Descubren al lagarto más antiguo de América del Sur en Brasil

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Representación artística del Neukotus sanfranciscanus/ Jorge Blanco, UFMG
El hallazgo muestra que el animal ya estaba presente en el continente al menos 20 millones de años antes de lo que se creía

AGENCIA FAPESP/DICYT – En el norte del estado de Minas Gerais, en Brasil, se descubrieron los restos fósiles de una especie de lagarto que vivió en esa zona hace más de 130 millones de años. El animal, denominado Neokotus sanfranciscanus, es el más antiguo representante del orden Squamata (el grupo de réptiles escamosos que incluye a los lagartos y a las serpientes) que haya existido en América del Sur. Su hallazgo muestra que estos lagartos ya se hacían presentes en el continente al menos 20 millones de años antes de lo que se creía. Y que formaban parte de una distribución global mucho más amplia, en contraste con los altos niveles de endemismo de las faunas modernas.

Se trata de un estudio coordinado por Jonathas Bittencourt, quien fuera becario posdoctoral de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo – FAPESP, y que actualmente es docente de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG). A su vez, el trabajo contó con la participación de Max Langer, docente del Departamento de Biología de la Universidad de São Paulo (USP), en su campus de la localidad de Ribeirão Preto, y con los aportes de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de Minas Gerais (Fapemig), concedidos a Bittencourt, y de la FAPESP, mediante una ayuda otorgada en el marco de un Proyecto Temático encabezado por Langer.

Un artículo al respeto salió publicado en el periódico científico Communications Biology, perteneciente al grupo Nature, intitulado Discovery of the oldest South American fossil lizard illustrates the cosmopolitanism of early South American squamates.

“Era un lagarto de pequeño porte, de alrededor de 10 centímetros de largo. Su descubrimiento en territorio brasileño muestra que los Squamata estaban bien distribuidos por el globo, en una época anterior a la que se suponía. Esto solo fue posible pues, aunque el supercontinente de Pangeia ya no existía más, las tierras continentales aún estaban relativamente cerca unas de otras, lo que permitía una gran dispersión de la fauna”, declaró Langer.

El nombre de Neokotus proviene del griego y significa “nuevo y extraño”. Se le asignó el mismo porque el animal se diferencia de todas las otras especies de Squamata debido a diversas características morfológicas. Con respecto al adjetivo sanfranciscanus, este se refiere al hecho de que el lagarto fue hallado en la cuenca del río São Francisco, en la formación Quiricó.

“Una de las peculiaridades morfológicas del Neokotus es el formato de su falange ungular. Ese hueso constituye la punta del dedo o falangeta. El mismo porta la uña en los humanos y la garra en varios otros animales. En el Neokotus, la parte de abajo de la falange ungular es bastante achatada, cosa que no existe en ningún otro lagarto conocido. Aún es necesario estudiar esa característica más a fondo, pero probablemente estaba relacionada con la locomoción”, comenta Bittencourt.

“Otra peculiaridad reside en que sus dientes tenían bases robustas, mientras que se afinaban y se curvaban hacia dentro en los extremos. Al respecto de esto también tenemos una hipótesis: la especie se alimentaba de insectos y ese formato de los dientes le ayudaba en la captura de los mismos”, prosigue el investigador.

Bittencourt descubrió el Neokotus de una manera completamente accidental. Estaba recolectando escamas de pequeños tiburones en una barranca cuando encontró un bloque de sedimentos con falanges, vértebras, dientes y otros huesos que no parecían de peces. Al juntar esos huesos y relacionarlos unos con otros, se dio cuenta de que los mismos constituían un lagarto.

“Hallé alrededor del 30% del esqueleto de un ejemplar. La formación Quiricó, situada en el municipio de João Pinheiro, en el norte de Minas Gerais, habría albergado en un pasado remoto un gran lago o incluso varios lagos interconectados. Por eso actualmente es sumamente rica en fósiles de origen lacustre. Yo investigo en esa zona desde el año 2012. Lo que hago es recoger los bloques rocosos durante el trabajo de campo. Posteriormente, en el laboratorio, disgrego esos bloques con agua oxigenada y extraigo los huesitos utilizando pinceles y pinzas”, describe Bittencourt.

Con los microcrustáceos hallados en esos sedimentos fue posible efectuar la datación de las rocas de donde vino el Neokotus.

“Se han realizado muchos descubrimientos de dinosaurios en América del Sur. Pero los hallazgos de réptiles de pequeño porte también son sumamente importantes para la reconstrucción del escenario de la época”, comenta Langer.

Referencia: Puede leerse el artículo intitulado Discovery of the oldest South American fossil lizard illustrates the cosmopolitanism of early South American squamates en el siguiente enlace: www.nature.com/articles/s42003-020-0926-0.

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