En el Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) lograron aplicar su experiencia y desarrollo de herramientas para crear un sistema que mide y entrega información sobre humedad y deslizamientos de terreno, lo que ayudaría a anticipar posibles derrumbes y prevenir catástrofes.
Dentro de las áreas de trabajo del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), está el área de Transferencia Tecnológica, que busca impulsar el desarrollo de tecnologías de alto nivel en Chile, apoyando iniciativas de instrumentación astronómica y de computación. Y, al mismo tiempo, conectar dichas capacidades tecnológicas y el conocimiento de investigadoras e investigadores del Centro con las necesidades de la industria y la sociedad.
“En ese sentido, estamos enfocados en que la experiencia de estudios, junto al desarrollo de tecnologías y herramientas que utilizamos para avances en Astrofísica, como la sincronización de radiotelescopios, también podamos aplicarlas en otras áreas, como la minería, la agricultura, prevención de catástrofes y otros ámbitos que aporten al desarrollo del país”, comenta Felipe Guajardo Ingeniero de Transferencia Tecnológica del CATA.
En este escenario, se logró desarrollar un sistema llamado TPR (Telemetría para Pilas y Relaves), que permite hacer mediciones de temperatura, humedad y vector de gravedad (movimiento de terrenos).
Con ello, por ejemplo, es posible ver si hay niveles de saturación de agua en una zona y también descubrir variaciones mínimas de movimiento de masas, gracias a un acelerómetro, que permitirían anticipar la ocurrencia de aludes y socavones, como los vistos recientemente en nuestro país.
Cómo funciona el TPR
El TPR opera con estacas que se entierran en las zonas de estudio y recopilan información a través del equipamiento desarrollado por el área de Transferencia Tecnológica del CATA, en los laboratorios de Ondas Milimétricas de la Universidad de Chile.
Dicha data es enviada, de forma inalámbrica, a una central que puede estar a varios kilómetros de distancia donde los datos se procesan y deja a disposición del usuario en un sitio web. Las variables se pueden analizar en tiempo real y generar alarmas si un terreno se está saturando de agua, o si se está inclinando.
El TPR desarrollado por CATA, inicialmente fue pensado para el sector minero con el fin de monitorear y controlar el riego y humedad de pilas de lixiviación y relaves, de ahí su nombre. En paralelo, se vislumbró su utilidad para el estudio de zonas poblacionales críticas con posibilidades de remoción de masas (aluviones).
“La tecnología no tiene un alto costo, es fácil de implementar y la distribución de las estacas se hace de acuerdo a los requerimientos de información, para lograr un mapeo de la zona. Después, corresponde a un geólogo o profesional del área hacer una interpretación de los datos que van entregando los distintos puntos estudiados. Una ventaja es que las estacas utilizan un panel solar, lo que les da autonomía energética”, agrega Felipe Guajardo Ingeniero del CATA.
La aplicación del TPR desarrollado por el CATA es amplia como control zonas de riesgo de remoción en masa (deslizamientos y aluviones); monitorización de terrenos agrícolas, acuíferos y nivel freático; rellenos sanitarios; control de residuos líquidos industriales, y otras especificidades de áreas como la hidrología, agronomía, geología y geofísica.