Un equipo de científicos ha identificado una nueva especie de araña en la Región del Maule, un hallazgo que amplía el conocimiento sobre la biodiversidad chilena. Se trata de Calathotarsus gigas, el registro más austral del género Calathotarsus en el país, el cual hasta ahora solo se conocía en las regiones de Valparaíso y Metropolitana. La descripción de esta nueva especie ha sido publicada en la prestigiosa Revista Ibérica de Aracnología.
Un hallazgo impulsado por la ciencia ciudadana
El descubrimiento se originó gracias a la colaboración entre la comunidad científica y la ciencia ciudadana. En 2023, Susana Velázquez, integrante del grupo Arañas de Chile, encontró un macho adulto muerto en el sector de Las Rastras, en la ciudad de Talca. El ejemplar fue donado para su análisis, y tras una detallada investigación, los aracnólogos Rubén Montenegro y Milenko Aguilera, de la Fundación Núcleo Aracnológico Grado 36, confirmaron que se trataba de una especie desconocida para la ciencia.
Según Montenegro, las diferencias morfológicas observadas en el bulbo copulador y las espinas de las primeras patas fueron determinantes para la identificación de la nueva especie.
Hábitat y comportamiento de Calathotarsus gigas
Esta araña migalomorfa habita en bosques esclerófilos, donde construye madrigueras tubulares de hasta 30 cm de profundidad, cubiertas con una tapita de seda que protege la entrada. Este comportamiento es característico del género Calathotarsus, que pertenece a la familia Pycnothelidae, emparentada con las arañas pollito.
El hallazgo de Calathotarsus gigas no solo amplía el conocimiento sobre la distribución de estas arañas en Chile, sino que también sugiere que aún existen muchas especies por descubrir en ecosistemas poco explorados.
Montenegro destacó la relevancia de este descubrimiento para la conservación de la biodiversidad chilena, destacando que la descripción formal de nuevas especies es un paso crucial para su protección, ya que permite incluirlas en listados de conservación y evaluar posibles amenazas a sus hábitats.
Este caso demuestra la importancia del trabajo conjunto entre investigadores y la comunidad, permitiendo que la ciencia siga avanzando en la identificación y preservación de la rica fauna chilena.
