¿Cómo transformar la educación en una herramienta viva que motive, conecte y movilice a las personas frente a los desafíos que enfrentamos como sociedad? ¿Cómo logramos que la ciencia salga del aula o del laboratorio y se convierta en una experiencia compartida con la comunidad? Estas preguntas son clave para construir una sociedad más justa y resiliente, donde el conocimiento dialoga con el entorno y contribuye a impulsar transformaciones reales.
Con esa convicción, investigadores e investigadoras de la Universidad Católica del Maule (UCM) abrieron sus laboratorios a estudiantes de liceos técnicos de la región, con el objetivo de educar, inspirar y despertar vocaciones científicas, generando así un impacto directo en la comunidad.
Fue en ese sentido que el Centro de Investigación en Estudios Avanzados del Maule (CIEAM) llevó a cabo la segunda versión del taller “Búsqueda del Tesoro: Tras la huella de los biopolímeros sustentables”, una experiencia educativa que va más allá de una clase, al tratarse de una vivencia transformadora, participativa y cercana, que vincula la ciencia con estudiantes de enseñanza media técnico-profesional. La iniciativa destaca el rol de la investigación como motor de un futuro más sustentable frente a la crisis climática.
El campus San Miguel de Talca se convirtió en un espacio activo de aprendizaje y conexión. Organizada en colaboración con la Cámara Chileno-Alemana de Comercio (AHK) y la Red Futuro Técnico del Ministerio de Educación, la jornada reunió a estudiantes de los liceos Francisco Encina (Villa Alegre) y Bicentenario Santa Marta (Talca), ambos con especialidad en química industrial. Participaron en estaciones científicas, desafíos interactivos, construcción de modelos moleculares y visitas a laboratorios, incluyendo el del CIEAM, donde académicos presentaron el trabajo que realizan con biopolímeros sustentables y sus aplicaciones en distintas industrias.
“Este proyecto nació como una iniciativa de nuestros académicos, con el objetivo de difundir, de forma cercana y significativa, lo que hacemos en torno a los biopolímeros. Pensamos que la mejor manera de hacerlo era con estudiantes de liceos técnicos, que se vinculan directamente con estas temáticas y pueden aprender sobre sustentabilidad de forma entretenida”, señaló Álex Echeverría, director del CIEAM.
“Es la segunda vez que realizamos esta invitación. El año pasado fue una experiencia muy valiosa: participaron más de 100 estudiantes y resultó una jornada muy enriquecedora. Por eso decidimos repetirla y fortalecer esta conexión con los jóvenes”, agregó.
La jornada no solo acercó el conocimiento científico, sino que también incorporó una mirada educativa integral, incluyendo temáticas como la equidad de género y los derechos humanos. Uno de los momentos más significativos fue la incorporación del “Dado de la Igualdad”, herramienta pedagógica creada en 2022 por la Dirección de Equidad de Género y Diversidad de la UCM. A través de esta dinámica, los grupos reflexionaron sobre la participación de las mujeres en la ciencia, las brechas históricas, derechos humanos y la construcción de espacios más inclusivos.
El diseño de la jornada buscó generar una experiencia completa: recorridos por laboratorios, juegos, competencias y diálogo con académicos y académicas expertas en biopolímeros, quienes explicaron de forma clara cómo se producen estos materiales, para qué sirven y cuál es su impacto en la industria y el medio ambiente.

El Dr. Alexander Galán, investigador del CIEAM, explicó que “con esto buscamos no solo compartir el trabajo científico que realizamos con la comunidad, sino también motivar a estudiantes técnicos a interesarse en estas áreas. Queremos cautivarlos e invitarlos a reflexionar sobre su rol frente a la crisis climática que vivimos”.
Desde el Ministerio de Educación, Fabiola Rojas Garrido, coordinadora regional del programa Futuro Técnico, destacó el impacto territorial y formativo de estas iniciativas. “Este tipo de alianzas permite fortalecer el vínculo entre los liceos técnicos y los actores locales. En este caso, la UCM actúa como un socio clave para acercar la ciencia, despertar vocaciones y generar conciencia sobre los desafíos actuales desde una mirada educativa y comprometida”.
Este tipo de acciones reafirman el compromiso institucional con una universidad abierta al territorio, donde la ciencia no se aísla, sino que se comparte, inspira y actúa. Iniciativas como esta demuestran que la UCM no solo forma profesionales, sino que también fortalece comunidades, impulsa vocaciones y pone la investigación al servicio de los desafíos sociales y ambientales del Maule. Porque cuando la ciencia se hace con las personas, desde sus propias realidades, se convierte en una verdadera herramienta de transformación local.