Probada la efectividad de la primera vacuna preventiva del virus sincicial en lactantes

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Estudio internacional con participación de Chile

UCHILE Un proyecto multicéntrico internacional realizado en 18 países determinó la seguridad y efectividad de vacunar contra este virus a gestantes entre 24 y 36 semanas, lo que previno hasta un 81,8% los casos de enfermedad grave en bebés de hasta tres meses. Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile realizaron un estudio en fase III con voluntarias embarazadas chilenas en el marco de este trabajo, cuyo estudio fue publicado recientemente por la prestigiosa revista New England Journal of Medicine.

El doctor Sergio Vargas, académico del Programa de Microbiología y Micología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, lidera al equipo de investigadores que evalúa esta nueva vacuna de Pfizer en embarazadas de nuestro país desde el 2020. El trabajo es parte de un proyecto multicéntrico internacional desarrollado en 18 países con el propósito de evaluar la efectividad y seguridad de esta fórmula para prevenir el virus respiratorio sincicial en lactantes, estudio publicado por la New England Journal of Medicine.

“Esta es una revolución cuántica en el tema, porque parte de un descubrimiento de la biología estructural del virus que permitió reconocer un “talón de Aquiles” del virus respiratorio sincicial (VRS), un sector vulnerable, conocido actualmente como “sitio cero”, donde anticuerpos específicos pueden neutralizarlo muy eficazmente. De hecho, con entre diez y cien veces más poder neutralizante que el Palivizumab, que es el único medicamento disponible hoy en nuestro medio para prevenir VRS”, explica el académico.

Vacunación transfiere inmunidad pasiva

El “sitio cero” se ubica en la proteína que el virus usa para fusionarse a las células de la mucosa respiratoria, llamada proteína F. “Esta proteína tiene una estructura tridimensional que cambia de conformación cuando se une a la mucosa respiratoria. En ese sentido, los antígenos proteicos, que son puntos vecinos en el sitio cero de la proteína de pre-fusión –es decir, antes de unirse a la célula hospedero– se distancian y dejan de ser vecinos en la etapa de post-fusión, y frente a antígenos que están distantes los anticuerpos pierden capacidad de reconocer y neutralizar el virus. Haciendo una analogía, es como si la proteína F del VRS fuera un resorte y el sitio cero una mancha pintada en él, que se ve muy clara cuando el resorte está apretado, antes de producirse el contagio en la mucosa respiratoria, pero que se ve difusa y en puntos separados cuando el resorte se suelta. Para los anticuerpos es más fácil reconocer la mancha grande que la mancha separada en muchos puntos”, especifica el doctor Vargas.

El descubrimiento es un esfuerzo mundial, señala, impulsado por investigadores españoles en el 2012 y luego desarrollado por colaboraciones internacionales entre científicos de Estados Unidos, China y Países Bajos. “El mayor poder neutralizante de los anticuerpos dirigidos contra el sitio cero antes de la fusión, comparada con los anticuerpos monoclonales que contiene el Palivizumab contra la proteína en post-fusión, motivó el diseño de un antígeno de pre-fusión del sitio cero estable, que es el que dio origen a la vacuna Pre-F evaluada en este estudio clínico multicéntrico internacional”.

¿Cómo se vacuna a un niño para que su sistema inmune esté preparado para defenderse de la infección por virus respiratorio sincicial, sobre todo durante los primeros seis meses de vida? De forma pasiva, aclara el doctor Vargas. Es decir, vacunando a la madre durante su gestación, de manera que esos anticuerpos lleguen al feto antes del nacimiento.

Resultados de seguridad y eficacia

El equipo investigador que lidera el doctor Vargas participó en los estudios de esta nueva vacuna en fases previas y, desde el 2020, ha sido testeado en fase clínica III, reclutando a 60 voluntarias con embarazos sanos de entre 24 y 36 semanas, en colaboración con el Hospital San José y los consultorios Agustín Cruz Melo y Enredaderas, de la Municipalidad de Independencia; Patricio Hevia, de Recoleta; Juan Petrinovic y Quinta Bella, de la Municipalidad de Recoleta; y Juanita Aguirre y Lucas Sierra, de la Municipalidad de Conchalí. La investigación administró una inyección intramuscular única de 120 μg de proteína F de prefusión de RSV bivalente, RSV preF, en comparación con placebo, a grupos de igual número de embarazadas en todo el mundo, las cuales posteriormente fueron seguidas hasta el nacimiento de sus hijos y luego a estos niños hasta cumplidos los seis meses de vida. Posteriormente, el seguimiento de los menores continúa hasta que cumplan uno o dos años de edad.

Según los datos recabados en los 18 países participantes, 3.682 madres recibieron la vacuna y 3.676 recibieron placebo, y se evaluaron 3.570 y 3.558 lactantes, respectivamente. Como resultado, dentro de los primeros tres meses de vida solo seis bebés cuyas madres recibieron la vacuna tuvieron enfermedad grave de las vías respiratorias inferiores que requirió atención médica, en comparación con 33 cuyas madres estuvieron dentro del grupo control, lo que representa una eficacia de la vacuna del 81,8 % para prevenir la enfermedad grave por VRS. Esta cifra bajó levemente a los seis meses de vida, pues ocurrieron 19 casos en el grupo que recibió la vacuna y 62 casos en el grupo control, lo que representa una eficacia de la vacuna de un 69,4 %.

“Algo muy importante que nosotros también pudimos determinar en el grupo de voluntarias chilenas es que no tuvimos ningún efecto adverso de preocupación en las madres ni casos graves entre los niños, que anduvieron maravillosamente bien”, agrega el doctor Vargas.

El investigador estima que la potencia demostrada por estos resultados en términos de eficacia y seguridad debería estar en la base de futuras políticas públicas dirigidas a vacunar a las mujeres durante el embarazo para prevenir la enfermedad grave por infección por virus respiratorio sincicial entre los lactantes menores de seis meses. “Lo que da la memoria inmunológica es la exposición al virus y la capacidad de que el organismo genere la respuesta de inmunidad adaptativa que permita la formación de anticuerpos. Por ello, el recién nacido que todavía no puede montar esa respuesta inmune adaptativa se beneficia de recibir anticuerpos neutralizantes de su madre que le permiten enfrentar la infección”, detalla el investigador de la Universidad de Chile.

De esta forma, agrega, “la vacuna induce una potente respuesta inmune en la madre, con producción de niveles muy altos de anticuerpos que se traspasan al feto y lo protegen de infección por VRS severa durante al menos los primeros seis meses de vida, como se demostró en este estudio clínico, que es cuando el sistema respiratorio es más frágil”. Por ello, finaliza, “y dado que ya hay dos laboratorios farmacéuticos que han publicado sus resultados en vacunas de pre-fusión, como son GlaxoSmithKline y Pfizer, esperamos que pronto van a ser producidas para todo el mundo con precios accesibles para los gobiernos”.

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