El proyecto “8 Senderos de Ribera”, impulsado por el Gobierno Regional en conjunto con la Fundación Sendero de Chile y el Fondo de Agua Santiago-Maipo, representa una innovadora iniciativa orientada a la restauración y puesta en valor de las riberas del Río Maipo, un ecosistema vital para la Región Metropolitana. Esta acción no solo busca recuperar un entorno natural gravemente afectado por la actividad humana, sino que también promueve un enfoque integrador que combina senderismo, educación ambiental y un diseño participativo.
Actualmente, “8 Senderos de Ribera” se encuentra en la fase de vinculación territorial e implementación de talleres de diseño participativo con cada una de las siete comunas beneficiadas: San José de Maipo, Pirque, Melipilla, El Monte, Peñaflor, Curacaví e Isla de Maipo (que tendría dos senderos), convocando a todos los actores relevantes de la sociedad civil, como juntas de vecinos, organizaciones deportivas, culturales, ambientalistas y científicas, entre otras.
El Río Maipo, que abastece el 80% del agua consumida en la región, ha sido objeto de degradación severa debido a malas prácticas, como la extracción ilegal de áridos y el vertido de escombros. A través de “8 Senderos de Ribera”, se busca revertir este daño, promoviendo un uso responsable de las riberas y fortaleciendo la gobernanza local para asegurar la protección y recuperación de estos valiosos territorios.
Hasta ahora, en conjunto con los municipios de cada comuna, y después de realizar prospecciones de terreno junto a los equipos designados, se ha evaluado la viabilidad de constituir un parque de ribera en un tramo determinado, un lugar que pueda ser un espacio de salud, educación y bienestar para la comunidad, además de ayudar en la restauración de la biodiversidad nativa de la ribera, fomentando así un uso responsable de nuestros bienes nacionales de uso público y contribuir a su recuperación. 
Este proyecto es una oportunidad única para que la comunidad se involucre en la construcción de un futuro más sostenible y en la preservación de un recurso natural crucial para la vida en la región. La participación activa de la sociedad civil en este proceso es fundamental para garantizar que los senderos y parques resultantes reflejen las necesidades y deseos de quienes más los utilizan, fomentando un sentido de responsabilidad y cuidado por el entorno natural.
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