No es novedad que el planeta vive un proceso de sobreexplotación en donde no se respetan los ecosistemas, pero sí es novedad que cada día existen más personas y proyectos que luchan en contra de esto, generando ideas innovadoras, sustentables y amigables con el medio ambiente. Con esto en mente es que aparece Colihue, un proyecto que mezcla la bicicleta con el bambú, ¿El resultado? Simplemente increíble.
El bambú es una planta que hace cientos de años ha jugado un rol muy importante en el desarrollo de distintas culturas, en donde se ha usado, y se sigue usando, como materia en el área de la construcción, medicina, alimentación, e incluso en la confección de biomasa, telas, papel e instrumentos musicales. Es decir, las funciones del bambú son demasiadas. Para los que no lo saben, es una de las plantas con mayor velocidad de crecimiento y de mayor consumo de CO2, que además es un excelente recuperador de suelos erosionados. En otras palabras, sólo entrega beneficios al medioambiente. Y como si fuera poco, algunas de sus especies son más fuertes que el concreto a compresión y el concreto a compresión, además de ser flexibles y resilientes.
Con esto claro fue que hace dos años José Tomás (25) decidió tomar el colihue, bambú nativo de Chile, y aprovechar sus beneficios. ¿Cómo? Creó marcos de bicicleta con este material, siendo una opción de desarrollo sustentable en su máximo esplendor. Tanto así, que en el 2016 ganó un Fondart, con el cual ha recorrido el sur del país haciendo talleres en donde da a conocer las capacidades estructurales del colihue junto a la oportunidad de fabricar sus propias bicicletas.
El proyecto
El bambú se mueve a nivel mundial, cada día surgen nuevas iniciativas en cuanto a objetos, construcciones y técnicas alrededor de esta planta que la van posicionando cada vez más como una verdadera opción de materia a utilizar, y además sustentable. Por otro lado, algo que todos bien manejamos es la fuerte irrupción que ha tenido la bicicleta como movimiento global, que en Chile se ha hecho más que presente con un gran boom de esta maravilla de dos ruedas.
José Tomás Acevedo es diseñador industrial y es consciente de que vivimos en un sistema insostenible, donde hemos saqueado y explotado nuestro planeta, por lo que ha buscado una solución de diseño contestatario a la manera tradicional con la que se fabrican la mayoría de los productos en el mundo. Así fue como fundó Colihue. El diseñador sostiene que el colihue tiene un potencial productivo impensado por nuestra sociedad chilena, se puede hacer papel, tela, terciado, perfiles compuestos para la construcción, estructuras varias, carbón combustible, carbón activado, cestería, artesanías y muchas otras cosas más. Por lo que su sueño es ver construida una sociedad más sana y justa que se alimente en equilibrio y sea capaz de agradecer los frutos que brinda la naturaleza.
Con el rumbo claro hacia la ecosustentabilidad y a un sistema de productivo respetuoso tanto con el medio como con las personas que participan en el proceso, surge la iniciativa de Colihue, con el objetivo de aprovechar el bambú nativo para fabricar productos de primera calidad, fomentando así el desarrollo y aprovechamiento de esta alternativa en distintas áreas, tal como señala Acevedo. Y qué mejor que aprovechar el crecimiento que ha tenido el uso de la bicicleta en nuestro país, usarla como un soporte para dar a conocer los beneficios del colihue, aprender a valorizarlo y continuar investigando y fomentando su desarrollo en la sociedad.
¿Cómo funciona?
Para lograr movilizar el objetivo se centró el foco en las bicicletas, dado que es un producto de alta calidad técnica, siendo un medio de transporte liviano, resistente y que no contamina. Por lo que la fusión del bambú y la bicicleta era cuestión de tiempo. Colihue se centra en fabricar horquillas y cuadros de manera artesanal con un trato totalmente personalizado, por talla y tipo de bicicleta. Son cerca de 50 horas de trabajo en donde se busca la perfección en cuanto a resistencia, transmisión energética y amortiguación, entregando las mejores condiciones a una bicicleta, como nunca antes la has visto. Además, en Colihue se realizan talleres de construcción, que es una oportunidad única para aprender de los beneficios que da la planta.
“Cada bicicleta es única y orgánica, son la mejor compañera de ruta. Es una gran experiencia, muy entretenida y de alto contenido, que busca acercar a las personas al colihue, vincularse con los objetos que nos solucionan problemas, haciéndonos conscientes de su valor e impacto.”
Este formato tiene distintos objetivos, por un lado busca conectar personal y emocionalmente a las personas con el costo y valor del objeto que adquieren, creando una relación más estrecha y duradera entre la persona y su bicicleta. Mientras que a la vez los acerca al uso y fabricación con colihue, buscando fomentar la independencia productiva en el territorio.
Y qué dice el público…
El proyecto aún no despierta toda la aceptación que podría alcanzar. Si bien se ganaron un Fondart para fomentar la iniciativa y realizar talleres, aún no logra el alcance necesario para enganchar a las personas. Pero Acevedo ve esto como algo positivo dentro de todo, es una oportunidad para trabajar y mejorar sin apuro, ya que las ganas por mejorar el sistema siempre están. Los principales responsables de esto, al igual que advierte José Tomás De esto es principalmente responsable un público que se ve desconfiado y mal acostumbrado al trabajo manual, que además desconoce el sentido que hay detrás de todo. Sumado a la lucha contra el paradigma de que “los productos buenos vienen de afuera” y a lo difícil que es encontrar colihues maduros en el mercado.
“De todas maneras hay un público que inmediatamente entiende el producto que estamos proponiendo, que recuerda experiencias con el colihue, que entiende las cualidades del bambú, que lo ha visto en otros países o se encanta por su simbolismo. Ya estas bicis hablan por sí solas. No hay duda de que en la medida que le pongamos más ruedas al colihue irá agarrando vuelo.”
Tal como dice José Tomás, es importante el poder observar, dejarse encantar y aprovechar la riqueza que nos da la naturaleza, y lograr entender que hoy más que nunca es necesario seguir un rumbo en donde se trabaje por lograr una relación responsable y sustentable con el medio ambiente. Hacernos el hábito de que la naturaleza nos da absolutamente todo mientras la cuidemos y respetemos.
Para contactarte, inscribirte a los talleres y/o conocer más sobre el proyecto puedes revisar el facebook o escribir a colihuebambu@gmail.com.