Un reciente estudio publicado en Environmental Research Letters revela que la Isla de Basura del Pacífico Norte (NPGP, por sus siglas en inglés) está compuesta por plásticos provenientes de todo el mundo, cuya acumulación ha crecido exponencialmente en los últimos años. La investigación, liderada por la organización sin fines de lucro The Ocean Cleanup, analizó datos recolectados entre 2015 y 2022 mediante redes de arrastre, estudios aéreos y extracciones directas, documentando un alarmante aumento en la concentración de plásticos, especialmente fragmentos de pequeño tamaño.
Hallazgos clave
- La cantidad de fragmentos de plástico aumentó de 2,9 kg/km² en 2015 a 14,2 kg/km² en 2022.
- Los microplásticos (0,5-5 mm) crecieron de 960.000 a 1.500.000 fragmentos/km², mientras que los mesoplásticos (5-50 mm) pasaron de 34.000 a 235.000 fragmentos/km² en el mismo período.
- Entre el 74% y el 96% de los plásticos encontrados tiene su origen en fuentes internacionales.
- La concentración de puntos críticos de desechos aumentó de 1 millón/km² a más de 10 millones/km² en siete años.
El volumen de desechos plásticos en esta región supera ampliamente al de los organismos vivos, afectando tanto la vida marina como el ciclo global del carbono. Los microplásticos flotantes están alterando los patrones de alimentación del zooplancton, mientras que los macroplásticos ofrecen un hábitat para especies invasoras, desplazando a las endémicas de esta remota área del Pacífico.
Causas y consecuencias
La acumulación de fragmentos plásticos en la NPGP se debe principalmente a la descomposición de plásticos mal gestionados durante décadas. Según Laurent Lebreton, autor principal del estudio, este fenómeno es una consecuencia directa de la inadecuada gestión de residuos a nivel global.
“Esta contaminación está dañando la vida marina, y apenas estamos comenzando a comprender sus efectos completos. Es urgente tomar acciones globales decisivas”, enfatiza Lebreton.
Un llamado a la acción
Los investigadores advierten que, además de prevenir la contaminación río arriba, es esencial interceptar y eliminar los plásticos presentes en el océano para mitigar la proliferación de microplásticos en las próximas décadas. Este trabajo subraya la necesidad de un tratado global para combatir la contaminación plástica y proteger los ecosistemas marinos de sus efectos devastadores.
La NPGP no solo representa un desafío ecológico, sino también una oportunidad para transformar el enfoque hacia la gestión de plásticos, promoviendo soluciones unificadas y sostenibles a nivel internacional.
Laurent Lebreton et al, Seven years into the North Pacific Garbage Patch: legacy plastic fragments rising disproportionally faster than larger floating objects, Environmental Research Letters (2024). DOI: 10.1088/1748-9326/ad78ed