Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT Los mamíferos son el único grupo de vertebrados que tienen músculos en el rostro, los que pertenecen a un subgrupo de los músculos hiodes (asociados al segundo arco branquial el hiodeo). En el caso de los peces, anfibios, reptiles y aves su rostro es fijo, así que por más que busquemos, ninguna de las especies de estos grupos tiene alguna expresión facial. Solamente tienen movimiento en los ojos y la boca.
A diferencia de los músculos esqueléticos (como los de las extremidades), los faciales no se unen por medio de tendones, sino por debajo de la piel con fibras especializadas llamadas músculo-aponeuróticas, que se ubican exclusivamente en el rostro cara y el cuello, permitiendo movimientos específicos de la piel del rostro. En los mamíferos los músculos del rostro se pueden dividir en dos grupos. Los relacionados con la comunicación (se verá en otro artículo) y aquellos relacionados con la supervivencia.
Los músculos de los carrillos o buccinadores se encuentran en las mejillas de todos los mamíferos en estado infantil, a excepción de las especies 100% acuáticas. Los carrillos tienen como función principal el poder realizar la acción de succionar, son músculos especializados para extraer la leche de los pezones de las hembras y así alimentarse durante la lactancia. En estado adulto los carrillos se atrofian en la gran mayoría de las especies. Los primates, como el humano, es uno de los pocos grupos que los puede seguir usando durante toda su vida. Un ejemplo de la utilización de estos músculos es que los primates podemos tomar líquidos a través de un popote, mientras que cualquiera de nuestras mascotas como perros, gatos, conejos, etc. aunque les pudiéramos enseñar es imposible, porque este músculo ya no funciona. También se usa para soplar o silbar.
Los mamíferos tienen músculos asociados a las orejas (mandíbula-auricular), con los que pueden mover las orejas y para aquellas especies que se alimentan de pastos, el poder hacerlo es cuestión de vida o muerte. Para alimentarse, las especies deben de bajar la cabeza al suelo, de manera que los otros dos sentidos importantes para detectar a sus posibles depredadores, como es el olfato y la vista están a nivel de suelo, por lo que pierden la noción de perspectiva a mediana y larga distancia.
Las orejas y el sentido del oído, son el único sentido que permite mantener en alerta al individuo, por eso las orejas se pueden mover de manera independiente para poder rastrear y detectar los posibles sonidos de depredadores y alertar en el momento óptimo para poder emprender la huida. Las orejas también conocidas como pinas, en este grupo de especies son utilizadas para expresar diferentes estados de ánimo, un ejemplo común es cuando los jinetes pueden entender a los caballos que están cabalgando, simplemente con observar el movimiento de sus orejas.
Los músculos relacionados a la nariz, permiten abrir o cerrar las narinas de manera voluntaria. Esos movimientos se relacionan con una mejor captación de las partículas disueltas en el aire o en el caso de las especies acuáticas el cerrarlas para impedir el ingreso del agua al sistema respiratorio durante el buceo. La expresión máxima de los músculos nasales se observa en los elefantes, en la denominada trompa, que no es nada más los conductos nasales para la respiración, sino también es una extremidad multifuncional que les permite tomar de manera delicada el alimento y pueden manipular objetos con las proyecciones finales y es una quinta extremidad, usándola delicadamente para cortar una fruta de un árbol o como un fuerte brazo que les permite mover troncos o tirar árboles. Incluso lo utilizan para transportar líquidos de la superficie a la boca y como manguera a presión para rociarse y refrescarse.
La estructura del rostro posiblemente más desarrollada en mayor cantidad de especies de mamíferos son los labios. Los labios tienen muchas funciones que muchas veces no apreciamos, son una de las zonas con la piel más sensible del organismo, con gran cantidad de vasos sanguíneos y terminales nerviosas.
Independientemente de las especies, pero principalmente en los herbívoros (comen plantas), frugívoros (comen frutas) y omnívoros (comen de todo), los labios pueden tomar cosas delicadas seleccionando el alimento de una manera delicada de entre otro grupo de estructuras que no es alimento. Tienen la capacidad de poder medir la temperatura de las cosas, determinar la textura y algunas características del alimento antes de ser ingerido. Son estructuras de piel muy delgada y húmeda que permiten tener un contacto general con el ambiente (quimiorreceptores). Para muchas de las especies son prácticamente otra extremidad que permite la selección de alimentos que van a ser ingeridos.
Los músculos del rostro nos dan la supervivencia día a día con múltiples funciones de vital importancia para la vida cotidiana y no determinan precisamente nuestro aspecto para los demás.
Autores: El doctor en Ciencias Sergio Ticul Álvarez Castañeda es investigador titular E, adscrito al Programa de Planeación Ambiental y Conservación en el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR). La doctora Alina Gabriela Monroy-Gamboa es posdoctorante en el mismo Programa del CIBNOR (correo: beu_ribetzin@hotmail.com).