste en 2020, a solicitud de varios países en la región, entre ellos Chile. Lo hicimos con el objetivo de respaldar los esfuerzos de monitoreo, control y vigilancia, y comprender mejor el comportamiento de las flotas que vienen sobre todo desde Asia y en especial desde China.

Este trabajo es un claro ejemplo del impacto que tiene la transparencia de la información. Cuando analizamos la actividad de la flota en 2020, identificamos 615 embarcaciones pesqueras, muchas de ellas pescando justo en el límite de la zona económica exclusiva de las Islas Galápagos. Al conocerse esta situación, la flota estuvo mucho más expuesta al escrutinio público, y lo que hemos visto desde entonces ha sido un cambio en su actividad, alejándose de la zona de las Galápagos y enfocando su actividad en alta mar.

En 2021, la cantidad de embarcaciones bajó a 257, y en 2022 identificamos 447 barcos de pesca de calamar que se mantuvieron a unas 200 millas náuticas de la zona económica exclusiva de las Galápagos.

¿Qué podrían comentar sobre la información que arroja el análisis de los movimientos de las flotas que operan en Sudamérica y específicamente en Chile?

Existen claros patrones estacionales y espaciales en la flota de calamar que opera en la región del Pacífico Suroriental. Por ejemplo, las embarcaciones de pesca de calamar cambiaron sus zonas de pesca a lo largo de 2022, con el mayor esfuerzo de pesca detectado por AIS en septiembre, octubre y noviembre, ubicándose a un promedio de 200 millas náuticas de la ZEE de Ecuador (Galápagos).

El movimiento estacional de la flota de calamar en 2022 se puede caracterizar de la siguiente manera:

  • ● Enero-marzo: Las embarcaciones pesqueras se concentraron cerca del límite occidental de la ZEE de Ecuador (Galápagos).
  • ● Abril-junio: Las embarcaciones pesqueras continuaron operando cerca del límite occidental de la ZEE de Ecuador (Galápagos). En abril, los buques pesqueros cruzan del Atlántico al Pacífico a través del Estrecho de Magallanes.
  • ● Julio-septiembre: Los barcos pesqueros continuaron operando cerca del límite occidental de la ZEE de Ecuador (Galápagos) durante julio y agosto; en agosto, la flota comenzó́ a trasladarse a alta mar adyacente a la ZEE de Perú́. En septiembre, el esfuerzo pesquero se concentra en alta mar adyacente a la ZEE de Perú́.
  • ● Octubre-diciembre: Embarcaciones pesqueras trasladadas a alta mar adyacente a la ZEE de Perú́. Las embarcaciones operaron más al sur, a lo largo de los límites de la ZEE de Perú́ y al oeste de la ZEE de Ecuador (Galápagos). Se observa tránsito de embarcaciones asociadas con la pesca de calamar dentro de la ZEE de Chile en dirección al Atlántico a través del Estrecho de Magallanes.

La actividad de esta flota pesquera está ampliamente distribuida en el Pacífico Sureste, entre los 0 y 20 grados de latitud sur. El análisis de los datos AIS mostró que las áreas de mayor actividad están ubicadas en el lado de alta mar cercano a la ZEE peruana y ecuatoriana (Galápagos). 

En un análisis de la temporada de calamar del 2022, GFW identificó un total de 229 identidades únicas asociadas con embarcaciones de pesca de calamar que transitaron por la ZEE de Chile. Los meses con mayor presencia de barcos pesqueros fueron abril, mayo y junio, con 36, 23 y 118 barcos, respectivamente.

Todas las embarcaciones detectadas dentro de la ZEE de Chile estuvieron transitando, ninguna mostró actividad asociada a pesca aparente. No obstante, se detectaron algunos vacíos en la transmisión de datos AIS de embarcaciones mientras transitaban por dicha ZEE. La mayoría de los vacíos de transmisión probablemente se deban a problemas de hardware tal como el uso de un transpondedor AIS de baja potencia, o si la embarcación está operando en un área con una alta densidad de embarcaciones que utilizan AIS. Independientemente, los vacíos en la transmisión AIS significan que es difícil determinar qué estaba haciendo una embarcación en el mar, y pueden ser un indicador útil, ya que las embarcaciones con vacíos AIS persistentes podrían justificar una inspección adicional, en particular si están terminando un viaje en puerto chileno.

Las regulaciones de Chile sobre el seguimiento de embarcaciones son avanzadas, requiriendo sistemas de posicionamiento satelital a embarcaciones de bandera nacional, barcos de investigación y a las embarcaciones extranjeras que desembarcan en los puertos de Chile. Esto se implementa actualmente a través de la instalación y transmisión de sistemas de monitoreo de embarcaciones.

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