En 2005, un libro DIRECTO y bien documentado, con una poderosa premisa, aterrizó de una zambullida en el estanque de la educación ambiental y, desde entonces, las ondas de esta zambullida se han propagado por la profesión. El libro ha forjado un auténtico movimiento y su autor se ha convertido en la mayor estrella del firmamento de la educación ambiental.
El libro es Last Child in the Woods [El último niño de los bosques] y su autor es el periodista Richard Louv. Desde 2005, el libro ha vendido alrededor de 325.000 ejemplares en 21 ediciones, entre las que se incluye una edición en 2008 ampliada y actualizada, y ha sido, o será, traducido a nueve idiomas en 13 países. En la codiciada lista de best sellers del New York Times no suelen irrumpir demasiados libros de educación ambiental.
De hecho, ningún libro ha tenido tanto impacto dentro de los círculos de la educación ambiental desde Acclimatization [Aclimatación] de Steve Van Matre o Sharing Nature with Children [Compartir la naturaleza con los niños] de Joseph Cornell; ambos niños de la década de los 70. El mensaje de Last Child in the Woods [El último niño de los bosques] es sorprendentemente simple: en un momento de desarrollo sin precedentes, los niños del siglo XXI crecen desconectados del mundo natural; una desconexión con numerosas consecuencias. El libro, fruto de una investigación urdida a partir de una amplia gama de disciplinas —educación, psicología, medicina, sociología—, con entrevistas a profesores y a padres, a niños y a expertos en niños, ha calado rápidamente en educadores y naturalistas, y ha tocado la fibra sensible de la cultura popular.