Estudio prueba la capacidad de los satélites para monitorear basura marina desde el espacio

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Underwater sunlight through the water surface seen from a rocky seabed with algae in the Mediterranean sea, natural scene, Catalonia, Costa Brava, Spain

Monitoreo de Basura Marina desde el Espacio: Un Avance Revolucionario

Detectar la basura marina desde el espacio es una realidad, así lo plantea un nuevo estudio liderado por el Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y la Universidad de Cádiz publicado en la revista Nature Communications. Hasta ahora, la cantidad de basura -sobre todo plástico- en la superficie del mar rara vez era tan alta como para generar una señal detectable desde el espacio. Sin embargo, mediante el uso de superordenadores y algoritmos avanzados de búsqueda, el equipo investigador ha demostrado que los satélites son una herramienta eficaz para estimar la cantidad de desechos en el mar.

Un avance científico relevante

La detección de basura marina, especialmente plásticos, desde el espacio se ha convertido en una realidad gracias al uso de superordenadores y algoritmos avanzados de búsqueda. Estos avances han permitido que los satélites puedan estimar de manera efectiva la cantidad de desechos en el mar, un logro destacado por el equipo investigador.

El estudio, financiado por la Agencia Espacial Europea (ESA) y con participación del CSIC, analizó una serie histórica de seis años de observaciones del satélite europeo Copernicus Sentinel-2 en el Mediterráneo. Se examinaron 300,000 imágenes tomadas cada tres días con una resolución de 10 metros, revelando grandes agregaciones de basura y desechos dentro de estructuras flotantes conocidas como “regueros”, que pueden extenderse varios kilómetros debido a la convergencia de corrientes marinas y el efecto del viento en la superficie del mar.

Resultados e importancia de los “Regueros”

A pesar de que los sensores del satélite no fueron diseñados específicamente para detectar basura, su capacidad para identificar plásticos ha permitido crear un mapa detallado de las zonas más contaminadas del Mediterráneo. Este mapa no solo muestra los principales puntos de entrada de basura desde el continente, sino que también mejora la comprensión de los mecanismos de transporte de desechos. Los resultados indican que la cantidad de plástico flotante en el Mediterráneo podría cubrir una superficie de aproximadamente 95 kilómetros cuadrados durante el periodo 2015-2021, equivalente a unos 7,500 campos de fútbol.

Manuel Arias, investigador del ICM-CSIC y codirector del trabajo, destacó la dificultad de encontrar grandes agregaciones de basura en el océano, comparándolo con “buscar agujas en un pajar”. Andrés Cózar, de la Universidad de Cádiz, también codirector del estudio, subrayó la relevancia de los regueros en términos de basura marina, que hasta ahora era una incógnita. Celebró que la automatización mediante superordenadores y algoritmos avanzados haya probado la posibilidad de monitorizar la acumulación de basura marina desde el espacio de manera rutinaria y en grandes áreas.

Futuras Misiones Espaciales

El equipo investigador sugiere la instalación de sensores específicos para la detección de plásticos en futuros satélites. Esto podría aumentar veinte veces la capacidad de detección de plásticos en el océano, además de permitir una mejor comprensión de los mecanismos que transportan los desechos plásticos de la tierra al mar. Esta información sería vital para guiar acciones y regulaciones destinadas a combatir la contaminación marina que afecta la biodiversidad, los recursos pesqueros y el turismo.

Mapa del mar Mediterráneo con las localizaciones de las acumulaciones de basuras marinas detectadas gracias al satélite europeo Copernicus Sentinel-2. Cada círculo rojo representa una acumulación detectada entre junio de 2015 y setiembre de 2021 (en azul, las áreas urbanas e industriales de los países rivereños). / M. Arias / A. Cózar

Factores Clave y Aplicaciones Prácticas

El estudio concluye que factores como la densidad de población, la geografía y el régimen de lluvias influyen significativamente en la acumulación de basura en el mar. Por ejemplo, las zonas con más precipitaciones tienden a acumular más basura debido a las emisiones recientes. Asimismo, se ha comprobado que la mayoría de la basura de origen continental queda confinada en los primeros 15 kilómetros desde la costa y regresa a esta en pocos días o meses.

Los autores ilustran la aplicabilidad de la nueva metodología con casos reales, como la evaluación de planes de acción contra la basura en el río Tíber en Roma, la identificación de focos de contaminación relacionados con el transporte marítimo en el Canal de Suez, y el uso de observaciones satelitales para guiar tareas de limpieza en el Golfo de Vizcaya.

Implicaciones y Futuro

Los resultados del trabajo demuestran que la monitorización de la contaminación marina a través de satélites es una herramienta factible y prometedora para abordar problemas más allá del plástico, como la pérdida de carga en buques, los vertidos de petróleo y las tareas de búsqueda y salvamento en el mar.

Además del CSIC y la Universidad de Cádiz, el equipo de trabajo incluye a investigadores de la European Space Agency (ESA), ARGANS France, la Universitat Politècnica de Catalunya, el Consiglio Nazionale delle Ricerche (ISMAR-CNR), la Technical University of Crete, ARGANS Ltd. (Reino Unido), AIRBUS Defence and Space (Francia), el Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea, The Ocean Cleanup (Países Bajos) y ACRI-ST (Francia).

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