El calor que producen ciertas plantas ha sido clave en la evolución de la polinización por insectos

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Un reciente estudio liderado por el Instituto Botánico de Barcelona (IBB-CSIC-CMCNB) sugiere que la termogénesis, la capacidad de ciertas plantas para generar calor, ha sido esencial en la atracción de insectos polinizadores durante al menos 200 millones de años. La investigación, publicada en Nature Plants, compara plantas modernas con sus ancestros fósiles y destaca cómo esta adaptación metabólica desempeñó un papel crucial en la coevolución de plantas e insectos desde el Jurásico.

Termogénesis, un proceso crucial en plantas, polinizadores y evidencias fósiles 

Aunque comúnmente se asocia la termogénesis con los animales, algunas plantas también han desarrollado esta capacidad. Actualmente, plantas como las cícadas y ciertas angiospermas (plantas con flores) dependen de la generación de calor para volatilizar compuestos químicos y atraer a insectos polinizadores como escarabajos y moscas. Este calor no solo facilita la dispersión de fragancias, sino que también estabiliza los órganos reproductivos en climas fríos, asegurando una mayor eficiencia en la polinización.

Si bien la termogénesis no puede observarse directamente en fósiles, los científicos han identificado estructuras anatómicas en plantas fósiles que sugieren su existencia. El equipo internacional detrás de este estudio examinó plantas modernas y fósiles, revelando que este mecanismo podría haber surgido mucho antes de lo que se pensaba, contribuyendo al éxito evolutivo de las plantas con semillas.

La termogénesis está presente en plantas como la Macrozamia communis, que elevan la temperatura de sus órganos reproductores cuando están en floración para atraer insectos polinizadores. / R. Oberprieler, Y. Hsiao

Según David Peris, investigador del IBB y primer autor del estudio, “la termogénesis podría haber sido un factor crucial en el éxito evolutivo tanto de las plantas con semillas como de sus polinizadores”. La investigación sugiere que la termogénesis pudo haber precedido a otras estrategias de atracción de polinizadores, como los colores llamativos, y que jugó un papel clave en la adaptación a los cambios climáticos del Mesozoico.

Implicaciones evolutivas

La termogénesis también está vinculada a la organización de las estructuras reproductivas en plantas antiguas, como la formación de cámaras que podrían haber capturado insectos polinizadores. Este estudio abre nuevas vías para explorar cómo la interacción entre plantas e insectos influyó en la diversificación de ambos grupos.

Iván Pérez-Lorenzo, también investigador del IBB, concluye que “la termogénesis no es solo una curiosidad botánica, sino un factor clave para comprender el éxito evolutivo de los insectos y las angiospermas, los grupos más diversos de organismos en la actualidad”.

Este descubrimiento aporta nuevos conocimientos sobre la evolución de las estrategias de polinización y su relación con el ambiente y los cambios climáticos a lo largo de millones de años.

 

Artículo de referencia:

Peris, D., Postigo-Mijarra, J. M., Peñalver, E., Pellicer, J., Labandeira, C. C., Peña-Kairath, C., Pérez-Lorenzo, I., Sauquet, H., Delclòs, X., & Barrón, E. (2024)The impact of thermogenesis on the origin of insect pollinationNature Plants. DOI: 10.1038/s41477-024-01775-z

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