Esto valida al Laboratorio de Ondas Milimétricas y Submilimétricas proveedor de componentes para el observatorio, en su calidad de centro de vanguardia tecnológica.
Tras seis años de trabajo, un equipo internacional de ingenieros y astrónomos han logrado la prueba de los primeros receptores de “Banda 2” en el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), en el norte de Chile, entre los que destacan los miembros del Laboratorio de Ondas Milimétricas y Submilimétricas del Departamento de que es financiado por el Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines, CATA, y que está emplazado en el Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.
La “Banda 2” corresponde a las frecuencias que se encuentran en longitudes de onda entre los 2,6 a 4,5 milímetros (67-116 GHz), y se espera que sus receptores se instalen en cada una de sus 66 antenas, tal como ya se hizo con los equipos de la “Banda 1”, explica Finger, doctor en ingeniería eléctrica e investigador del Laboratorio.
“Al igual que con la banda 1, el principal aporte del Laboratorio de Ondas Milimétricas y Submilimétricas en la banda 2 fue el diseño y desarrollo de la óptica, o sea la antena de bocina o horn y la lente. En este caso el horn será manufacturado por otros colaboradores, pero la lente la vamos a manufacturar nosotros”, añade el científico quien es también investigador CATA.
Las otras organizaciones vinculadas a este desarrollo son el Observatorio Europeo Austral (ESO), el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ) y otros institutos como empresas de Europa.
Finger indica que el primer receptor de preproducción de la Banda 2 fue exitosamente instalado y probado en una antena de ALMA a principios de este año. “Un segundo receptor de preproducción de la Banda 2 ha sido instalado en otra antena de ALMA, permitiendo interferometría real: medir el patrón de interferencia que resulta de la correlación de múltiples señales de un objeto astronómico brillante.”
Estos nuevos receptores permitirán realizar mediciones en el frío medio interestelar, y estudiar las propiedades del polvo y moléculas orgánicas en discos formadores de planetas y hasta galaxias lejanas.
Pero este no es el único objetivo de estos equipos. El científico relata “nosotros desarrollamos mezcladores que no fueron incorporados en prototipo para ALMA, pero sí adquirimos el conocimiento de diseñar y construir mezcladores en la “Banda 2” y eso ahora va a ser ocupado en el receptor completo criogénico que estamos construyendo para LLAMA (Large Latin American Millimeter Array)”, un proyecto de radioastronomía de Argentina y Brasil.
Por último, el Profesor Finger destaca “Hacemos esto por amor a la ciencia, pero también porque no podemos ser solo espectadores de todo lo que está pasando en Chile desde el punto de vista de tecnología en instrumentación astronómica. Los telescopios más importantes se instalan acá y tenemos que aprovecharlos no solo por su potencial científico, sino que también por su valor tecnológico. Nos estaríamos perdiendo una oportunidad única de aprender y desarrollar tecnología de frontera, de formar parte de este equipo mundial de desarrolladores de instrumentación astronómica”, concluye.
Fuente: CATA