“El agua y la tierra, los dos fluidos esenciales de los que depende la vida, se han convertido en latas globales de basura” – Jacques Cousteau
Por Carolina Pérez M.
Todos los ecosistemas cumplen un rol esencial para el desarrollo y equilibrio del planeta. En el Día Mundial de los Océanos, reconocemos su valor, porque su salud está ligada a la nuestra y a la de al menos 230.000 especies que habitan el medio marino.
La tierra está cubierta por más de 70% de océanos, de los cuales identificamos el Atlántico, Pacífico, Índico, Ártico y el Austral o Antártico. El rol que cumplen es vital para el control del clima, absorben casi el 25% del Co2 de la atmósfera, convirtiéndolos en sumideros naturales de carbono, además son una importante fuente de alimentos y actividades económicas. Sin embargo, al océano llegan los desechos generados en las ciudades del mundo y las cifras son increíbles. Greenpeace señala que unos 8 millones de toneladas de plásticos terminan en los mares y océanos anualmente, formando el 60-80% de la basura marina, en su mayoría en forma de microplásticos (fragmentos menores a 5 mm). Aunque se desconoce la cantidad exacta de plásticos en los mares, se estiman unos 5-50 billones de fragmentos plásticos, sin incluir los trozos que hay en el fondo marino o en las playas. Es innegable que este es un problema global que está aumentando de forma alarmante cada año.
Por otro lado, los océanos son fuentes de conocimiento inexplorado, un laboratorio del que cuya ciencia, falta mucho por conocer aún. La biodiversidad del mar, tiene una riqueza genética que puede ser clave en la gestión de la conservación y adaptación de las especies al cambio climático (la diversidad genética, también es biodiversidad). De hecho, un estudio publicado en la revista Global Ecology and Biogeography puso en alerta el que incluso en las áreas marinas protegidas (AMPs) no se protege la diversidad genética de las especies que componen los paisajes marinos, aunque esta sea esencial para la respuesta y adaptación de las poblaciones en los cambios que alteran el entorno natural.
Bajo del mar amenazado
Algunas de las principales amenazas al mar, son la explotación de los recursos pesqueros, la contaminación por plásticos y otros desperdicios de origen humano y el cambio climático y sus efectos.
Algunos datos revelados por Greenpeace
- 8 millones de toneladas de basura al año llegan a los mares y océanos (equivalente al peso de 800 Torre Eiffel, para cubrir 34 veces la isla de Manhattan o el peso de 14.285 aviones Airbus A380)
- Cada segundo más de 200 kilos de basura van a parar a los océanos • Se desconoce la cantidad exacta de plásticos en los mares pero se estiman unos 5-50 billones de fragmentos de plástico, sin incluir los trozos que hay en el fondo marino o en las playas.
- El 80% proviene de tierra
- El 70% queda en el fondo marino, el 15% en la columna de agua y el 15% en la superficie. Lo que vemos es solo la punta del iceberg.
- Hay 5 islas de basura formadas en su gran mayoría por microplásticos algo similar a una “sopa”: dos en el Pacífico, dos en el Atlántico, y una en el Índico.
- Se estima que en 2020 el ritmo de producción de plásticos habrá aumentado un 900% con respecto a niveles de 1980 (más de 500 millones de toneladas anuales ). La mitad de este incremento se producirá tan solo en la última década
Las razones por las que proteger y conservar los océanos son muchas, toda la vida está conectada entre sí, no podemos darnos el lujo de perder ecosistemas por nuestra irresponsabilidad.
Fuentes: Figuerola-Ferrando, Laura; Linares, Cristina; y otros autores (mayo, 2023) Primer mapa macrogenético global de las especies que forman los hábitats marinos, Revista Ecociencias
Greenpeace, Plásticos en los océanos, datos comparativos e impactos