Expertas llamaron a eliminar residuos que puedan almacenar agua estancada, como neumáticos viejos, recipientes de basura y otros objetos similares donde se reproduce el Aedes aegypti, que es el mosquito causante de esta enfermedad.
Poco más de un centenar de casos de dengue (entre importados y autóctonos) se contabilizaban hasta marzo en Chile, según informaron las autoridades sanitarias. Si bien la cifra está lejos de los 10 mil registrados desde principios de año en Argentina y casi 100 mil en Brasil, se mantiene la vigilancia en las regiones de Arica y Parinacota (con Alerta Amarilla) y Coquimbo, el valle de Aconcagua y la Isla de Pascua ante posibles brotes que comprometan la salud pública.
Según la académica del Departamento de Microbiología de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca, Olga Lobos Gilabert, “el dengue cobró fuerza este verano en Perú y otros países de Latinoamérica debido a varios factores. Primero, las condiciones climáticas cálidas y húmedas proporcionaron un ambiente propicio para la proliferación del mosquito Aedes aegypti, vector del virus”.
Además, dijo que, “la falta de control vectorial efectivo en algunas áreas, así como la acumulación de agua estancada en recipientes abandonados, crearon lugares ideales para que los mosquitos se reprodujeran. El aumento de la movilidad humana y el comercio internacional también pueden haber contribuido a la propagación del virus entre países de la región”.
La especialista agregó que, la llegada del dengue a Chile “es posible debido a estos mismos factores. A pesar de que nuestro país tiene un clima predominantemente templado, algunas regiones -como la zona norte- experimentan condiciones climáticas favorables para la presencia del mosquito Aedes aegypti durante ciertas épocas del año”.
Aseo es primordial
Lobos precisó que algunas de las medidas de prevención incluyen la eliminación de criaderos, donde los mosquitos pueden depositar sus huevos y reproducirse, por ejemplo: recipientes de agua estancada, neumáticos viejos, basureros y otros objetos que puedan acumular agua.
Así como también son relevantes otras acciones como la fumigación, con el uso de insecticidas, control biológico – se emplean organismos vivos, como peces que se alimentan de larvas de mosquitos-, campañas de educación pública y limpieza, además del saneamiento de espacios públicos y privados.
Dengue y sus síntomas
La docente del Departamento de Salud Pública de la misma casa de estudios, Marcela Marín Salgado, explicó que el dengue es “de gran preocupación para la salud pública debido a que cuenta con una alta morbilidad y mortalidad, particularmente en los países en desarrollo, además de altos costos económicos. La incidencia del dengue se ha multiplicado por 30 en los últimos 50 años”.
Añadió que se trata de “una de las enfermedades virales humanas transmitidas por mosquitos más importantes”, y si bien es un problema en sectores tropicales, “se ha trasladado hacia países vecinos debido, entre otros factores, al cambio climático”.
Marín indicó que las características clínicas “varían desde una infección asintomática hasta afecciones graves, en ocasiones mortales, como el Dengue Hemorrágico que se manifiesta con fiebre, diátesis hemorrágica y una tendencia a desarrollar un síndrome de shock potencialmente mortal. Considerando las limitadas posibilidades de prevención, se prevé que la incidencia del dengue aumentará en el futuro”.
La docente explicó que otras características de esta enfermedad, “incluyen vasculopatía, coagulopatía y trombocitopenia como los hallazgos más constantes. El diagnóstico de laboratorio incluye aislamiento del virus, serología y detección de ácido ribonucleico del dengue. Para que el tratamiento sea exitoso, la enfermedad debe ser reconocida tempranamente y seguirla cuidadosamente”.