Un reciente estudio denominado “Neuromitos sobre los trastornos del neurodesarrollo en docentes chilenos”, desarrollado por la Universidad Autónoma de Chile en colaboración con el Instituto de Educación de la University College de Londres, realizó un importante hallazgo al identificar, por primera vez, creencias erróneas que prevalecen entre profesionales de la educación en relación a los trastornos del neurodesarrollo.
Esta investigación, publicada en la revista internacional “Trends in Neuroscience and Education”, indagó en los mitos sobre Trastornos del Espectro Autista (TEA), Déficit Atencional (TDAH), problemas de aprendizaje y Síndrome de Down. “Nuestra principal motivación fue abordar una brecha de conocimiento crítica en el ámbito educativo chileno”, señaló la Dra. Stephanie Armstrong Gallegos, autora principal del estudio.
Fueron 144 las personas que participaron en la investigación, incluyendo docentes, estudiantes universitarios(as) y otros(as) profesionales de la educación. “Los resultados -explicó- muestran que cuanta más familiaridad y conocimiento sobre los trastornos del neurodesarrollo tienen educadores y educadoras, menor es la presencia de neuromitos”.
En particular, el TDAH exhibió el nivel más alto de conocimiento entre los y las participantes, seguido por el TEA, mientras que la discalculia (condición que dificulta resolver tareas que requieran usar las matemáticas) presentó el menor conocimiento y, por lo tanto, mayor frecuencia de neuromitos.
Mitos y formación en trastornos del neurodesarrollo
La investigación de la Universidad Autónoma de Chile -primera de este tipo en el país y segunda en el mundo- contó con la participación del Instituto de Educación de la University College de Londres, a través de la Dra. Jo Van Herwegen, coautora del único estudio a nivel internacional que evalúa mitos del neurodesarrollo en el Reino Unido.
La Dra. Vania Figueroa, investigadora y coautora del estudio, añadió que “existen investigaciones previas que han evaluado los neuromitos generales más persistentes sobre el cerebro en el profesorado chileno (como los estilos de aprendizaje VAK) que en nuestro estudio alcanzó un 90% de respaldo entre participantes, pero hasta ahora no se había indagado en los mitos sobre el neurodesarrollo”.
Quienes participaron mostraron un buen nivel de conocimiento cerebral. No obstante, indicó que “tanto profesoras como profesores respaldaron significativamente más neuromitos sobre afirmaciones no específicas del desarrollo neurológico en comparación con no profesores(as), por ejemplo, la creencia de que las dificultades de aprendizaje asociadas con diferencias en el desarrollo de la función cerebral en niños y niñas con trastornos no pueden mejorarse con la educación”.
Nuestro país ha mostrado avances en la creación de ambientes educativos inclusivos mediante acuerdos internacionales y leyes que fomentan la diversidad en las comunidades educativas, como la Ley TEA (N° 21.545). “Un desafío no menor es transformar la cultura y las prácticas formativas en las aulas y esta investigación hace hincapié en la necesidad de una mayor formación en trastornos del neurodesarrollo para que profesionales de la educación logren desplegar estrategias de enseñanza efectivas”, comentó la Dra. Figueroa.
La Dra. Stephanie Armstrong Gallegos señaló que esperan que estos resultados “contribuyan a mejorar la calidad de la educación inclusiva en Chile y garantizar un mejor apoyo a estudiantes con trastornos del neurodesarrollo en el sistema educativo chileno”.