Science publica petición para proteger los bosques de macroalgas en Latinoamérica, una necesidad científica y ambiental

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Recientemente la revista Science publicó un artículo que pone en discusión la necesidad apremiante de proteger los bosques de macroalgas. En Latinoamérica, estos ecosistemas son críticos tanto para la biodiversidad marina como para la mitigación del cambio climático. Tras el primer encuentro de mapeadores de macroalgas en español, realizado en Punta Arenas y organizado por el Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile, surgió la iniciativa de una carta firmada por más de 230 científicos de 18 países y liderada por el Dr. Nur Arafeh-Dalmau de la Universidad de Stanford. Gracias a dicha colaboración internacional, el llamado urgente para proteger los bosques de macroalgas en las costas de Latinoamérica, fue escuchado, destacando la importancia crítica de estos ecosistemas para la biodiversidad marina y la mitigación del cambio climático.

A raíz de lo anterior, la revista Science, publicó el artículo titulado “Protecting kelp forests” en el que se hace referencia a una serie de acciones concretas para conservar estas comunidades de algas marinas que están siendo gravemente amenazadas por la actividad humana y el cambio climático, destacando la importancia de los bosques de macroalgas, tanto para Latinoamérica, como para el mundo.

“Los bosques de algas sustentan la biodiversidad, el sustento humano y los servicios ecosistémicos esenciales a lo largo del 30% de las costas del mundo, pero están amenazados por las olas de calor marinas, la recolección, la contaminación y la sobrepesca”, Science, 2024.

Los bosques de macroalgas, especialmente el huiro o kelp (Macrocystis pyrifera), constituyen uno de los ecosistemas marinos más productivos. Estos proporcionan hábitats y alimentos para una amplia variedad de especies, desde peces e invertebrados hasta aves marinas. También actúan como poderosos sumideros de carbono, las macroalgas capturan y almacenan CO₂, ayudando a reducir la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Estos bosques capturan carbono a tasas comparables a las de los bosques terrestres, haciéndolos cruciales para los esfuerzos de mitigación climática a nivel global.

Amenazas actuales para los bosques de macroalgas

Pese a su importancia ecológica, estos ecosistemas están bajo una creciente presión en Latinoamérica debido a la explotación no regulada y los efectos del cambio climático. En regiones como las costas de Chile, Perú y México, la sobreexplotación de estas macroalgas para las industrias de la acuicultura y alimentación, han afectado significativamente su regeneración natural. A esto se suma el aumento de la temperatura del agua y la acidificación de los océanos,  factores que impactan su salud, reduciendo la productividad y afectando su capacidad para capturar carbono. En la mencionada carta, los investigadores enfatizan que la desaparición de estos bosques tendría un impacto significativo en los servicios ecosistémicos que brindan, como la pesca y la biodiversidad, además de limitar la capacidad de los océanos para actuar como sumideros de carbono.

Chile como referente en conservación marina y protección de áreas clave

Chile ya tiene aproximadamente el 43% de su zona económica exclusiva bajo figuras de conservación, lo que le confiere un rol destacado en la protección marina a nivel global. Sin embargo, el Dr. Mauricio Palacios, investigador del Centro IDEAL y coautor de la carta, señala que muchas de estas áreas carecen de una gestión efectiva y planes de manejo actualizados. Asimismo indica que el financiamiento sigue siendo insuficiente, lo que limita la implementación de estrategias de conservación efectivas.

Por otra parte, la protección de los bosques de macroalgas también se ha visto impulsada por las comunidades locales. En la región de Magallanes, los pescadores han presionado para establecer una veda de diez años para el huiro (Macrocystis pyrifera), implementada en 2024, en respuesta a la creciente demanda de estos ecosistemas para soportar pesquerías vitales como las de centolla y erizo.

La publicación de Science, enfatiza en las propuestas de la misiva de los científicos con la creación de áreas marinas protegidas (AMPs) en zonas estratégicas de Chile, Perú y México, donde los bosques de macroalgas experimentan una pérdida acelerada. Estas AMPs serían fundamentales para reducir la presión de la explotación y proteger la biodiversidad. A la par de estas medidas, se recomienda implementar políticas de manejo sostenible que involucren a las comunidades locales, promoviendo prácticas de recolección regulada que equilibren las necesidades económicas de las comunidades costeras con la protección ambiental.

Con esto se espera que las áreas protegidas no solo contribuyan a la regeneración de las macroalgas, sino que también actúen como zonas de amortiguación frente a los efectos del cambio climático, permitiendo que continúen proporcionando beneficios ecológicos. Los bosques de macroalgas son, en palabras del artículo, “esenciales para la salud del ecosistema marino”, y por tanto su preservación, es una prioridad global.

Colaboración y acción internacional para la conservación de macroalgas

Es imperativa una acción coordinada a nivel transnacional, con la participación de gobiernos, organizaciones no gubernamentales, la industria y la academia. En ese sentido, resultan de suma importancia políticas que fomenten prácticas sostenibles de recolección en pos de proteger las áreas más vulnerables de los bosques de macroalgas. Así mismo, es relevante la colaboración entre países para abordar los efectos del cambio climático y la acidificación de los océanos, problemática que no reconoce fronteras.

“Estos bosques son fundamentales no solo para los ecosistemas locales, sino también para la salud de los océanos a nivel global. Su degradación no solo afectará a las pesquerías y la biodiversidad, sino también a la capacidad de los océanos de actuar como sumideros de carbono, lo que amplificaría los efectos del cambio climático en todo el planeta”.

Hacia un futuro sostenible para los bosques de macroalgas

La protección de los bosques de macroalgas en Latinoamérica es esencial para la resiliencia de los ecosistemas marinos y para la mitigación del cambio climático. La propuesta de áreas protegidas, junto con prácticas sostenibles de explotación, son clave para asegurar que estos ecosistemas continúen brindando sus beneficios en el futuro. Ante lo anterior, la publicación en Science refuerza la urgencia de este desafío, un desafío que requiere soluciones inmediatas y sostenidas para conservar estos ecosistemas vitales en las próximas décadas.

Revisa el artículo de Science 

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