‘Máquina de nubes’ en la amazonía y su conexión con el clima global

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Nubes de la Amazonia. FOTO: FAPESP

Un estudio publicado en la revista Nature revela un mecanismo clave en la formación de precipitaciones en la Amazonia. La combinación de emisiones de isopreno, descargas eléctricas y reacciones químicas en la alta atmósfera permite la generación de aerosoles que actúan como semillas de nubes, afectando el clima global.

Un proceso atmosférico sorprendente

Un equipo internacional de científicos, con fuerte participación brasileña, ha logrado desentrañar cómo la vegetación amazónica contribuye activamente a la generación de lluvia. En el estudio, que fue portada de Nature, se describe el ciclo del isopreno, un gas liberado por las plantas, y cómo es transportado a la tropopausa durante las tormentas nocturnas. En esta capa de la atmósfera, a alturas entre los 8 y 15 kilómetros, las reacciones con óxidos de nitrógeno generados por relámpagos producen una gran cantidad de aerosoles, esenciales para la formación de nubes.

Anteriormente, se pensaba que el isopreno se degradaba rápidamente al contacto con la luz solar y no alcanzaba las capas superiores de la atmósfera. Sin embargo, los nuevos hallazgos han demostrado que este compuesto persiste y juega un papel crucial en la dinámica atmosférica tropical.

Impacto en el clima y la deforestación

El descubrimiento es clave para mejorar los modelos climáticos globales y comprender mejor la relación entre la selva y el equilibrio del ecosistema. “La Amazonia es un sistema complejo y sensible. Alteraciones como el cambio climático o la deforestación pueden tener efectos impredecibles”, señala Luiz Augusto Toledo Machado, investigador de la Universidad de São Paulo y uno de los autores del estudio.

La aeronave de investigación del proyecto CAFE-Brazil inmediatamente después del despegue (foto: Dirk Dienhart/Instituto de Química Max Planck)

Paulo Artaxo, coordinador del Centro de Estudios Amazonia Sostenible de la USP, advierte que la deforestación afecta directamente este mecanismo de generación de lluvia. “Las emisiones de isopreno dependen de la selva en pie. Si es reemplazada por pastizales o cultivos, este proceso desaparece, reduciendo las precipitaciones y alterando el sistema climático regional”, explica.

Un informe de MapBiomas reveló que entre 1985 y 2023, la conversión de la selva amazónica en pastizales creció un 363 %, afectando el 14 % del bioma. Este cambio no solo reduce la evapotranspiración, sino que también impacta en la disponibilidad de agua y la regulación climática de la región.

Exploración a gran escala

Para comprender estos fenómenos, los científicos llevaron a cabo el experimento CAFE-Brazil (Chemistry of the Atmosphere: Field Experiment in Brazil), en el cual realizaron vuelos a 14 km de altitud entre diciembre de 2022 y enero de 2023. Con una duración total de 136 horas y un recorrido de 89.000 km, la investigación utilizó el avión HALO, una aeronave especializada en estudios atmosféricos de largo alcance.

Según Toledo Machado, el equipo logró registrar en tiempo real el proceso de formación de aerosoles en la Amazonia. “Realizábamos vuelos nocturnos y observábamos cómo, al amanecer, las partículas comenzaban a formarse. Fue un hallazgo emocionante”, relata.

Además, en un estudio complementario publicado en Nature Geoscience, el mismo equipo demostró que la selva, a través de la lluvia, es capaz de inducir la generación de nuevos aerosoles, reforzando el círculo de retroalimentación de precipitaciones.

Implicancias para el futuro

Los mecanismos descritos en esta investigación serán incorporados en modelos climáticos, permitiendo mejorar la predicción de lluvias en zonas tropicales y evaluar con mayor precisión el impacto del cambio climático en la Amazonia y el mundo.

“Comprender cómo la naturaleza regula su propio clima es fundamental para diseñar estrategias de conservación y mitigación del cambio climático. La selva amazónica no es solo un pulmón verde, sino también una poderosa ‘máquina de nubes’ que regula el equilibrio atmosférico global”, concluye Artaxo.

Este estudio reafirma la importancia de preservar la Amazonia, no solo por su biodiversidad, sino también por su papel esencial en el equilibrio climático del planeta.

 

Artículos aquí www.nature.com/articles/s41586-024-08192-4 www.nature.com/articles/s41586-024-08196-0.

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