Dra. Pía Acevedo Méndez, Universidad Finis Terra, Instituto de Estudios Patrimoniales
El viernes recién pasado la ciudad de Valdivia fue reconocida por el Comité Permanente de la Convención Ramsar como Ciudad Humedal pasando a ser parte de un reducido grupo de ciudades a nivel mundial que también han sido reconocidas bajo esta denominación. Este logro fue ampliamente celebrado, toda vez que conllevó el trabajo conjunto desde febrero de 2024 del Ministerio del Medio Ambiente, el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Municipalidad de Valdivia y del Senador por la región Alfonso de Urresti.
El reconocimiento es un gran avance en materia de conservación y abre muchas posibilidades para el levantamiento de recursos, la puesta en práctica de instrumentos que propendan a la protección de los humedales, la aplicación de la Ley de Humedales Urbanos, así como también para la elaboración de planes y programas que regulen y fiscalicen las intervenciones que se hagan en estos espacios. De otro lado, la inclusión en la lista de Ciudades Humedales de la Convención Ramsar también instala interrogantes respecto a lo que implica ser incluido, qué camino pueden seguir otros lugares para lograr este reconocimiento y, desde nuestra perspectiva de las cuestiones más medulares, relevar las acciones que emprende una ciudadanía activa y comprometida con su territorio para que reconocimientos como estos se concreten.
La Convención Ramsar es un tratado internacional de carácter ambiental establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1971 a la cual han adherido 172 países de manera voluntaria, incluido Chile desde 1981. En este caso la Convención atañe a la conservación de humedales, promoviendo acciones nacionales y la cooperación internacional para la conservación y el uso racional de estos y sus recursos.
A la fecha, Chile cuenta con 16 sitios Ramsar a lo largo del territorio nacional distribuidos en las regiones de Tarapacá (2), Antofagasta (4), Atacama (1), Coquimbo (4), Valparaíso (2), La Araucanía (1), Los Ríos (1) y Magallanes (1). Varios de estos sitios son, a su vez, reservas y/o parques nacionales, o reservas de la biósfera lo que les permite tener protección bajo la legislación nacional, contando con una superficie total de 363.027 hectáreas protegidas y tutelados por el Ministerio del Medio Ambiente.
Cada uno de estos sitios fue propuesto por el Estado para ser reconocido como sitio Ramsar y generalmente conllevan acciones previas a nivel nacional que impliquen su protección y conservación para luego aspirar al reconocimiento internacional. Lo anterior implica que debe haber un compromiso tanto a nivel institucional como social para cumplir con aquello que plantea la convención, atendiendo a la importancia que poseen los humedales para la biodiversidad, más aún en el actual contexto de cambio climático.
Con esto en perspectiva, el caso de Valdivia resulta muy interesante, pues la Convención Ramsar considera la categoría de Ciudad Humedal, que pone especial atención a los humedales que estén dentro y/o alrededor de asentamientos humanos e instando a tomar las medidas apropiadas para que estos se conserven en un contexto de alto impacto urbano. El reconocimiento también implica promover la investigación científica, el turismo ecológico y entregar más oportunidades para acceder a fondos económicos, a nivel nacional e internacional, para su conservación. En particular, los gobiernos locales deben establecer medidas de planificación efectivas que protejan los humedales, integrándoles en sus políticas y programas que eviten su degradación y uso irracional.
Como señalamos en un comienzo y a diferencia de otros casos cuya iniciativa fue desde el Estado, en el caso de Valdivia la participación ciudadana que resultó clave, venía fortaleciéndose con las declaratorias de diversos humedales como Santuarios de la Naturaleza (SN) de los ríos Chorocamayo, Llancahue, Angachilla y Cutipay el año 2022. Estos reconocimientos, sumado el del Río Cruces en 1981, convierte a Valdivia en la ciudad con mayor cantidad de humedales protegidos como Santuarios. Luego de años de impulso comunitario es posible reconocer activas organizaciones de la sociedad civil como la Corporación Angachilla, el Centro de Humedales Río Cruces, la Corporación Parque Comunitario Angachilla y la Red Ciudadana por los Humedales de Valdivia.
Estas organizaciones han promovido por años el cuidado de los humedales, han trabajado en su limpieza y mantención de manera voluntaria, han participado de instancias consultivas y participativas para poner este tema en la agenda pública, han realizado manifestaciones en función de la necesidad de contar con una legislación en torno a los humedales. La inclusión de Valdivia en la lista de Ciudades Humedales de la Convención Ramsar es también un logro de sus propias movilizaciones, de identificar las problemáticas que estaban enfrentando los humedales de la ciudad y el peligro al que se exponían si no se tomaban medidas oportunas para su protección. Esto ha significado que varias de estas organizaciones sean las que están a cargo de la administración de estos sitios, transformándose en actores claves.
Con todo, es necesario continuar fortaleciendo estas experiencias en las cuales la ciudadanía se transforma no sólo en agente consultivo, sino en instancias de poder que pueden asegurar sostenibilidad pues el reconocimiento como Ciudad Humedal tiene una vigencia de 5 años, tras lo cual para permanecer en la lista deben aplicarse todas las directrices de la Convención.
