La alianza busca generar el conocimiento necesario para mantener ejemplares de la especie en cautiverio, dado que su estudio tiene complejidades asociadas a su fisiología y comportamiento.
El proyecto de Fomento a la Vinculación Internacional (FOVI) “Desarrollo tecnológico para cultivo y mantención de kril antártico bajo condiciones de cautiverio en acuarios de exhibición del Centro Antártico Internacional”, es desarrollado por el Instituto Antártico Chileno (INACH), Centro ANID Instituto Milenio Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos (BASE), Centro ANID de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Centro IDEAL), Centro Austral de Tecnología Genómica de la Universidad de Magallanes y la División Antártica Australiana (AAD por sus siglas en inglés), y financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) en un monto de 30 millones de pesos por el período de un año.
El principal desafío radica en la dificultad de mantener esta especie en cautiverio, razón por la cual el proyecto se ha asociado con los expertos en el cultivo de kril de renombre internacional So Kawaguchi y Rob King, quienes trabajarán en conjunto con los investigadores e investigadoras a cargo de cada institución: Luis Vargas-Charcoff, Kurt Paschke y Elie Poulin del Instituto Milenio Base; Leyla Cárdenas de la Universidad Austral de Chile y Centro IDEAL; David Medina y Roberto Uribes de la Universidad de Magallanes; y César Cárdenas (con afiliación también al Instituto Milenio BASE), Lorena Rebolledo, Alejandro Font y Rodolfo Rondón por parte de INACH.
La colaboración incluirá la visita de equipos científicos del INACH a las instalaciones del AAD en Hobart, Tasmania, donde se realizarán intercambios de experiencias y conocimientos. Asimismo, Kawaguchi y King visitarán Punta Arenas para contribuir a la puesta a punto de las infraestructuras y tecnología de las instituciones destinadas a probar los mecanismos para mantener el kril en cautiverio.
Uno de los objetivos centrales del proyecto es establecer una red científica robusta que permita realizar estudios fisiológicos y moleculares exhaustivos sobre esta especie austral. Estas indagaciones generarán conocimientos valiosos que servirán de base para diseñar propuestas de investigación destinadas a participar en diversos llamados a fondos concursables tanto a nivel nacional como internacional, así como la generación de publicaciones científicas.
La importancia de la indagación, según comenta el investigador del INACH Dr. Rodolfo Rondón, radica en la esencialidad del kril para el sustento de diversas especies antárticas. Sin embargo, éste ha sido objeto de estudios centrados principalmente en pesquerías, siendo escasos en temáticas como su bioquímica, genómica funcional y microbioma en la península Antártica. Por lo tanto, los hallazgos que se realicen son vitales para el cuidado en cautiverio, ya que el proceso de cultivo podría alterar su bioquímica, expresión génica y microbioma. Otro punto interesante del proyecto es la realización de experimentaciones para estudiar el impacto que tendrá el cambio climático en esta especie.
“Proyectos similares con el kril antártico no han existido a nivel nacional. En Australia han logrado mantenerlo en cautiverio y cultivarlo desde hace unos 15 años al menos y lo han estudiado con énfasis en las poblaciones del este de la Antártica. Por eso la importancia de estudiar las poblaciones de la península Antártica y mantener individuos de esta especie en cautiverio”, explica Rondón.
El desarrollo tecnológico necesario para la mantención de especies antárticas como el kril, es crítico en el actual contexto que demanda infraestructuras capaces de realizar estudios con variables controladas y prolongados en el tiempo. Esta infraestructura no solo se utilizará con fines investigativos, sino que también podría tener un impacto significativo en la vinculación con la sociedad. Esto facilitará el desarrollo de acuarios de exhibición para especies polares, permitiendo la conexión de la comunidad nacional e internacional con temas de alta relevancia como el cambio climático.
Fuente: BASE