Una reciente investigación realizada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha revelado que la diversidad de anfibios en Madagascar es mucho mayor de lo que se creía. El estudio, liderado por los científicos Albert Carné, de Science & Business S.L., y David R. Vieites, del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC), ha identificado 310 nuevas especies candidatas de ranas, lo que prácticamente duplica el número de especies descritas hasta ahora en la isla.
El trabajo, publicado en la revista Diversity and Distributions, subraya la necesidad urgente de intensificar los esfuerzos de conservación en esta región tropical, que se considera uno de los principales puntos calientes de biodiversidad del planeta. La investigación fue financiada en parte por la Agencia Estatal de Investigación (AEI).
El análisis incluyó datos genéticos de ranas previamente no estudiadas taxonómicamente, revelando que, además de las 413 especies descritas, existen 408 linajes genéticamente divergentes, de los cuales 310 podrían ser nuevas especies. “Estas especies candidatas son genéticamente muy divergentes de las conocidas, y presentan posibles diferencias morfológicas y acústicas que las distinguen. Sin embargo, requieren una revisión taxonómica para ser descritas oficialmente”, explicó Vieites.
Un llamado a la conservación y la exploración
El descubrimiento resalta que incluso en áreas consideradas bien estudiadas, como Madagascar, aún quedan muchas especies por descubrir. Este hecho pone en evidencia los vacíos taxonómicos existentes, y es probable que estos vacíos sean aún mayores en otros grupos de organismos menos estudiados, como los invertebrados y las plantas.
Carné, que actualmente realiza un doctorado industrial sobre la biodiversidad de Madagascar en colaboración con el CSIC, advirtió: “Las nuevas especies candidatas se concentran en zonas ya exploradas, lo que indica que aún queda una vasta selva virgen sin estudiar. Es alarmante pensar en las regiones tropicales del mundo que están siendo destruidas antes de que siquiera conozcamos la magnitud de la biodiversidad que albergan”.
La investigación concluye con un llamado a intensificar los esfuerzos de conservación a nivel global, dada la creciente amenaza de destrucción del hábitat en regiones como Madagascar, el Amazonas y África central.