Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/ En los vertebrados, el tamaño de los individuos puede deberse a distintas variables, las cuales se han analizado por medio de lo que se denominado como reglas biológicas o ecológicas. Una de las principales reglas relacionadas con el tamaño de los organismos es la denominada regla de Bergmann. La regla de Bergmann dice que el tamaño de las especies depende de la latitud en la que habiten; es decir, en latitudes mayores, o sea más cerca de los polos; los organismos tienden a ser más grandes. Esto debido a que en las altas latitudes el clima es más frío, en comparación con las regiones tropicales. ¿Pero por qué los organismos que habitan en climas fríos son más grandes? Esto se debe a la combinación de un proceso físico y uno biológico. El primero se basa en la relación entre la superficie de un cuerpo y su volumen, de manera que a medida que un cuerpo es más grande, su área se incrementa al cuadrado y su volumen al cubo. Esta relación hace que los animales de tamaño grande tengan una mayor masa en relación con su superficie. En el biológico, tenemos que los organismos en ambientes fríos necesitan conservar mejor su calor, de manera que la superficie hace que se pierda el calor y la masa hace que se conserve. Por lo que, al juntar los dos procesos, tenemos que animales de gran masa y poca superficie conservan mejor el calor y tienen menos pérdida, lo que resulta de gran ayuda en las zonas frías donde conservar el calor, es vital. En contraparte, los animales pequeños tienen menos masa y más superficie por lo que conservan menos el calor y lo pierden más fácilmente. Este proceso es importante en las zonas cálidas, donde un exceso de masa puede sobrecalentar a los organismos y matarlos. Es el caso de los mamíferos, en el Polo Norte están las especies grandes (registro de más de 1,000 kg) como los osos polares (Ursus maritimus) y en el Trópico, los pequeños osos (120 kg) como el de anteojos (Tremarctos ornatus).
El clima del hábitat de las especies no es lo único que define el tamaño de los organismos. En el caso de los mamíferos, el sexo biológico puede ser otro factor determinante. Dependiendo de la especie, el cuerpo de los individuos de un sexo biológico (macho o hembra) diverge evolutivamente en su tamaño y está estrechamente relacionado con el dimorfismo sexual. Esta variable se ha analizado por medio de la regla de Rensch. La regla de Rensch se basa en el análisis alométrico, es decir, en los cambios de dimensiones lineares relativas al cuerpo o estructuras corporales de los individuos.
La regla de Rensch de manera sucinta dice que los organismos de una especie tenderán a ser más grandes en el tiempo evolutivo si los machos son más grandes que las hembras: pero si las hembras son de mayor tamaño que los machos, los organismos tenderán a ser más pequeños. Esta regla se aplica principalmente a especies de primates (monos) pinnípedos (focas y similares, morsas, lobos, elefantes y leones marinos) y artiodáctilos (animales con dos pezuñas como los venados o antílopes). La variación de tamaño entre los sexos de una misma especie está directamente asociada a las estrategias reproductivas. En el caso de los machos de mayor tamaño que las hembras, los machos tienen que competir con otros ejemplares de su mismo sexo para poder acceder a la reproducción y solamente los ejemplares más grandes tienen acceso a las hembras y pueden pasar sus genes. Se ha determinado que en especies con gran dimorfismo sexual secundario en talla, más del 80% de los machos nunca en su vida tienen acceso a la reproducción. En estos casos se presenta la poliginia (cuando un macho se aparea con varias hembras. Si el macho reúne a todas las hembras en un grupo se forma el denominado un harem, aunque hay otras especies que no las reúnen en un grupo). En contraparte si las hembras son más grandes, la competencia entre los machos es nula y la hembra define con qué macho se aparea, siendo el número de machos con acceso a la reproducción mucho más alto. En esta estrategia reproductiva por lo general las hembras tienen más de una cría y como la ovulación es diferencial o estimulada por la cópula cada una de las crías puede ser de un padre diferente, lo que le da una ventaja adaptativa a la especie por tener camadas de mayor diversidad genética. En el caso de la poliginia, en la mayoría de las especies, las hembras solamente tienen una cría y varias crías comparten la información genética de un mismo macho, el más grande y dominante, pero la diversidad genética de las especies tiende a ser menor.
Independientemente de las reglas de Bergmann y Rensch, por lo general las especies tienden al gigantismo, a ser más grandes y eso se ha observado en varios periodos de la vida de la Tierra. Ejemplares más grandes tienen un metabolismo más lento, por lo que son “más eficientes” y pueden sobrepasar los cambios a corto plazo, diríamos el día a día. La contrariedad y por la cual a la larga terminan extinguiéndose, es que son más susceptibles a las catástrofes, climáticas, ambientales y ecológicas. En el caso de los mamíferos el cambio del Pleistoceno al Holoceno (hace aproximadamente 10,000 años) extinguió toda la mega fauna del continente americano, entre la que se encontraba en el Valle de México; como ejemplos, mastodontes (Mammut +5 m de longitud), mamuts (Mammuthus +9 m de longitud), rinocerontes (Dinoplus +2 m de altura), camellos (Auchenia +2.5 m de altura), perezosos terrestres (Megaterium +6 m de longitud).
Darwin publicó en 1871 su obra “The descent of a man and selection in relations to sex” (La descendencia de un hombre y la selección en las relaciones con el sexo) dónde se menciona que el tamaño corporal atribuido al dimorfismo sexual es meramente resultado de la selección sexual. El tamaño de los individuos puede estar relacionado con la evolución de las especies, sus historias de vida, del hábitat en el que se distribuyen, las variables climáticas, la competencia con especies vecinas, las estrategias reproductivas y la genética, entre otras.
Los organismos pueden presentar diferencias en su tamaño corporal, aunque pertenezcan a una misma especie o población, el sexo puede ser uno de los factores que lo definan, sin embargo, no es una variable única ni concluyente, por lo que debe de analizarse con otras variables.
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Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México. Email beu_ribetzin@hotmail.com (AGM-G), sticul@cibnor.mx (STA-C).