Llegó a Chile desde la India en 2011 para terminar un postgrado y se quedó. Entre los proyectos de la doctora en Ciencias Radha Pyarasani, figura el desarrollo de tecnología para generar agua limpia, desde el Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Universidad Católica del Maule (CIEAM). La académica aborda éstas y otras innovaciones e invita a las nuevas generaciones de científicos a creer en sí mismos, pese a las dificultades.
¿Cómo fueron los inicios de su carrera científica?
Realicé mi Diplomado en Química Farmacéutica y luego hice un magíster en esa misma especialización en la Jawaharlal Nehru Technological University, en Hyderabad, India. Durante este periodo, completé mi pasantía. A medida que crecía mi interés en la química, se me abrieron las puertas al mundo de la ciencia. En el laboratorio de farmacéutica, ver a los investigadores trabajar, despertó mi curiosidad de saber más. Aprendí técnicas básicas para evaluar la calidad de los medicamentos. Después entré al Council of Scientific and Industrial Research del Indian Institute of Chemical Technology, CSIR-IICT, un centro de desarrollo de investigación a nivel nacional, pionero en el área de las ciencias. En el IICT trabajé como asistente en los proyectos de investigación y amplié mi conocimiento, entendiendo cómo funciona la vida de un científico dedicado, desarrollando y publicando, y así me motivé a hacer mi doctorado ahí. No logré terminar, por el nacimiento de mi hija, pero al llegar a Chile junté todas mis fuerzas y lo intenté de nuevo. Esta vez resultó exitoso.
¿Qué diría usted que motiva su trabajo científico?
La pasión por profundizar más y más en el ámbito de la ciencia se encendió en mí a una edad bastante tierna. Aunque a esa edad entendía muy poco lo que significaba ser una investigadora, con los desafíos y obstáculos para superar este viaje, lo que nunca dejó de inspirarme fue la maravilla de explorar el mundo de la ciencia. Yo siempre buscaba bases de datos y leer artículos. Me preguntaba ¿qué pasará si lo hago de esta manera? y empecé a diseñar experimentos, a evaluar mis hipótesis y a aprender de mis errores. Los buenos resultados me llevaron siempre a una tremenda felicidad.
¿Qué cosas fueron relevantes al momento de optar por seguir la ciencia como carrera y durante su formación como científica?
Durante mi trabajo como asistente de proyectos en IICT, tuve la oportunidad de conocer a un investigador polaco, Adam Pron, quien hizo su doctorado en la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos, bajo la supervisión de Alan MacDiarmid, Premio Nobel del año 2000. En su estadía, Pron escribió un artículo sobre nuestro proyecto “Supercapacitors based on conducting polymers: an energy storage device” y era realmente dedicado. Tenía unos conocimientos tan profundos en química de materiales, y su manera de trabajar, visualizar las cosas, su personalidad y sus valores me inspiraron a convertirme en científica.
¿Qué líneas de investigación desarrolla actualmente?
Mis líneas de investigación se han enfocado en dos áreas; la más actual es nanomateriales y sus aplicaciones en el medio ambiente y biomedicina. Esta línea de investigación se trata de la síntesis verde de nanopartículas de metales, para desarrollar nanocompuestos hidrogeles, incorporando estas nanopartículas en la estructura de los hidrogeles.
Estos nanocompuestos materiales tienen mayores propiedades antimicrobianas y antioxidantes, lo que favorece la aplicación en el área de la biomédica como la cicatrización de heridas y la liberación controlada de medicamentos y nano terapéuticos. Los nano materiales tienen alta propiedad de fotocatalítico y absorción de contaminantes, tanto orgánico como inorgánico. Nuestros objetivos son desarrollar materiales de bajo costo, amigables y fáciles de aplicar. Los materiales sintetizados, estables en condición natural y de alto rendimiento, tienen características de alta inhibición a microbios.
