El experto explicó que debido al bajo crecimiento del sector forestal ha disminuido la cantidad de residuos de este sector que se utilizan para la fabricación de pellets para calefactores domiciliarios.
Ante la medida impulsada por el Gobierno de subvencionar el recambio de estufas a leña para disminuir la contaminación domiciliaria que año a año suma millonarias pérdidas para el país y una ostensible baja en la calidad de vida de las personas y en muchos casos muertes anticipadas, investigadores de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Talca anunciaron una importante problemática debido a una baja en las disponibilidad de materias primas para la fabricación de pellet.
El anuncio fue realizado en el seminario de cierre del proyecto FIC-Regional del Maule otorgado a los académicos de esta casa de estudios, denominado “Innovación en biocombustibles sólidos densificados de origen agrícola para consumidores domiciliarios urbanos e industriales”.
El Dr. Ricardo Baettig, director del proyecto, explicó porque se produce esta merma. “Estamos frente a una problemática real, el recambio de estufas es una medida efectiva y va a ir aumentando. La cantidad de recambios que se realizarán se multiplicarán por 6 o 10 veces, pero por otro lado no está claro cuáles son las fuentes abastecimiento de biomasa para pellets, ya que el sector forestal chileno no ha crecido y todos los residuos se comercializan. Por ley de oferta y demanda aumentarán los precios, riesgo que no podemos correr porque las estufas a pellet podrían quedar sin funcionamiento”.
Hoy en día la incineración de biomasa con fines energéticos constituye una oportunidad para contribuir a reducir la huella de carbono de Chile, independizar la matriz de combustibles importados y reducir los costos de la energía. Sin embargo, el mal uso de la biomasa tal como se hace frecuentemente también genera perjuicios importantes tales como: mala calidad de aire en ciudades del sur de Chile, aumento de emisiones de elementos tóxicos a la atmósfera debido a la disponibilidad creciente de biomasas no aptas para incineración, poca competitividad de la biomasa consecuencia de las formas habituales de comercialización y Trasporte que genera altos costos.
“Debemos visualizar de qué manera fabricamos pellet a bajo costo. El llamado es a persistir en los planes de recambio y en la aislación térmica, medidas con justificaciones científicas y técnicas para mitigar la contaminación en el aire. Esto se debe concientizar en la comunidad tal como hace este proyecto FIC Regional explicando la problemática ante la contaminación, similar a fumar cigarrillo, muriendo gente anticipadamente por esta razón. Además de deterioro de calidad de vida, de la salud, reducciones de productividad en el mundo laboral y la graves daños a la salud del segmento infantil y la tercera edad” agregó el académico.
La contaminación invernal del aire en las ciudades del centro y sur de Chile tiene una causa claramente establecida y es la combustión para producir calefacción residencial. La situación perjudica salud y calidad de vida de las personas expuestas a altos índice de material particulado (MP 2.5). Las condiciones climáticas y topográficas del valle central durante el invierno impiden una buena ventilación y remoción de contaminantes, lo que impone un desafío en la mejora tecnológica de los sistemas de calefacción y de las cualidades de aislación térmica de las viviendas. Las políticas gubernamentales están instaurando campañas de recambio de calefactores y subsidios para la aislación térmica en las comunas más afectadas por la contaminación del aire.
El proyecto ejecutado en 2016-2018, diseñó y probó distintas biomasas agrícolas, generando combinaciones de biocombustibles sólidos densificados energéticamente, entre las cuales se seleccionaron: rastrojos de maíz y de trigo, escobajos de uva y plantas de cardo silvestre. Estas biomasas fueron mezcladas con bajas proporciones de residuos forestales (aserrín) con el propósito de usar la lignina de la madera como aglomerante natural. El valor agregado al residuo de biomasa agrícola, impacta la competitividad del sector, reduciendo las quemas agrícolas, lo cual disminuye las posibilidades de incendios y genera mejora en la calidad del aire.
La restricción de la leña en las zonas declaradas saturadas en la región del Maule, propicia la innovación y sustitución hacia combustibles densificados de origen local, a precios por unidad de energía no superiores a los actuales de la leña, que aseguran su inocuidad ambiental y reducen las emisiones atmosféricas por el mejoramiento de la calidad del combustible. Al mismo tiempo, fue evaluada la factibilidad técnica, económica y el impacto social para la producción local a baja escala de estos biocombustibles densificados, a precios finales comparables con la leña.