El futuro es sin autos: vehículos autónomos y conectados

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FOTO: PHYS / SHUTTERSTOCK / METAMORWORKS
La aparición de vehículos conectados y autónomos tendrá efectos nuevos y emocionantes en los patrones de transporte, pero cuando se trata de medir esos efectos, el futuro se vuelve más impredecible

Los CAVs -vehículos autónomos y conectados por sus siglas en inglés- tendrá efectos nuevos y emocionantes en los patrones y modos de transporte. Pero cuando se trata de medir esos efectos, el futuro se vuelve un poco más impredecible ¿Cómo podrían estas tecnologías afectar la forma de viajar de las personas y al modo en que se usará la energía? ¿Llevará esto a la gente a pasar más tiempo en la carretera o menos? ¿Cómo se verá alterado el consumo de combustible, el tiempo que empleamos en la carretera o la cantidad de tráfico en nuestras nuestra ciudades?

“Nuestro objetivo es comprender a nivel de sistema cómo está cambiando el transporte, incluyendo cómo interactúan los diferentes modos de transporte, cuales son las decisiones tomadas por los viajeros y cómo la automatización afectará a todo”, afirma Joshua Auld ingeniero de transporte computacional del Argonne National Laboratory de de la Oficina para la Ciencia del Departamento de Energía del Gobierno de los Estados Unidos.

Modelos y simulaciones

El equipo de Auld ha desarrollado un modelo que representa la adopción de los CAVs parcial y totalmente automatizados, y a diferentes niveles de aceptación en el mercado. Posteriormente integraron estos datos junto a un modelo de flujo de tráfico en un simulador de sistemas de transporte denominado POLARIS -por sus siglas en inglés: Plataforma de Simulación Integrada Regional de Lenguaje de Planificación y Operaciones.

POLARIS simula la movilidad y el flujo del tráfico al predecir el comportamiento individual de los “agentes” que él intervienen. Estos agentes pueden representar a personas, hogares u organizaciones. Analiza cómo millones de estos agentes interactúan y toman decisiones sobre el uso de automóviles, bicicletas o cualquier otro modo de moverse. A su vez, estas decisiones individuales afectan al sistema de transporte en su conjunto. De este modo, los investigadores utilizaron POLARIS para simular la movilidad y el impacto de los flujos de viaje en cada unos de los diferentes escenarios contemplados.

Para complementar los análisis de POLARIS y medir la energía empleada, los investigadores utilizaron la herramienta Autonomie de ArgonneAutonomie es la herramienta líder en la industria para predecir el consumo de combustible de los vehículos actuales y futuros, por lo que los investigadores confiaron en ella para medir el impacto de los CAV en el uso de la energía.

Viajar en un coche autónomo

Para cuantificar la movilidad y el impacto energético de la adopción de los CAV, los investigadores tuvieron en cuenta una serie de métricas entre las cuales se encuentran la Distancia Recorrida por Vehículo -VMT por sus siglas en inglés-, el valor del tiempo de viaje -VOTT– junto a la congestión del tráfico y el consumo de energía.

“Las personas con acceso a un CAV tenderán a realizar más viajes y más largos”

El valor del tiempo de viaje mide la percepción del usuario del tiempo invertido en el viaje, asumiendo que, cuanto menor sea la carga del tiempo de viaje, más estará dispuesto a viajar un individuo en la carretera. “Consideramos el VOTT como un factor crítico que afecta tanto a la movilidad como a la energía porque, al no tener que lidiar con la carga de conducir, los conductores de CAV pueden optar por pasar más tiempo en la carretera, sabiendo que pueden usar su tiempo de viaje para hacer otra cosa“, declara Aymeric Rousseau de Argonne. “En general, nuestra investigación encontró que las personas con acceso a un CAV tenderán a realizar más viajes y más largos.

Es de esperar que los CAV aumentarán la eficiencia del uso de la energía empleada en el transporte, sin embargo también observamos un aumento de la congestión en ciertos escenarios” declara por su parte Joshua Auld . Apreciamos que también se producirá un aumento en el uso de combustible a medida que los CAV penetren en el mercado, ya que los modelos predicen un aumento en la distancia media recorrida (VMT)”.

El futuro de la movilidad en la ciudades

Para mejorar su capacidad para representar y analizar las complejas interacciones que afectan el transporte y la movilidad, los investigadores ya están trabajando para mejorar POLARIS y Autonomie para mejorar las opciones de la tecnología CAV. También para estudiar los posibles futuros escenarios, en los que intervendrán variables como los diferentes niveles de automatización y su impacto en el flujo de tráfico. También se tendrán en cuenta las tecnologías emergentes y las nuevos modos de movilidad como los servicios de automóviles compartidos.

“Nuestro enfoque de modelado y simulación es vital para anticipar las necesidades de transporte y energía del futuro. Al continuar mejorando estas herramientas y técnicas, estaremos mejor equipados para ofrecer herramientas y soluciones que aborden las necesidades que surjan ante los nuevos escenarios”, concluye Rousseau.

Fuente NatGeo

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