Nosotros nos adjudicamos un proyecto Fondecyt Iniciación 11190727 de ANID basado en esta línea de investigación; soy la investigadora principal de este proyecto. También soy investigadora del proyecto FIC Maule, sobre la elaboración de biofiltros para la purificación de agua. Mi equipo está estudiando varios nanomateriales para la remediación del agua, evaluando la capacidad de absorción y degradación de tintas o colorantes, a través de un proceso fotocatalítico que usa luz solar y UV. En este momento, tenemos resultados muy buenos y logramos ver que los materiales tienen alta capacidad de absorción y degradación de colorantes.
Mi otra línea de investigación es identificar los biomarcadores para la enfermedad de Alzheimer y el Síndrome de X Frágil, utilizando la técnica de espectrometría de masas. Básicamente la idea era extraer las proteínas y los lípidos desde tejidos y hacer el análisis cualitativo y cuantitativo mediante la espectrometría de masas. En 2018, utilicé exitosamente la técnica en la industria alimentaria, donde estudié la substitución del NaCl por KCl y CaCl2 en carne procesada, para disminuir el consumo de sal. Este trabajo fue publicado en la revista Foods, donde verificamos el efecto de la substitución, la calidad de los alimentos y también el efecto de los aditivos en los productos alimenticios.
¿Está presente la mirada medioambiental en su trabajo científico?
Sí, siempre busco favorecer el medio ambiente con la tecnología creada en el laboratorio de biomateriales. El conocimiento científico es extremadamente importante para identificar los problemas ambientales y los riesgos asociados. Nosotros en el laboratorio producimos materiales para resolver problemas ambientales como la purificación de agua. Yo estudio la capacidad de absorción de nanomateriales con contaminantes presentes en sistemas de aguas. Los resultados obtenidos en este estudio fueron muy buenos y lo publicamos en revistas de renombre, para que la comunidad científica pueda tener conocimiento sobre los métodos y técnicas que se utilizan para fabricar estos materiales.
¿Cómo proyecta su trabajo científico?
Como investigadora, quiero que mi esfuerzo sea de utilidad para la sociedad, ojalá crear una tecnología que impacte a todos los sectores. Por ejemplo, lo más básico que uno necesita es el agua potable; la escasez de agua es un problema grave en todo el mundo y desarrollar materiales inteligentes para su remediación es importante. Estamos desarrollando una tecnología que purifique agua contaminada de manera más barata, en comparación con lo que existe en el mercado. Además, como docente, me gustaría que mi trabajo sea capaz de ayudar a los alumnos en su formación profesional; apoyar a la universidad y sus facultades para que entreguen mejores profesionales a la sociedad.
¿Qué mirada tiene usted sobre el desarrollo de la ciencia en Chile?
En los últimos años, las ciencias -que se realizan preferentemente en universidades por la disponibilidad de profesores calificados y el equipamiento necesario- han tenido una mayor presencia. Chile gasta más en Investigación y Desarrollo que antes y está compitiendo con los estándares mundiales. Su liderazgo y excelencia lo sitúan como un país avanzado en su producción científica. Los gastos del gobierno están estimulando la innovación: 70 a 80 por ciento de los ciudadanos tiene acceso a internet y observamos que Chile se ha convertido en uno de los países más conectados de América Latina. Esto ayudará a los alumnos de Educación Superior a prepararse para sus futuras carreras y crea un buen ambiente para desarrollar ciencias y atraer a los inversionistas extranjeros que están interesados en empezar sus negocios en Chile. Creo que el futuro está en buen camino y que Chile va a competir globalmente para mejorar la vida de los chilenos.
¿Qué mensaje entrega a las nuevas generaciones para que se motiven a seguir una carrera científica?
Primero, uno debe tener una pasión realmente fuerte y una visión determinada sobre lo que quiere lograr. La vida científica no es nada fácil, hay que dedicarse harto y es muy común que los resultados no sean como uno espera. Pero no hay que rendirse, por más cliché que suene. Uno debe aprender de los errores cometidos y seguir delante. No todo va a salir en el primer intento, por eso hay que tener paciencia.
