Estudio busca disminuir micotoxinas cancerígenas en alimentos

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La académica Verónica Carrasco Sánchez, de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca, lidera un innovador estudio orientado a reducir la presencia de micotoxinas en alimentos. Estas sustancias tóxicas, producidas por hongos que proliferan en ambientes cálidos y húmedos, son invisibles y sin olor, por lo que suelen pasar desapercibidas. Sin embargo, su acumulación en el organismo humano y animal está asociada a enfermedades crónicas y al desarrollo de varios tipos de cáncer.

Las micotoxinas, como la patulina y la ocratoxina A, se encuentran comúnmente en productos como jugos de frutas y vinos, así como en alimentos procesados y sin procesar. En el caso de la patulina, presente en jugos y alimentos derivados de manzana, su consumo es particularmente riesgoso en niños. Por su parte, la ocratoxina A es frecuente en vinos y otros derivados de uvas.

“Es extremadamente difícil eliminar estas sustancias una vez que se forman en los alimentos. Pueden acumularse en nuestro organismo y generar daños crónicos”, explicó Carrasco. Además, apuntó que el consumo prolongado de estas toxinas podría estar relacionado con el aumento de algunos tipos de cáncer en Chile, especialmente debido a la aflatoxina B1, un potente agente cancerígeno encontrado en cereales, leche y quesos. De hecho, estudios recientes en Molina han revelado una posible relación entre esta micotoxina y el cáncer vesículobiliar.

El equipo de investigación de Carrasco está explorando el uso de polímeros de origen natural que puedan unirse a las micotoxinas y removerlas de los alimentos. A través de alianzas con empresas locales, esta línea de investigación busca desarrollar técnicas de detección y eliminación de micotoxinas, en especial en alimentos con alto riesgo de contaminación por hongos, como jugos y tomates procesados. Estas iniciativas son parte de un convenio que se está gestionando con la Dirección de Innovación de la Universidad de Talca, con el fin de implementar dichas técnicas en empresas regionales.

El control y la regulación de micotoxinas en los alimentos varía a nivel mundial. En Sudamérica, por ejemplo, los estándares de control no son tan estrictos como en Estados Unidos o Europa. Esto destaca la relevancia de contar con nuevos mecanismos de monitoreo, que no solo protejan la salud pública, sino también fortalezcan la industria alimentaria chilena en el ámbito exportador, donde las exigencias son especialmente rigurosas.

Este estudio pionero promete importantes avances en la seguridad alimentaria y la prevención de enfermedades crónicas, evidenciando la necesidad de un control más riguroso de estos contaminantes invisibles en la región.

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