En un hallazgo histórico, investigadores de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) lograron registrar la presencia de un nautilus vivo, después de más de una década de esfuerzos y más de mil expediciones. Este molusco, considerado un fósil viviente por su antigüedad evolutiva, es conocido por utilizar la propulsión a chorro para desplazarse en las profundidades oceánicas. La dificultad para observar y documentar a estas criaturas radica precisamente en que habitan regiones marinas de difícil acceso y gran profundidad.
El hallazgo tuvo lugar el pasado 3 de diciembre en Palaos, en el océano Pacífico, a bordo del buque Nautilus del Ocean Exploration Trust, gracias a la asistencia de vehículos operados por control remoto (ROVs). Este emocionante acontecimiento abre nuevas posibilidades para el estudio de estas criaturas que han habitado los océanos desde hace cientos de millones de años.
Un fósil viviente en las profundidades del océano
El nautilus fue documentado a profundidades de entre 220 y 375 metros, aunque se sabe que estas criaturas pueden desplazarse a mayores profundidades, lo que ha dificultado su estudio. Los registros fósiles sugieren que los nautilus han existido desde hace al menos 500 millones de años, sobrevivientes de múltiples eventos de extinción masiva.
A pesar de su impresionante longevidad evolutiva, las seis especies vivas de nautilus enfrentan amenazas significativas. Según la NOAA, no existen actualmente regulaciones específicas para su conservación, y su población parece estar en declive. Este descubrimiento subraya la importancia de promover esfuerzos de conservación para proteger a estas emblemáticas criaturas de los océanos.
El hallazgo del nautilus no solo constituye un avance científico, sino también un recordatorio de las maravillas que el océano profundo aún guarda para la humanidad.
