DICYT – Si se busca de forma rápida en Google “¿Qué está impulsando la migración desde Centroamérica?”, aparecen multitud de artículos que apuntan al cambio climático como catalizador importante para el movimiento masivo de personas fuera de sus países de origen en la región. Pero la realidad, según investigadores de la Universidad de Arizona, presenta muchos más matices.
“Estábamos viendo artículos en los medios de comunicación de renombre que decían que la migración desde Centroamérica estaba siendo impulsada por el cambio climático y, sin embargo, los revisábamos y nos preguntábamos, ¿dónde está la evidencia?”, recuerda Kevin Anchukaitis, profesor de la Escuela de Geografía y Desarrollo.
Para confrontar esta idea, un equipo dirigido por Anchukaitis analizó 40 años de registros meteorológicos diarios en El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Honduras, especialmente en la región centroamericana conocida como el Corredor Seco. Se centraron en los cambios en el tiempo y la intensidad de la sequía centroamericana en verano, ya que millones de familias en la región siembran cultivos al ritmo de los picos y valles anuales de lluvia.
“Si la lluvia llega en un momento diferente o si es menor de lo normal podría provocar una pérdida en las cosechas y la inseguridad alimentaria”, asegura Talia Anderson, autora principal del artículo publicado en ‘Environmental Research Letters’.
Cambios poco significativos en la mayoría de lugares
Los hallazgos revelaron un patrón complejo en toda la región. En la mayoría de los lugares, los investigadores encontraron cambios insignificantes en los patrones de lluvia en los últimos 40 años. Sin embargo, en ciertas áreas locales los patrones cambiaron significativamente: algunas se volvieron más secas y otras más húmedas. En algunas zonas, la sequía de verano comenzaba antes o terminaba más tarde, pero en otros lugares los investigadores no registraron cambios.
“Si se valora el global la región, no se observan tendencias”, señala Anderson. Así, “la conclusión más importante es que la escala importa”. “Los medios de comunicación no tienen en cuenta la conexión local que se observa en este estudio. Ahora podemos decir: en esta parte de Guatemala o en esta otra de Nicaragua se observa un cambio en estas características importantes en la sequía de verano, pero en muchas otras regiones donde sabemos que se está produciendo mucha migración, no se han confirmado tendencias significativas en cuanto a las lluvias”, añade.
Según la investigación, simplemente hay mucha variabilidad natural en las precipitaciones en América Central. “Aunque el cambio climático es muy real y se prevé que la región será significativamente más seca a finales de este siglo, con este estudio de momento no podemos afirmar que ninguna de las tendencias que vemos sea el resultado del cambio climático causado por el hombre”, concluye Anderson.
El fenómeno migratorio es complicado y hay muchas razones por las que las personas migran, considera Anchukaitis, lo que no significa que un evento climático particular no pueda tener un impacto, sino que hay otras fuerzas impulsoras, como la escasa disponibilidad de tierras y los recursos limitados, la violencia o la corrupción.
Referencia
Talia Anderson, Kevin Anchukaitis, Diego Pons, Matthew Taylor. Multiscale trends and precipitation extremes in the Central American Midsummer Drought. Environmental Research Letters, 2019; DOI: 10.1088/1748-9326/ab5023