EL Tao de Ernst Gotsch representa para nosotros un paso fundamental en el entendimiento de la vida desde la mirada sistémica que ve a la naturaleza como una expresión de una inteligencia planetaria, instrumental, funcional y relacional.
El Tao de Ernst Gotsch es una importante contribución al entendimiento del funcionamiento del macro-organismo planeta Tierra. La vida y la naturaleza como expresiones de una inteligencia altamente sofisticada, en continua evolución, y donde todos los fenómenos y seres vivos están interconectados y son interdependientes. Muy cercano a la hipótesis Gaia de Lynn Margulis y James Lovelock y a la Biología Cultural de Humberto Maturana, el Tao nos recuerda que, ante todo, la vida y la naturaleza funcionan desde los principios del amor incondicional, la cooperación, y el placer interno (apetito), en un continuo flujo de energía y
de tiempo, siempre buscando el bien común y los equilibrios sistémicos evolutivos (homeostasis, epigénesis). Los 15 principios que constituyen el Tao, agrupados en 3 categorías conceptuales, instrumentalidad, funcionalidad y relacionalidad, nos entregan una comprensión profunda y sistémica de la vida, la evolución, y la naturaleza. Ayudan a comprender cómo es que la vida es la responsable de crear y mantener las condiciones para que la vida pueda seguir existiendo. Cómo es que se generan los patrones y los procesos que logran manifestarse siempre en un aumento de la calidad y cantidad de vida consolidada, un aumento de la complejidad, y un aumento de la energía disponible. Esa característica es la que llamamos Sintropía, y solo la encontramos en los sistemas vivos, capaces de autoproducir (autopoiesis) sus procesos (metabolismo), y conservar sus límites y estructura a través del tiempo, realizando a cada instante la unidad ecológica organismo-nicho.
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