Jota Loyola Crovetto estrena “Antártica: En Búsqueda de la Adaptación” una obra documental que retrata ciencia y esperanza 

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Por Carolina Pérez, Revista Ecociencias.

¿Por qué es la Antártica una pieza clave para la adaptación al cambio climático?. El último proyecto audiovisual del realizador nacional, Jota Loyola Crovetto, lo explica en una majestuosa y emocionante narración, donde científicos y científicas de todo el mundo, se reúnen en el continente blanco para encontrar esperanza frente al cambio climático. 

El periodista y realizador audiovisual, José Manuel Loyola Crovetto, más conocido como Jota”, comenzó su carrera en reconocidos programas de investigación de TV en Chile, por mencionar alguno de ellos, Informe Especial, Por qué en mi Jardín y En La Mira. Luego de obtener una Beca Chile, se tituló de Máster en Políticas Públicas, en la Universidad de Bristol en Inglaterra, donde recibió el Premio “Special Citizenship Award” por la Escuela de Estudios Públicos. Tras vivir un par de años en el Reino Unido, regresó a Chile para dirigir la coproducción internacional “Secreto Ancestral”, serie que se ha transmitido en América, Europa y Medio Oriente, y que obtuvo el Gran Premio América Latina de la RED TAL TV.

Su trayectoria lo devolvió a Chile, para en 2023, dirigir su primera serie infantil “Laboratorio Chatarra”, producción que fue nominada a los Prix Jeunesse, los premios más importantes de la televisión infantil a nivel mundial.

Jota Loyola C. en Antártica.

Este 2024, Jota Loyola, estrena una vez más de la mano de La Ventana Cine, su primer largometraje documental, titulado “Antártica: En Búsqueda de la Adaptación”, filme en el que conocemos a través de los ojos de científicos y científicas, el biodiverso y magnífico continente blanco, mientras buscan claves esperanzadoras para abordar la crisis climática. En esta entrevista, su autor, cuenta a Ecociencias el gran viaje emprendido al lugar más extremo del planeta.

¿Cómo nace la idea de hacer un proyecto documental sobre la Antártica?

Este documental nace mientras dirigía mi primera serie documental en La Ventana Cine: Secreto Ancestral. Esa serie nos permitió conocer la intimidad de rituales de sanación indígena desde el desierto en la frontera entre Estados Unidos y México, la Sierra en Oaxaca, las ruinas de Tikal en Guatemala, al interior de la Amazonía, la profundidad de la pampa andina en Bolivia, hasta los bosques de araucarias en Chile. Éramos un equipo entusiasta por aventuras, que teníamos como objetivo investigar y contar nuevas historias. Al productor Juan Ramírez, se le ocurrió que el siguiente paso debía ser la Antártica. La idea cautivó la atención de los socios de La Ventana Cine -Carola Fuentes y Rafael Valdeavellano- quienes hicieron una gran apuesta por esta producción. Era un tremendo desafío llegar hasta un lugar tan remoto y de tan difícil acceso. Son muy pocas las personas que tienen la posibilidad de viajar hasta allá, pero parecía una buena idea. La Antártica estaba en nuestro imaginario como un lugar hermoso, lleno de vida salvaje, inhóspito y absolutamente desconocido. Era un sueño para nosotros como realizadores audiovisuales, hacer un registro ahí. Recibimos varios apoyos, del Instituto Antártico Chileno (INACH), de CORFO, de la Embajada de EEUU en Chile, del proyecto Icebridge de la NASA y se sumó Geósfera como productor asociado. Y tras algunas participaciones en laboratorios y mercados internacionales de la industria audiovisual, la idea original de serie, pasó a ser un documental unitario.

Sus hallazgos esperan ser una luz en el oscuro panorama que presenta la crisis climática.

La primera expedición la realicé junto al director de fotografía Sebastián “Benito” Caro. Participamos en la Expedición Científica Antártica (ECA 54) en enero de 2018, en una campaña marítima a bordo del buque Aquiles de la Armada de Chile. Íbamos junto a un grupo de alrededor de 20 científicos de todo el mundo: Chile, Brasil, Francia, EEUU, Polonia. Iba también un equipo de la Revista Natgeo, oficiales y tripulantes de la Armada y otros invitados. Fue allí, en medio de los hielos eternos que descubrí cuál era la historia que quería contar: la Ciencia Antártica como una esperanza en medio del cambio climático. En ese entonces se hablaba del “global warming”, aún no recibía la etiqueta de “crisis climática”. Por lo tanto, para el estreno del documental durante 2024, tengo la sensación de que tuvimos buen olfato. La Antártica concentra parte de la atención mundial en el contexto de esta crisis. Y este año en Chile se celebrará la Conferencia Abierta y las Reuniones Bienales del Comité Científico de Investigaciones Antárticas (SCAR, por su sigla en inglés). Será en el mes de agosto, en Pucón, y se espera la congregación de cerca de mil personas asociadas a materias antárticas. El evento organizado por Chile, es una oportunidad para posicionarnos como centinelas. Nuestro documental “Antártica: En Búsqueda de la Adaptación” será exhibido durante la conferencia. 

