Detener el Tsunami de Plástico: El desafío de reducir la contaminación plástica en Brasil y proteger nuestros océanos

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Lara Iwanicki. Créditos, Instituto Ma Urbano, Ricardo Gomes.

 

  • El país sudamericano está dentro del top 10 mundial de las naciones que más desechos plásticos vierten en el océano y es líder en Latinoamérica
  • Oceana en Brasil está impulsando la primera política pública sobre la materia que permitiría combatir la contaminación por plásticos   

Se estima que Latinoamérica contribuye con aproximadamente 3.7 millones de toneladas de plástico al océano cada año, lo que representa alrededor del 10% de la contaminación a nivel global por este material. Dentro de la región, el país que más contribuye a estas cifras es Brasil, sobrepasando las 1.3 millones de toneladas de plástico que terminan en el mar anualmente.

Lara Iwanicki, gerente de campanhas da Oceana. Foto: Wenderson Araujo

Fue así que la organización de conservación marina Oceana en Brasil, comenzó a trabajar en una política pública para hacerse cargo del problema a cargo de la ingeniera ambiental, Lara Iwanicki, líder de la campaña que busca reducir los plásticos de un solo uso que actualmente se lleva a cabo en Brasil.

En esta entrevista para Ecociencias, la experta brasileña expone las alarmantes cifras recolectadas por su equipo y los esfuerzos que están haciendo para que el Congreso apruebe una ley, la primera en su tipo en el país, que restrinja la cantidad de productos de un solo uso.

¿Por qué Oceana en Brasil decidió iniciar una campaña contra la contaminación por plásticos?

Lanzamos una campaña contra la contaminación por plásticos en respuesta a la creciente crisis ambiental y de salud pública causada por los desechos plásticos, hasta ahora sin control. 

Reconociendo la urgente necesidad de acción, realizamos un estudio exhaustivo para evaluar el papel de Brasil en esta crisis y los números fueron asombrosos. A pesar de ser uno de los mayores contribuyentes a la contaminación por plásticos en los océanos en el mundo, Brasil no tiene una política nacional para abordar el problema. Este vacío regulatorio permite que los desechos plásticos sigan acumulándose en el medio ambiente, amenazando a la biodiversidad marina y a las comunidades costeras.

Créditos: Oceana, Enrique Talledo.

Para abordar esta crisis, en Oceana propusimos un proyecto de ley en el Senado y lanzamos la campaña “Detener el Tsunami de Plástico”, un movimiento nacional que incentiva a la ciudadanía a presionar por la acción legislativa. A través del compromiso público y la presión política, nuestro objetivo es asegurar que los tomadores de decisiones aprueben este proyecto de ley y, finalmente, implementen políticas que frenen la contaminación plástica desde su origen.

¿Hay datos sobre la contaminación por plásticos en Brasil? ¿Cuáles son los elementos más recurrentes encontrados en las playas brasileñas?

Sí. Un estudio de Oceana publicado en octubre de 2024 reveló que Brasil ocupa el octavo lugar en el mundo como contribuyente a la contaminación plástica oceánica, siendo el peor infractor en América Latina. Se estima que el país vierte 1.3 millones de toneladas de plástico al océano cada año, lo que representa el 8% de la contaminación plástica global. 

Entre los desechos plásticos más frecuentemente encontrados en las playas brasileñas están las bolsas de plástico, los vasos, el poliestireno, los envases, las pajitas y las colillas de cigarros. Estos elementos no solo contaminan los entornos costeros, sino que también representan una grave amenaza para la vida marina. 

Un dato alarmante es que solo el 4% de los desechos plásticos de Brasil se reciclan, permitiendo que grandes cantidades de plástico ingresen sin control a los ecosistemas marinos. El impacto en las especies marinas es devastador. Los investigadores analizaron el contenido estomacal de 12,280 aves, reptiles y mamíferos marinos utilizando datos de los Proyectos de Monitoreo de Playas para las cuencas de Santos y Campos, encontrando plástico en 49 de las 99 especies estudiadas, siendo las tortugas marinas las más afectadas: se registró desecho sólido en el 82.2% de las muestras de tortugas.

Créditos: Instituto Mar Urbano_Ricardo Gomes.

