Una aplicación ayuda a comunidades a monitorear inundaciones y provee datos para prevenir catástrofes

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Aplicación para monitorear inundaciones/Rosinei da Silveira
Estudiantes de Balneario Rincão (en el estado de Santa Catarina, Brasil) operan la aplicación llamada Dados à Prova D’Agua. La participación comunitaria en su desarrollo ayudó a relevar las áreas bajo riesgo de anegamiento

AGENCIA FAPESP/DICYT – Una aplicación puede cambiar la forma en que las comunidades y los entes gubernamentales hacen frente a las inundaciones. Con teléfonos celulares en sus manos, los habitantes de barrios vulnerables a inundaciones pueden no solamente informarse con antelación acerca de posibles eventos de esta índole, sino también contribuir con los organismos competentes en el mapeo de áreas susceptibles y en la prevención de catástrofes.

Esta herramienta constituye uno de los despliegues del proyecto denominado Datos a prueba de agua, una colaboración entre las universidades de Glasgow, Warwick (Reino Unido) y Heidelberg (Alemania), y el Centro Nacional de Monitoreo de Alertas de Desastres Naturales (Cemaden) y la Fundación Getulio Vargas de Brasil, con el apoyo de la FAPESP y del United Kingdom Research and Innovation Global Challenges Research Fund.

“El principio básico es el que indica que la tecnología, la participación de la gente y la generación, el uso y la circulación de datos mejoran la resiliencia de las comunidades vulnerables a los desastres socioambientales. En este caso, a las inundaciones”, explica Maria Alexandra da Cunha, docente de la Escuela de Administración de Empresas de la Fundación Getulio Vargas (EAESP-FGV), y coordinadora de la parte brasileña del proyecto.

Un estudio realizado en 2020 por la Confederación Nacional de Municipios (CNM) de Brasil contabilizó 1.697 decretos de emergencia o de estado de calamidad pública a causa de las intensas lluvias que hubo ese año en el país.

De acuerdo con el área de Defensa Civil de la CNM, las pérdidas ascendieron a 10.100 millones de reales, como resultado de tormentas, ciclones, deslizamientos, inundaciones, torrentes y tornados; y el sector habitacional fue el más afectado, con 280.486 viviendas dañadas o destruidas y pérdidas por 8.500 millones de reales.

Docentes, estudiantes, agentes de Defensa Civil y pobladores pusieron a prueba la aplicación llamada Dados à Prova D’Agua, el mismo nombre del proyecto mencionado en portugués, en más de 20 municipios de los estados brasileños de Pernambuco, Santa Catarina, Mato Grosso, Acre y São Paulo, y se encuentra disponible en Play Store, la tienda virtual de aplicaciones de Google.

Para alimentar la aplicación, los investigadores ponen en acción el principio de la ciencia ciudadana. Alumnos de escuelas públicas pasan por una capacitación que comprende la construcción de pluviómetros artesanales con botellas PET y simples reglas.

Cada estudiante queda a cargo de verificar diariamente la cantidad de lluvia que mide cada uno de esos pluviómetros y de ingresar dichas mediciones a la aplicación, que van entonces al banco de datos del proyecto. Se espera que esos datos puedan ayudar en el futuro a elaborar medidas de prevención de catástrofes.

“Los datos necesarios para la gestión de riesgos de desastres fluyen comúnmente en forma unidireccional, desde los centros capacitados hacia la población y hacia los organismos ejecutores. Esta aplicación permite expandir ese flujo, ya que promueve la participación directa de la comunidad en los procesos de gestión y amplía las fuentes de datos locales de los centros especializados”, afirma Mario Martins, investigador vinculado al proyecto, quien está realizando un posdoctorado en la EAESP-FGV con beca de la FAPESP.

La aplicación permite también enviar información sobre áreas anegadas, la intensidad de las lluvias y la altura del agua en el curso del río, aparte de contener los datos disponibles en diversos organismos, tales como las áreas de susceptibilidad del Servicio Geológico de Brasil (CPRM) y los datos pluviométricos del Cemaden, para que los puedan utilizar los habitantes de las comunidades.

“No queríamos desarrollar únicamente una aplicación. Durante nuestras actividades en las áreas de estudio, nuestra preocupación se enfocó en debatir de qué manera podrían utilizar la aplicación los habitantes durante las catástrofes. Por eso terminamos diseñando un nuevo método de desarrollo de software y una herramienta que pudieran utilizar todos”, comenta Lívia Degrossi, quien lleva adelante su posdoctorado en la EAESP-FGV.

La investigadora desarrolló la aplicación en colaboración con profesionales del Cemaden, de Defensa Civil y de la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de Acre. Participaron también estudiantes de las escuelas estaduales Renato Braga y Vicente Leporace, en Jardim São Luís, un barrio de la ciudad de São Paulo, y habitantes de esa área, que pertenece al distrito de M’Boi Mirim, el de mayor concentración de áreas de riesgo en el municipio, según el Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IPT, en portugués).

Las memorias de las inundaciones

“Trabajamos en escuelas públicas con bajos índices socioeconómicos y con historial de inundaciones. La zona de Jardim São Luís, con muchos arroyos y montañas, es bastante vulnerable a los anegamientos, y también a los desmoronamientos. La idea era crear datos y promover la circulación de los datos ya existentes, aquellos que poseen los organismos gubernamentales, pero que no llegan a las comunidades”, informa Fernanda Lima e Silva, quien lleva adelante una pasantía posdoctoral en la EAESP-FGV con beca de la FAPESP.

Junto con Degrossi, la investigadora coordinó la elaboración de una guía de aprendizaje para el desarrollo de una asignatura electiva que se dictará en escuelas públicas, preferentemente para estudiantes de la enseñanza media, sobre prevención de desastres, ciencia ciudadana y el impacto de los cambios climáticos en el cotidiano de la gente. La red de colaboradores abarcó a los docentes de las escuelas participantes en el proyecto y del Cemaden Educación, que pondrá a disposición la guía en su sitio web.

Aparte de la prevención de desastres, el proyecto trabaja con las memorias de las inundaciones. Inicialmente, los estudiantes de Jardim São Luís entrevistaron a sus parientes de más edad y llevaron a las aulas historias que terminaron aportando datos sobre el pasado de las inundaciones en la zona. También se realizaron rondas de diálogo con los habitantes más antiguos e incluso se produjo de una serie de minidocumentales llamada Memórias à Prova D’Aguadisponible online.

Este trabajo contó con la colaboración de investigadoras de la Universidad de Warwick, que desarrollan estudios sobre memorias de desastres con el objetivo de incrementar la resiliencia comunitaria. Y la experiencia redundó también en un capítulo de un libro que se publicará en una edición especial sobre memorias y sostenibilidad del Bulletin of Hispanic Studies, que saldrá en 2023.

“Efectuamos también un estudio de percepción de riesgo en el cual los propios pobladores ubicaban las áreas susceptibles en el mapa. Es un conocimiento mucho más detallado que el que producen los organismos competentes. Con él se logra llegar al nivel de la esquina del barrio, y así fue que se detectó un problema fuerte de torrentes, por ejemplo”, comenta Lima e Silva.

Los investigadores realizaron también talleres de la herramienta de relevamiento colaborativo en el OpenStreetMap, que posee licencia de uso gratuita y permite que los usuarios añadan información en los mapas. El objetivo era mapear el barrio, llamando la atención al respecto de las inundaciones y los riesgos de deslizamientos de tierra.

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