En el estrecho de Magallanes y seno Almirantazgo, un grupo de científicos llevó a cabo una expedición para monitorear los bosques de macroalgas. El trabajo es considerado inédito.
Estudiar el potencial de los bosques submarinos de huiro para mitigar la crisis climática a través del almacenamiento de carbono en sus tejidos y sedimentos fueron parte de los objetivos de la campaña desarrollada por el Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh), en conjunto con la Universidad de Western Australia.
El monitoreo submarino se desarrolló en el estrecho de Magallanes y en el seno Almirantazgo a través de actividades de investigación sobre ecología y fisiología del huiro, cuyo nombre científico es Macrocystis pyrifera. En tanto, también se llevaron a cabo tomas de muestras de sedimentos, agua y algas en dos fiordos tributarios del seno Almirantazgo, fiordo Ainsworth y fiordo Brookes, próximo a los glaciares Marinelli y Gallegos.
El Dr. Iván Gómez, director del Centro IDEAL y líder de este proyecto, califica esta investigación en torno al carbono azul como un hito. “Este estudio es importante, debido a que recaba información de terreno que sirve para validar diferentes modelos. La presencia de glaciares aledaños son un punto focal, dado que el carbono proveniente de las algas se puede depositar y enterrar en estos sistemas por años. En este sentido, el rol del Centro IDEAL es crucial, pues ya tenemos una experiencia de varios años trabajando en los bosques de huiro de la región y además podemos acceder a lugares prácticamente desconocidos para la gran mayoría de nuestros colegas extranjeros”, indica.
El también académico del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas (ICML) de la UACh sostiene que “es la primera vez que se hace un monitoreo submarino que abarca las características fisiológicas y las características morfométricas para ver las biomasas que estas macroalgas alcanzan; y, sobre todo, molecular, con el objetivo de capturar la presencia de material algal en estos sedimentos y en el agua circundante”.
El Dr. Gómez, quien ha participado y coordinado diversos proyectos de investigación enfocados en las comunidades de algas de diferentes sistemas costeros, reconoce que “la expedición fue un éxito, dado que observamos in situ las características de estos lugares para proyectar futuras expediciones y fue el punto de partida para una colaboración que se prevé muy fructífera. Las capacidades del Centro IDEAL y de la Universidad de Western Australia convergerán para avanzar de forma importante en el conocimiento del rol del huiro en los procesos globales”.
En tanto, el Dr. Mauricio Palacios, investigador del Centro IDEAL y de la Fundación Rewilding Chile, menciona que “los ecosistemas de algas de la Patagonia se han mantenido sin mayores alteraciones en los últimos doscientos años. No está pasando lo mismo en Australia, Nueva Zelanda o California. Es por eso que este tipo de estudios son importantes desde el punto de vista de la conservación y para potenciar el rol de los ecosistemas de algas como capturadores de carbono”.
Por su parte, el Dr. Albert Passarrodona, investigador en UWA Oceans Institute & School of Biological Sciences, de la Universidad de Western Australia y Conservation International, considera que “es importante sacar datos y ver dónde hay mayor presencia de estos bosques, así como realizar la validación de modelos más globales a una escala más local y más pequeña”. Agrega que “los bosques de aquí son únicos porque son muy extensos y al parecer no han cambiado mucho. Es posible que durante centenas de años hayan ido acumulando carbono en los sedimentos. Es importante entender su rol y si este es persistente a lo largo del tiempo”.
El proyecto, que también está integrado por los asistentes de investigación Dayane Osman y Jaime Loaiza, busca además evaluar la capacidad del huiro de ocupar nuevos sustratos que están siendo abiertos debido al retroceso de los glaciares.
Fuente Centro IDEAL