Jota junto al director de fotografía, Sebastián “Benito” Caro.

¿Cómo las investigaciones científicas ayudan a nuestra comprensión del cambio climático y sus impactos en la Antártica?

Las investigaciones de estos científicos y científicas contribuyen a la mejor comprensión de los efectos del cambio climático en la Antártica en diferentes formas. La primera y más evidente, es que están realizando investigaciones que expanden las fronteras del conocimiento científico. Independientemente de las conclusiones, el sólo hecho de investigar permite tener nuevas herramientas para la comprensión de problemáticas. En segundo lugar, empatizo con el sacrificio de llegar a un lugar tan aislado para hacer investigación, porque experimenté emociones similares. Tercero, y a mí modo de ver lo más importante, pese a la abrumadora data disponible sobre los cambios que sufre la Antártica por el aumento de las temperaturas, estas científicas y científicos tienen un genuino optimismo. Aún estamos a tiempo para detener el avance acelerado del calentamiento global. Y cuando tú los escuchas de primera fuente –en medio de los hielos– la verdad es que eso genera esperanza. Este es el mensaje más importante del documental. Estamos en una verdadera crisis, pero todavía hay esperanza. Un sentimiento movilizador. El discurso del catastrofismo nos ha llevado a la inacción, porque genera desilusión. Y cuando tú pierdes la ilusión, lo pierdes todo. Sin ilusión es imposible trabajar por un mundo mejor. Por eso para mí es tan importante insistir en que aún hay esperanza.

Jota L. a bordo del buque junto a grupo de científicos.

Para rodar el documental, el equipo de La Ventana Cine realizó dos expediciones, ambas experiencias Jota Loyola las describe como únicas. Primero, a bordo del ECA 54, buque de la Armada de Chile, en el que evidenció el despliegue del navío en los desafiantes océanos antárticos y la segunda en el avión Icebridge de la NASA. 

Cruzamos el mar más violento del mundo: el Mar de Drake. Estuvimos dos días encerrados en nuestras habitaciones, porque el oleaje era tan fuerte que no se podía circular por los espacios comunes del barco. Las náuseas a ratos fueron incontrolables. Mi señora estaba esperando a nuestro primer hijo, fue durante el viaje que recibí un comunicado, entregado por el propio capitán del buque, donde me contaban que era un niño. Me cuesta transmitir en palabras la emoción que sentí. Un gran gesto. En el buque conocí a un grupo de científicas y científicos, en esta especie de “reality” por esas casi tres semanas a bordo. Comprendí que no éramos tan distintos, a todos nos movilizaba la curiosidad. Todos habíamos dejado nuestras casas y el viaje suponía riesgos. Esa complicidad de estar viviendo un espacio de tiempo común, significó que nuestros lazos se estrecharan como no hubiera sido posible de otra manera. Juntos recorrimos las Islas Shetland del Sur de la Península Antártica y estuvimos en lugares tan especiales como Bahía Paraíso (el lugar con los glaciares más hermosos), Isla Decepción (un volcán submarino con fumarolas activas en la playa) y alojé en la Base Escudero en la Isla Rey Jorge. En este último, observé parte de las dinámicas de convivencia con otros países colindantes a la base científica de INACH. Visité, por ejemplo, la base de China. Toda una experiencia.

Jota recibe la noticia del nacimiento de su hijo, por parte del capitán.

La segunda expedición a bordo del avión Icebridge de la NASA, fue una operación que recabó datos con una nave especialmente equipada de instrumentos para medir el retroceso de los hielos. La operación se realizó durante pocos años, mientras entraba en funcionamiento el satélite ICE-SAT 2. Estas mediciones antes eran realizadas por un primer satélite, el ICE-SAT 1 y durante el período de transición, se realizaron estos vuelos. No sólo tuvimos la fortuna de participar, sino que además el equipo voló en un recorrido que se realizó durante dos noches seguidas.

La descentralización del conocimiento: El estreno simultáneo de la película en tres regiones del país y su exhibición en el Festival Santiago Wild de Ladera Sur.

Los protagonistas de estas historias no viven en Santiago de Chile. Renato Borrás, quien junto con ser productor asociado del documental con Geósfera y que realizó una cámara testimonial para el registro de su propia historia, ha desarrollado gran parte de sus investigaciones teniendo como base Punta Arenas. Ahora trabaja afuera y lo visitamos en la Universidad de Baylor en Texas. Angélica Casanova, vive entre Concepción y Temuco; la investigación contenida en el documental la realiza para la Universidad Católica de Temuco. También la visitamos a ella y a Gisele Dantas, en Belo Horizonte en Brasil. El único que reside en una capital es John Sonntag, el científico de la NASA. Trabajó por años en el Goddard Space Center en Maryland, Washington DC y tuvimos la oportunidad de visitarlo en su casa y también en la NASA. Otra gran experiencia. Es decir, el desarrollo de la ciencia se realiza independiente de las capitales principales. Y así como se desarrolla, también es pertinente que se difunda. Por eso, “Antártica: En Búsqueda de la Adaptación” tendrá estrenos simultáneos en las regiones de Maule, Los Ríos y Magallanes. Sus exhibiciones comienzan en regiones para luego trasladarse a la capital, donde ha sido incluido en la Selección Oficial del Festival Santiago Wild. Luego, en agosto, se presentará en Pucón, en el contexto de la Conferencia SCAR. La proyección es también estrenar fuera de Chile próximamente.

