En un rincón remoto y casi inaccesible de la Patagonia chilena, una diminuta planta ha resurgido del olvido científico. Se trata de Euphrasia perpusilla, una especie endémica descrita hace 164 años por el naturalista alemán Rudolph A. Philippi y que, hasta hace poco, era considerada un enigma botánico. Este redescubrimiento, ocurrido en junio de este año y depositado en el Herbario Regional del Museo Regional de Aysén, representa un hito notable en la ciencia y la biodiversidad de la región.
Tesoro botánico vinculado al pasado
Con un ciclo de vida anual y una altura que rara vez supera el centímetro, Euphrasia perpusilla es una especie difícil de localizar, lo que explica en parte su larga desaparición de los registros científicos. Esta pequeña planta, sin embargo, posee una importancia monumental para los estudios de biodiversidad. Gracias a los esfuerzos del botánico Patricio Saldivia y su equipo, la existencia de esta especie ya no es dudosa, sino una realidad fascinante que subraya la riqueza biológica de los archipiélagos patagónicos.
“Es relevante comentar que E. perpusilla es extremadamente rara; sin embargo, la falta de colecciones se debe muy probablemente a su pequeño tamaño, a su ciclo de vida anual y al dificil acceso a la zona de los archipiélagos patagónicos”, complementan Jimena Arriagada y Víctor Ardiles, quienes además destacaron la importancia de este redescubrimiento para la flora chilena.
La historia de E. perpusilla se remonta a 1858, cuando fue descrita por Philippi a partir de material recolectado por Francisco Fonck, un médico y naturalista alemán que exploró el archipiélago de Chonos en una expedición hidrográfica. Aunque el material original se perdió con el tiempo, la descripción morfológica de Philippi, aunque concisa, fue suficiente para que Saldivia identificara con precisión los ejemplares recientemente recolectados.
Las características vegetativas y florales observadas en los nuevos ejemplares coinciden casi a la perfección con las descritas hace más de un siglo y medio. En particular, los lóbulos apicales redondeados del cáliz, un rasgo distintivo de E. perpusilla, permitieron diferenciarla de otras especies sudamericanas, que presentan lóbulos con ápices agudos.
El redescubrimiento en la Reserva Nacional Katalalixar
El hallazgo ocurrió en una zona remota de la Reserva Nacional Katalalixar, en la Isla Campana, donde Saldivia y sus colegas encontraron a E. perpusilla creciendo en turberas pulvinadas, un ecosistema higrófilo dominado por especies como Donatia fascicularis y Astelia pumila. Inicialmente, Saldivia pensó que se trataba de una especie nueva, pero una revisión exhaustiva de la literatura taxonómica e histórica reveló la verdadera identidad de la planta.
Este redescubrimiento amplía nuestra comprensión de la distribución geográfica de E. perpusilla, sugiriendo que podría estar presente en otros archipiélagos de la región de Aysén e incluso en la zona norte de la región de Magallanes.
Conservación
Aunque aún no se ha determinado el estado de conservación de Euphrasia perpusilla, su redescubrimiento subraya la necesidad de seguir explorando y documentando la biodiversidad en áreas remotas como la Patagonia chilena. Este pequeño gigante del reino vegetal nos recuerda que, incluso en el rincón más alejado del mundo, la naturaleza guarda secretos esperando ser desvelados.
