Mujeres y cambio climático: abordar la acción climática con perspectiva de género

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Autor: Carolina Pérez, Revista Ecociencias

Las mujeres latinoamericanas enfrentan una doble carga cuando hablamos de crisis climática. Por un lado, son las más afectadas por sus impactos, debido a que muchas de ellas dependen directamente de los recursos naturales para su subsistencia y tienen menos recursos para adaptarse a los cambios ambientales. Por otro lado, también son protagonistas en la lucha contra el cambio climático, ya que muchas de ellas son líderes en sus comunidades y trabajan para implementar soluciones sostenibles y proteger el medio ambiente.

Según el informe de ONU Mujeres “Vulnerabilidad frente al cambio climático en América Latina y el Caribe”, las mujeres enfrentan desafíos específicos relacionados con el cambio climático. Por ejemplo, en zonas rurales, donde muchas mujeres dependen de la agricultura de subsistencia, los cambios en las estaciones y en los patrones de lluvia pueden afectar gravemente la producción de alimentos y la seguridad alimentaria de las familias. Además, la falta de acceso a servicios básicos, como agua potable y saneamiento, aumenta el riesgo de enfermedades relacionadas con el clima.

Otro factor que aumenta la vulnerabilidad de las mujeres en esta materia, es la discriminación de género, que limita su acceso a recursos y oportunidades. Por ejemplo, en muchas comunidades, las mujeres tienen menos acceso a la educación y a la información, lo que dificulta su participación en la toma de decisiones sobre la gestión de los recursos naturales. También enfrentan mayores riesgos de violencia y explotación, especialmente en situaciones de emergencia y desastres naturales.

Sin embargo, a pesar de estos desafíos, muchas mujeres latinoamericanas están liderando iniciativas para enfrentar el cambio climático y promover la sostenibilidad en sus comunidades. El destacado rol que juegan las mujeres en sectores como la agricultura, la pesca y el turismo sostenible, se suma al de las organizaciones lideradas por mujeres que están trabajando para promover la conservación de los recursos naturales y para implementar prácticas sostenibles en la producción y consumo de alimentos

Algunos datos y cifras

  • Según el informe de ONU Mujeres, las mujeres representan el 70% de las personas en situación de pobreza extrema en la región, lo que las hace más vulnerables a los impactos del cambio climático.
  • La misma fuente indica que, en zonas rurales, las mujeres son responsables del 60% al 80% de la producción de alimentos, pero tienen menos acceso a recursos como tierra, semillas y tecnología, lo que limita su capacidad para adaptarse a los cambios ambientales.
  • El informe de la CEPAL “Mujeres en la economía del cambio climático en América Latina y el Caribe” destaca que, en la región, las mujeres representan el 44% de la fuerza laboral en la agricultura y el 70% en el turismo, dos sectores que son particularmente vulnerables a los impactos del cambio climático.
  • El mismo informe señala que, aunque las mujeres son responsables del 90% de la producción de alimentos en la región, solo poseen el 10% de la tierra.
  • Según el Banco Interamericano de Desarrollo, el 76% de los hogares liderados por mujeres en América Latina y el Caribe están expuestos a riesgos climáticos, como sequías, inundaciones y deslizamientos de tierra.

Sumado a lo anterior, el informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de 2018 indica que las mujeres y las niñas son especialmente vulnerables a los desplazamientos forzados causados por el cambio climático, y que corren mayores riesgos de sufrir violencia de género durante estos procesos.

Mujer indígena y cambio climático

Las mujeres indígenas a menudo tienen un conocimiento profundo de los ecosistemas y los recursos naturales de sus territorios, así como de prácticas sostenibles para su uso y conservación. Sin embargo, su capacidad para aplicar estos conocimientos se ve limitada por las barreras económicas, sociales y culturales que enfrentan. Además, suelen estar sobrerrepresentadas en trabajos informales, precarios y de baja remuneración, lo que limita su capacidad para adaptarse a los impactos del cambio climático. A menudo tienen menos acceso a servicios básicos como agua potable, electricidad y servicios de salud.

La escasez de agua es un problema crónico en muchas comunidades indígenas del norte de Chile, donde los efectos del cambio climático han exacerbado la sequía y la desertificación. Ellas son las encargadas de recolectar y transportar agua, lo que les exige largas caminatas y reduce su tiempo disponible para otras actividades.

En muchas comunidades indígenas del norte de Chile, las mujeres tienen un papel fundamental en la gestión de los recursos naturales y la toma de decisiones comunitarias. Sin embargo, a menudo se les excluye de los procesos formales de consulta y participación en políticas públicas relacionadas con el cambio climático.

Es relevante comprender que en todo el mundo, las mujeres son más propensas a sufrir pobreza energética, es decir, la falta de acceso a fuentes modernas y limpias de energía. Según la Agencia Internacional de Energía, más de 800 millones de personas en todo el mundo aún carecen de acceso a electricidad, y la mayoría de ellas son mujeres y niñas en países en desarrollo. Las mujeres en países pobres son más propensas a trabajar en sectores económicos vulnerables, como la agricultura y la pesca, que son particularmente sensibles a los efectos del cambio climático. Según el informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de 2018, se espera que el cambio climático reduzca la producción de cultivos en muchas regiones, lo que afectará de manera desproporcionada a las mujeres en el mundo en desarrollo que dependen de la agricultura para su sustento.

Las mujeres latinoamericanas están expuestas a mayor riesgo de desplazamiento forzado a raíz de los efectos del cambio climático, como sequías, inundaciones y tormentas más intensas. Según el Centro de Monitoreo del Desplazamiento Interno, se estima que más del 80% de las personas desplazadas por eventos climáticos extremos son mujeres y niños.

Urge el llamado a abordar estas desigualdades y trabajar para garantizar que las mujeres en todos los países tengan igualdad de oportunidades y capacidades para hacer frente a los impactos del cambio climático.

 

Fuente: Vulnerabilidad de las Mujeres Indígenas del norte de Chile frente al Cambio Climático, Onu Mujeres

  1. Aguilar Revelo, “La igualdad de género ante el cambio climático: ¿qué pueden hacer los mecanismos para el adelanto de las mujeres de América Latina y el Caribe?”, serie Asuntos de Género, N° 159 (LC/TS.2021/79), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2021.
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