¿Cómo observas el impacto de la colaboración internacional en territorio Antártico?

Esta es una de las características principales de la Antártica. Así quedó definido por el Tratado Antártico Internacional, donde Chile es uno de los 12 países signatarios. Según este acuerdo, la Antártica está para la paz y para la ciencia. Y aquello que dicta el papel ocurre en la práctica: soy testigo de cómo distintos cuerpos científicos colaboran en el territorio para lograr los objetivos de la investigación. Desde la toma de muestras, el acompañamiento durante la investigación, el cruce de datos y sus conclusiones. 

¿Qué acciones podrían ser necesarias a nivel político, científico o social para abordar esta crisis y proteger los ecosistemas vulnerables como la Antártica?

Es una pregunta muy difícil.  Una primera reflexión es la importancia de mantener el Tratado Antártico Internacional, el que podría verse amenazado por los intereses económicos de algunas potencias. La Antártica tiene grandes riquezas y hasta ahora se ha delimitado la explotación de la mayoría de ellas. Por otro lado, incluso sería prudente pensar en aumentar algunas exigencias sobre este tratado. Por ejemplo, asociadas al turismo. ¿Cómo vamos a delimitar el turismo a ciertos espacios?, ¿Se podrían dejar ciertos (ojalá inmensos) spots intocables para la reproducción de la vida? Esta es una gran pregunta, porque el turismo en Antártica está en expansión y es probable que no lo podamos detener. Todos tenemos el legítimo derecho de conocer este lugar tan hermoso. Entonces, ¿cómo le ponemos fronteras? Porque la llegada de barcos desde los distintos continentes no sólo supone la llegada de personas extranjeras. Junto a los barcos y las personas, también llegan especies invasoras pegadas en los cascos de las embarcaciones o incluso en los zapatos. También está la amenaza de transmitir enfermedades que puedan impactar en las poblaciones del continente blanco. Un reflejo de esto es la Gripe Aviar, que ha causado estragos en los pingüinos antárticos. Este año ya conocimos la noticia de la infección de pingüinos emperadores, que son los más aislados de todos, en pleno corazón del continente. Este es un gran desafío que debemos enfrentar como especie.

¿Qué otros proyectos audiovisuales tienes en mente?

“Antártica: En Búsqueda de la Adaptación” es mi primer largometraje documental. Y creo que hicimos un buen match entre ciencia, educación y nuevos conocimientos, en un lenguaje atractivo, que logra entretener. Para mí es la mejor combinación de todas: informar y entretener. Es también el mayor desafío: capturar nuevas audiencias con contenidos que generen mayores conocimientos, que propongan debate, pero que a la vez disfruten de la experiencia. Soy padre de niños/as aún pequeños y he aprendido mucho de ellos: si quieres que ese niño o esa niña adquiera un nuevo conocimiento, debe estar en actitud de aprender. Debes lograr que preste atención: racional y emocional. Abrir la mayor cantidad de conexiones neuronales para integrar aprendizajes. Los adultos no somos tan distintos a eso. Quiero seguir trabajando en este tipo de formatos. En la ECA 54 conocí a un científico polaco que era un personaje extraordinario. Él me dijo que sufría de la enfermedad antártica: quien la visita una vez, soñará con el día de volver a visitarla nuevamente. 

La última obra cinematográfica de Loyola Crovetto es una pieza que reúne imágenes emocionantes y abrumadoras que dan cuenta de la increíble biodiversidad que yace en un territorio extremo y hostil. Sin embargo, el sentido es dejar de lado la desesperanza, e invitarnos a la acción.

Trailer en VIMEO

FECHAS ESTRENO:

“Antártica: En Búsqueda de la Adaptación” se estrenará al público a partir de abril de 2024:

  1. Universidad de Magallanes, región de Magallanes y la Antártica chilena, 29 de abril 2024.
  2. Universidad Austral, región de Los Ríos, 02 de mayo 2024.
  3. Universidad de Talca, región del Maule, 06 de mayo 2024.
  4. Exhibición en el festival de naturaleza y medio ambiente “Santiago Wild” en Santiago, desde el 09 al 23 de mayo.
  5. Exhibición en conferencia bianual del Comité Científico de Investigaciones Antárticas (SCAR) y el Instituto Chileno Antártico (INACH), agosto 2024 en Pucón. Se espera la asistencia de más de 1.200 científicos antárticos.
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