Ríos atmosféricos: Los fenómenos que modelan el clima, provocan desastres y transforman nuestros océanos

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Si bien no son visibles, son perceptibles y se hacen notar. Se mueven como cintas de vapor de agua a través de la atmósfera, transportando humedad desde los trópicos hacia los polos, desencadenando lluvias torrenciales, nevadas intensas o incluso afectando desastres naturales ya ocurridos. Se trata de los ríos atmosféricos (RA), un fenómeno que ha cobrado protagonismo en la investigación climática global y que, en el contexto del cambio climático, se vuelve cada vez más relevante.

Dos estudios recientes publicados en revistas de alto impacto, como Nature Reviews Earth & Environment y Nature Communications Earth & Environment, revelan cómo estos flujos invisibles de humedad están relacionados tanto con el derretimiento del hielo en la Antártica como con la intensificación de los efectos del terremoto en Turquía y Siria en 2023. En ambos casos participó el investigador Deniz Bozkurt, del Centro COPAS Coastal de la Universidad de Concepción.

De la Antártica al mar: cómo los RA impactan la criósfera

Uno de los estudios muestra que los ríos atmosféricos están transportando calor y humedad hacia la Antártica, provocando fuertes nevadas, pero también acelerando el derretimiento de las plataformas de hielo. Este proceso, agravado por el calentamiento global, contribuye al aumento del nivel del mar. Para los científicos, monitorear estos eventos es clave para entender cómo se regula el clima del planeta y cómo responden los polos al calentamiento global.

Más que lluvia: RA y desastres encadenados

El segundo estudio ofrece una mirada aún más inquietante: un mes después del terremoto de Turquía-Siria en 2023, un RA provocó lluvias intensas que saturaron el terreno debilitado, generando deslizamientos e inundaciones. Esto no solo dificultó las labores de rescate y reconstrucción, sino que sumó nuevas víctimas a una tragedia que ya había dejado miles de muertos.

Este hallazgo es especialmente relevante para países como Chile, donde los terremotos son parte del paisaje natural. “Necesitamos integrar la interacción entre fenómenos naturales, en lugar de analizarlos por separado”, explica Bozkurt.

Cambio climático y riesgo: tres ideas clave

Los científicos plantean tres implicancias urgentes:

  1. Los RA deben considerarse en la gestión de riesgos post-sismo, ya que pueden amplificar los daños.

  2. Es necesario modelar los riesgos de forma integrada, contemplando la conexión entre eventos (terremotos, lluvias, deslizamientos).

  3. El cambio climático está intensificando los RA, haciendo más frecuentes y destructivos sus efectos.

Impacto oceánico: una mirada desde Chile

Aunque tradicionalmente se ha estudiado el impacto terrestre de los RA, el Centro COPAS Coastal ha comenzado a investigar cómo afectan al océano costero chileno. En un estudio liderado por Yosvany García Santos y Diego Narváez (aceptado por Journal of Geophysical Research), identificaron dos tipos de RA:

  • RA inclinados (noroeste-sureste), que calientan las aguas costeras y elevan el nivel del mar.

  • RA zonales (oeste-este), que pueden generar afloramientos de aguas frías en el norte del fenómeno, reduciendo la temperatura superficial del mar.

El hallazgo más importante: en los últimos años, han aumentado los RA zonales, lo que sugiere más eventos de afloramiento en el futuro. Esto podría modificar las condiciones de productividad marina en zonas claves como el ecosistema costero del Pacífico suroriental.

Lluvia, nutrientes y microbioma: una nueva línea de investigación

Actualmente, el centro desarrolla un proyecto Fondecyt liderado por Camila Fernández y Valentina Valdés, que estudia cómo la lluvia transportada por estos RA influye en el microbioma marino, el ciclo del nitrógeno y la fijación de carbono en el océano. Para ello, combinan trabajo de campo, análisis químicos y biológicos de la lluvia, y experimentos en mesocosmos (ecosistemas cerrados de simulación) que buscan reproducir condiciones reales del mar en laboratorios.

Entender para actuar

Los ríos atmosféricos son un claro recordatorio de cómo la atmósfera, el océano y la criósfera están interconectados. En un contexto de cambio climático, entender estos fenómenos no es solo tarea de meteorólogos o oceanógrafos. Es un desafío urgente para la gestión del riesgo de desastres, la adaptación al cambio climático y la sustentabilidad de los ecosistemas costeros y marinos.

“Comprender los RA es fundamental para anticipar sus efectos en distintos escenarios. Estos estudios aportan evidencia clave para mejorar las estrategias de preparación y mitigación frente a eventos extremos”, concluye Bozkurt.

 Más información en www.copas-coastal.cl

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