La ingestión de plástico ha sido documentada en todas las especies de tortugas marinas a lo largo de la costa brasileña, pero las tortugas verdes son particularmente vulnerables: entre los 250 individuos analizados, el 70% había ingerido plástico, con algunas regiones reportando tasas de contaminación del 100%. Estos hallazgos subrayan la urgente necesidad de regulaciones más estrictas para reducir la contaminación plástica en su fuente y proteger la biodiversidad marina de Brasil.

¿Podrías explicar de qué trata la campaña de plásticos de Oceana en Brasil?

La campaña de plásticos de Oceana en Brasil está dedicada a abordar la contaminación plástica desde su origen, abogando por cambios en las políticas públicas que sean audaces y proponiendo soluciones sistémicas. 

En su esencia, la campaña apoya la aprobación de una ley nacional que restringe la producción y uso de plásticos de un solo uso innecesarios, incluidos bombillas, cubiertos, bolsas de plástico, poliestireno y vasos, mientras promueve alternativas recargables y reutilizables. Reconociendo el papel crucial de los recicladores, la campaña también destaca sus contribuciones a la gestión de residuos y los esfuerzos de economía circular.

Créditos: Oceana, Enrique Talledo.

Para impulsar el cambio, involucramos a los responsables de políticas, empresas y al público en un empuje colectivo por regulaciones más estrictas. Como parte de este esfuerzo, lanzamos la campaña “Detener el Tsunami de Plástico”, una coalición de 80 organizaciones y movimientos sociales, incluidas asociaciones de recicladores y pescadores. Esta iniciativa de compromiso público moviliza a los ciudadanos en apoyo del proyecto de ley, elevando una petición nacional que ya ha recolectado casi 85 mil firmas.

¿Qué tan fácil o difícil ha sido influir en los tomadores de decisiones?

Influir en los tomadores de decisiones frente a la resistencia de la industria sigue siendo un desafío gigantesco. La industria del plástico, profundamente arraigada en las esferas políticas y económicas, continúa aprovechando su influencia para obstruir el progreso de la normativa. A pesar de esta oposición, logramos un hito significativo en 2023, cuando el proyecto fue aprobado por la Comisión de Asuntos Sociales del Senado. Sin embargo, en respuesta, la industria del plástico movilizó a sus aliados en el Congreso para desviar el proyecto a la Comisión de Asuntos Económicos, un movimiento intencional destinado a retrasar o bloquear su avance. Una vez allí, los lobistas de la industria jugaron un papel decisivo al asegurar al senador Otto Alencar como el relator del proyecto, una posición que le otorga un control sustancial sobre su contenido, cronograma y destino general en la comisión. El senador Alencar, uno de los políticos más influyentes de Bahía, tiene un historial de apoyo a la expansión del sector petrolero en el Estado. Su nombramiento representa un reto crítico, ya que su informe determinará si el proyecto avanza o se descarrila. Esta maniobra subraya los esfuerzos estratégicos de la industria para suprimir la acción regulatoria y proteger sus intereses a expensas de las prioridades ambientales y de salud pública.

¿Cuáles son los principales desafíos y obstáculos para ganar la campaña?

Creo que podríamos sintetizarlo en tres desafíos. En primer lugar, la oposición de las industrias del plástico y petroquímica se despliega a través de un poderoso lobby que trabaja activamente para descarrilar los esfuerzos regulatorios que podrían impactar su modelo de negocio. Como se ha visto con el proyecto de ley, los aliados de la industria en el Congreso han retrasado estratégicamente su progreso, incluso influyendo en el nombramiento de tomadores de decisiones clave para bloquearlo. 

En segundo lugar, crear conciencia pública, ya que muchas personas aún creen que el reciclaje por sí solo puede resolver la crisis del plástico. Sin embargo, con Brasil reciclando menos del 4% de sus desechos plásticos, está claro que necesitamos soluciones upstream: reducir la producción de plástico y promover sistemas reutilizables. Cambiar la percepción pública es crucial para construir un apoyo generalizado para políticas más fuertes.

Finalmente, asegurar la implementación y el cumplimiento de la ley si se aprueba el proyecto. Sin una supervisión adecuada, las industrias pueden intentar eludir las regulaciones, debilitando el impacto de la ley, por lo que resulta clave fortalecer los mecanismos de monitoreo y asegurar el compromiso del gobierno será clave en el futuro.

 

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