Equipo de arqueólogos descubre en Perú un templo y un teatro de hace 4.000 años

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La talla de una figura de pájaro mitológico insinúa los orígenes de la religión antigua

 

Un equipo de arqueólogos, dirigido por el científico del Museo Field Luis Muro Ynoñán, ha desenterrado los restos de lo que parece ser un templo y teatro de cuatro mil años de antigüedad en la costa de Perú. “Fue asombroso”, dice Muro Ynoñán, científico investigador del Centro de Investigación Integrativa Negaunee del Museo Field de Chicago. “Este descubrimiento nos habla de los orígenes tempranos de la religión en el Perú. Todavía sabemos muy poco sobre cómo y bajo qué circunstancias surgieron sistemas de creencias complejos en los Andes, y ahora tenemos evidencia sobre algunos de los primeros espacios religiosos que la gente estaba creando en esta parte del mundo”.

El sitio arqueológico más famoso de Perú, la ciudadela de Machu Picchu, fue construida por el Imperio Inca hace unos 600 años, en el siglo XV d.C. El templo recién descubierto es anterior a Machu Picchu en aproximadamente 3.500 años y fue construido mucho antes que los incas y sus predecesores, incluidas las culturas Moche y Nazca. “No sabemos cómo se llamaban a sí mismas estas personas ni cómo se referían otras personas a ellas. Todo lo que sabemos de ellos proviene de lo que crearon: sus casas, templos y ajuares funerarios”, afirma Muro Ynoñan.

Muro Ynoñán y su equipo conocieron el nuevo sitio arqueológico, La Otra Banda, Cerro Las Animas, en 2023. El gobierno local se acercó para alertarlos sobre los saqueos que se estaban produciendo cerca del histórico pueblo de Zaña, y llamó a que estudiaran el área antes de que fuera destruida. Los partidarios, incluidos Dumbarton Oaks, Arqueología en Acción y la Pontificia Universidad Católica del Perú, recaudaron fondos para excavar el sitio, y los arqueólogos comenzaron a excavar en junio de 2024.

El científico del Museo Field Luis Muro Ynoñán con el tallado de una criatura ave mitológica en La Otra Banda, Cerro Las Animas.

El equipo seleccionó una parcela de aproximadamente 33 por 33 pies (10 por 10 metros) y comenzó a eliminar lentamente el sedimento que se había acumulado a lo largo de milenios. A sólo dos metros de profundidad, el equipo encontró signos de antiguos muros hechos de barro y arcilla. “Fue muy sorprendente que estas estructuras tan antiguas estuvieran tan cerca de la superficie moderna”, dice Muro Ynoñan.

A medida que excavaban más profundamente, los arqueólogos encontraron evidencia de que el sitio alguna vez albergó un templo. “Creemos que en la ladera de la montaña se construyó un gran templo y hemos encontrado una sección”, dice Muro Ynoñan. “Una de las cosas más interesantes que encontramos fue un pequeño teatro, con un área detrás del escenario y una escalera que conducía a una plataforma similar a un escenario. Esto podría haberse utilizado para representaciones rituales frente a una audiencia seleccionada”.

Flanqueando una de las escaleras del teatro, el equipo encontró paneles de barro decorados con elaborados diseños tallados que mostraban una criatura parecida a un pájaro. “Es un diseño muy hermoso y, al mismo tiempo, intrigante, de una criatura mitológica; es como un pájaro antropomórfico, pero con algunos rasgos reptilianos”, dice Muro Ynoñán.

Esta figura llamó la atención de los arqueólogos porque da pistas importantes sobre cuándo se construyó el templo y cómo se relaciona esta construcción con otros templos antiguos construidos por los primeros grupos de los Andes.

En Perú se han encontrado otras imágenes de criaturas mitológicas similares a la encontrada por el equipo de Muro Ynoñán, que datan de lo que los arqueólogos llaman el Período Inicial, hace aproximadamente 4.000 años. (A pesar del nombre, la gente del Período Inicial no fue la primera en vivir en la región: la gente ha habitado Perú durante 15.000 años. Alrededor de 5000-3000 a. C., llamado Período Precerámico, la gente de la costa de Perú comenzó a crear sociedades y complejos políticos. Después vino el Período Inicial, que comenzó alrededor del 2000 a. C. y duró hasta el 900 a. C.).

“El Período Inicial es importante porque es cuando empezamos a ver evidencia de una religión institucionalizada en el Perú”, dice Muro Ynoñan. “La criatura ave en este templo se asemeja a una figura conocida de la región de Chavín, casi 500 años después. Este nuevo sitio podría ayudar a revelar los orígenes de esta religión”.

Los arqueólogos también encontraron varios grandes murales pintados en las paredes. Muro Ynoñán también está especializado en el análisis de pigmentos en pintura; La composición química de los pigmentos puede revelar de dónde provienen y, a su vez, puede mostrar con quién comerciaban los pueblos antiguos. “Recolecté muestras de los pigmentos de los murales y las traeré de regreso al Museo Field este otoño para estudiarlas en nuestro laboratorio de análisis elemental”, dice Muro Ynoñán. “También enviaré muestras para análisis de datación por carbono, para confirmar la antigüedad del sitio”.

Las pistas que este sitio da sobre los orígenes de religiones complejas en la zona tienen lecciones más amplias para la humanidad, dice Muro Ynoñan. “La gente aquí creó percepciones y sistemas religiosos complejos sobre su cosmos”, dice. “La religión fue un aspecto importante del surgimiento de la autoridad política. La gente usaba la religión para ejercer control sobre los demás, los primeros líderes personificaban figuras mitológicas en representaciones. Nos da una idea de la mente humana porque hoy en día la religión todavía se utiliza como herramienta con fines políticos”.

Más allá de la trascendencia científica de los hallazgos, Muro Ynoñán tiene una conexión personal con este descubrimiento. “Esta es la historia de mis propios antepasados. Tanto la familia de mi madre como la de mi padre provienen de esta zona, por lo que fue realmente increíble encontrarme cara a cara con estas representaciones de un dios antiguo que era tan importante para estos grupos antiguos”, dice. “Mi conexión con esto es tan especial, tan profunda”.

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