La iniciativa que busca eliminar la basura de las ciudades: “El que produce basura, tiene que pagar”

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BZero lleva un año operando el manejo de residuos en el Mercado Urbano Tobalaba con alentadores resultados, pero también están implementando modelos que buscan terminar con la generación de basura en más de un centenar de edificios o instalaciones a lo largo del país. 

Hace seis años, el ingeniero civil Ignacio Ovalle, junto a sus socios, creó la empresa BZero con un objetivo muy ambicioso: eliminar la basura. Fue así como diseñaron un modelo que busca valorizar los residuos y evitar que terminen en rellenos sanitarios o en el medio ambiente. Desde entonces, BZero se ha concentrado en desarrollar y administrar proyectos de basura cero principalmente en el sector inmobiliario, edificios corporativos, oficinas y centros comerciales.

Hasta ahora operan en más de 100 lugares, aunque “en distintos niveles”, especifica Ovalle, en donde se destaca, por ejemplo, el desarrollo de un plan piloto de basura cero para el aeropuerto de Santiago, soluciones para los residuos en las bases antárticas, clínicas y hospitales. Pero quizás, uno de los proyectos más emblemáticos es el trabajo que están realizando en el Mercado Urbano de Tobalaba (MUT), en Santiago, donde hace unos días dieron a conocer los resultados del primer año de funcionamiento del programa Basura Cero en una actividad llevada a cabo junto a la organización de conservación marina Oceana, y la Coalición Supera el Plástico.

Para conocer más sobre el trabajo de BZero, Ignacio Ovalle detalla en esta entrevista para Ecociencias los alcances, logros y desafíos de su modelo.

¿En qué consiste el programa Basura Cero de MUT?

En BZero buscamos resolver el problema de los residuos desde el origen, es decir, antes de que salgan a la calle. En este sentido, el programa Basura Cero considera una serie de herramientas para ello, entre las que se cuentan la clasificación de residuos desde el origen, la recolección selectiva, la eliminación de descartables en áreas comunes y el lavado centralizado de vajilla, además de un biodigestor para el tratamiento de residuos orgánicos, y una integración profunda de todos los locatarios, entre otros elementos. 

¿Cómo es posible limitar la generación de basura en estructuras tan grandes como el MUT?

Cuando se estaba diseñando MUT, vimos que un proyecto como este podría generar potencialmente 15 toneladas de basura al día. Para evitar este impacto desarrollamos un plan que busca desviar la totalidad de los residuos de rellenos sanitarios. Bajo el modelo basura cero creemos que se llegará a 8 toneladas diarias de residuos y que menos de una tonelada se destinará a rellenos sanitarios, todo el resto será valorizado o se evitará con soluciones como por ejemplo la reutilización.  

¿Cómo evalúa el primer año de funcionamiento del programa en el MUT?

Creo que tenemos números muy positivos. A un año de la apertura de MUT, se ha generado un total de 240 toneladas de residuos, de las cuales, estamos recuperando cerca de un 40%, evitando que casi 100 toneladas de estos residuos terminen en rellenos sanitarios. 

Puntualmente nuestro programa de reutilización ha evitado la generación de casi una tonelada de basura mensual, y si proyectamos la integración de todos los locales a este sistema se estima que se puede llegar a prevenir la generación de más de 50 toneladas anuales – que, en el caso de los descartables equivale a más de 500 camiones llenos de basura-.

La iniciativa de reutilización, además de permitir cumplir con la Ley de Plásticos de un solo uso y desechables, resuelve aproximadamente el 15% del potencial de basura asociado a la operación, y junto con otras acciones como el reciclaje, que representa un 30%, y el proyecto del biodigestor para los orgánicos con un 40%, el cual además entregará energía al edificio y fertilizantes para áreas verdes.

¿Qué otros factores han hecho que el modelo que implementaron sea exitoso?

El concepto que los locatarios pagan por su basura es también clave, es una condición de entrada para todos los que quieran instalarse en el MUT, por lo que, si determinado local bota dos veces más basura, paga el doble, pero como incentivo, se les dan todas las facilidades para reciclar, con fácil acceso a todos los sistemas de clasificación, pero en definitiva el concepto detrás de esto es que el que contamina paga por ese volumen de basura generado. 

La tecnología es un elemento importante que nos ha permitido incorporar ciertos niveles de sofisticación y trazabilidad de los residuos. Otro concepto es la transparencia en el manejo de la basura, ya que por muchos años se escondieron los residuos. Lo que nosotros hacemos es lo contrario, los exhibimos en contenedores abiertos, transparentes, y eso hace que tú tengas que obligarte como dueño de casa y como usuario a también hacerlo bien. Nos exponemos, exponemos el residuo y nos obligamos a que funcione bien y por eso funciona bien.

 

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