Los carnívoros desempeñan un papel ecológico clave en los ecosistemas al regular poblaciones de presas y mantener el equilibrio trófico. En la zona central de Chile, un estudio reciente analizó cómo distintos tipos de paisaje afectan los patrones de actividad de especies nativas, considerando el impacto de la fragmentación del hábitat y la adaptabilidad de estas especies a entornos antropizados.
Contexto del estudio
El estudio se realizó entre marzo de 2021 y marzo de 2022 en la Cordillera de la Costa de Chile central. Se instalaron 30 cámaras trampa en tres tipos de paisajes:
- Bosque esclerófilo costero mediterráneo (BF)
- Bosque espinoso costero mediterráneo (TF)
- Plantaciones de monocultivos de árboles exóticos (MP)
El esfuerzo de captura total fue de 10.046 días-cámara, obteniendo 9120 registros de carnívoros, correspondientes a 3.888 eventos independientes. Las especies identificadas incluyeron zorros del género Lycalopex, la guiña (Leopardus guigna), el zorrillo o mofeta (Conepatus chinga) y el quique (Galictis cuja).
Patrones de actividad y uso del paisaje
Los resultados del estudio muestran que los patrones de actividad varían según la especie y el tipo de paisaje:
- Zorro (Lycalopex spp.): Principalmente crepuscular y nocturno. Su actividad se distribuye uniformemente en los tres paisajes, aunque con ligeras variaciones en la intensidad y horarios pico.
- Guiña (Leopardus guigna): Predominantemente nocturna, con picos de actividad antes de la medianoche. Se observó una alta adaptabilidad a distintos tipos de hábitats.
- Zorrillo (Conepatus chinga): Prefiere horarios nocturnos y muestra diferencias según el paisaje. En bosques nativos (BF y TF), su actividad se mantiene estable desde el anochecer hasta el amanecer, mientras que en plantaciones exóticas (MP) se concentra en horas más tardías.
- Quique (Galictis cuja): Única especie predominantemente diurna del estudio. Se detectó en los distintos paisajes, aunque con menor frecuencia en las plantaciones exóticas.
Zorro (Lycalopex spp.)
Impacto de la fragmentación del paisaje
El estudio sugiere que las plantaciones de monocultivos de árboles no representan una barrera absoluta para la movilidad de los carnívoros, pero sí pueden influir en la intensidad y distribución de su actividad. La alta capacidad de adaptación de estas especies es clave para su supervivencia en entornos modificados por el ser humano.
A nivel de conservación, estos resultados destacan la importancia de mantener corredores ecológicos y fragmentos de bosque nativo que permitan la conectividad del paisaje. También se recomienda minimizar actividades humanas durante los periodos de mayor actividad de los carnívoros para reducir impactos negativos sobre sus poblaciones.
Relevancia para la conservación
En Chile central, la conversión de bosques nativos en plantaciones de monocultivos ha reducido la heterogeneidad del paisaje, afectando la biodiversidad local. A pesar de ello, los carnívoros nativos han demostrado una notable capacidad de adaptación, especialmente especies generalistas como el zorro culpeo y el zorrillo.
Para mejorar la gestión de estos ecosistemas, se proponen medidas como:
- Creación de corredores biológicos para mejorar la conectividad entre fragmentos de bosque.
- Monitoreo continuo de las poblaciones de carnívoros mediante cámaras trampa.
- Regulación de la expansión de plantaciones de monocultivos para mitigar la pérdida de hábitat.
- Fomento de prácticas sustentables en áreas de interfase urbano-rural.
El estudio reafirma la importancia de evaluar los patrones de actividad de los carnívoros para comprender cómo las modificaciones del paisaje afectan a la fauna silvestre. La coexistencia entre carnívoros y entornos intervenidos depende de la disponibilidad de hábitats adecuados y estrategias de conservación adaptativas.
Este tipo de investigaciones es clave para diseñar planes de manejo que equilibren el desarrollo humano con la conservación de la biodiversidad en Chile central.