Las gorgonias rojas (Paramuricea clavata), una especie clave del ecosistema del mar Mediterráneo, están viendo disminuir su capacidad de resistir y recuperarse tras las olas de calor marinas. Este fenómeno ha sido estudiado por un equipo de científicos de la Universidad de Barcelona, quienes han investigado cómo estos eventos extremos, que han aumentado en frecuencia e intensidad debido al cambio climático, afectan a las poblaciones de esta especie. Los resultados, publicados en Journal of Animal Ecology, advierten que estos fenómenos están acelerando la vulnerabilidad de la gorgonia roja, reduciendo su capacidad de adaptación frente a futuras perturbaciones, lo que aumenta significativamente su riesgo de extinción. Según los expertos, este impacto negativo puede desestabilizar gravemente los ecosistemas marinos del Mediterráneo.
La gorgonia roja es una especie fundamental en las comunidades del coralígeno, un tipo de hábitat que se caracteriza por su alta biodiversidad y que alberga aproximadamente el 10 % de las especies del Mediterráneo. Como señala el profesor Pol Capdevila, de la Facultad de Biología e investigador del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la UB (IRBio), primer autor del artículo: «Paramuricea clavata desempeña un papel esencial en estos ecosistemas, y su disminución, o incluso extinción, podría alterar profundamente la estructura y el funcionamiento de los fondos marinos mediterráneos».
El estudio, que se llevó a cabo entre 1999 y 2022 en los parques naturales de Port-Cros y del Montgrí, las Islas Medas y el Baix Ter, consistió en el seguimiento a largo plazo de nueve poblaciones de gorgonia roja. Los resultados muestran que las poblaciones expuestas a olas de calor tienen una menor resistencia y tasas de recuperación más lentas en comparación con las que no han sufrido este tipo de eventos. «Nuestros resultados sugieren que el aumento de la frecuencia de las olas de calor probablemente acelerará la extinción de las poblaciones más someras de P. clavata», comenta Capdevila. Además, añade que después de sufrir una ola de calor, estas poblaciones tienen menos capacidad para resistir y recuperarse de otros tipos de perturbaciones, lo que demuestra una menor resiliencia en un contexto de cambio global.
Este escenario es especialmente preocupante dado que el mar Mediterráneo se ha calentado más rápidamente que los océanos globales, lo que lo convierte en una de las regiones más afectadas por las olas de calor marinas. Según los investigadores, se espera que estos eventos aumenten tanto en frecuencia como en intensidad, incluso en los escenarios más optimistas de cambio climático. Comprender la resiliencia de especies clave como la gorgonia roja es crucial para predecir la viabilidad de los ecosistemas marinos en un futuro afectado por el cambio climático.
El estudio también sugiere que el impacto observado en las gorgonias rojas podría estar ocurriendo en otras áreas del Mediterráneo y, potencialmente, en otras especies de corales. Sin embargo, los autores señalan que es necesario tener cautela al extrapolar estos resultados a otras especies, ya que no todas las especies de corales tienen la misma dinámica poblacional. Mientras que P. clavata depende fuertemente de la supervivencia de sus individuos adultos, otras especies pueden tener ciclos de vida más rápidos, lo que podría influir en su capacidad de recuperación.
En cuanto a la hipótesis de la memoria ecológica, que sugiere que los ecosistemas pueden adaptarse mejor a perturbaciones recurrentes, los resultados del estudio contrastan con esta idea. En el caso de la gorgonia roja, los investigadores encontraron que cuantas más olas de calor experimentaban las poblaciones, menor era su resiliencia frente a futuras perturbaciones. Esto sugiere que los mecanismos de adaptación de los corales tropicales y templados pueden diferir significativamente, debido a sus características fisiológicas y demográficas particulares.
Ante este panorama, los investigadores proponen medidas para mitigar el impacto sobre las poblaciones de gorgonias rojas. A nivel local, sugieren la creación de áreas marinas protegidas y la restricción de actividades recreativas, como el buceo, en las zonas donde se encuentran estas especies. A nivel global, los autores subrayan la necesidad urgente de implementar medidas más eficaces para minimizar el cambio climático, no solo para proteger a las gorgonias rojas, sino también para preservar muchas otras especies que enfrentan amenazas similares.